Charles Leclerc. Le llaman Il predestinato. El niño bonito de Mónaco. Rico, famoso pero con un odioso destino que cumplir. Enamorarse no es una opción para él.
Diana De Luca. Un pasado marcado por la tragedia que la ha hecho desconfiar de todo llev...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
📅 21 DE NOVIEMBRE DE 2022
📅 DOS SEMANAS DESPUÉS
📍 TORRE DEL MARQUÉS
Diana miraba el féretro cerrado incapaz de poder parar las lágrimas. Su abuelo, su adorado abuelo descansaba por fin en paz. Habían sido meses de luchar con una enfermedad que lo consumía por dentro y de la que había ocultado su existencia a sus nietas. Le dolía tanto el estar sin él y que fuera un cristal lo último que le separaba de él. Se sentía tan sola sin su presencia. Sin rumbo.
Dejó que un suspiro saliera de su garganta y prestó atención al revuelo que se había formado en la sala de velatorios. Carlos acababa de llegar. Su rostro también mostraba el dolor por la pérdida del abuelo Piero, alguien que siempre le había dado buenos consejos y al que admiraba. Carlos no venía solo. Algunos de sus compañeros y amigos, con sus respectivas parejas, también lo acompañaban para poder estar al lado de las dos hermanas en tan trágico momento.
Charles la localizó en cuanto entró. Fue enterarse del fallecimiento del abuelo y no dudó ni un segundo en viajar hasta el pueblo para darle el último adiós a un hombre que había sido un ejemplo para él como persona. Y también porque quería estar a su lado. No dejaba de pensar en como estaría Diana y verla ahora, tan rota, despertaba en Charles sus mayores instintos de protección.
No dudó en ir hacia ella. En ofrecerle sus brazos abiertos para que la rubia se refugiara en ellos aferrándose a su camiseta como si se le fuera la vida en ello. La mayor de las De Luca temblaba tanto que ni el calor del cuerpo de Charles parecía poder mitigar esos escalofríos.
- Oh, Charles. Estoy tan triste -le dijo ella apenas en un susurro. Llevaba varios días sin dormir. Solo esperando a que sucediera el fatal desenlace. Y esa espera la consumió de tal manera, que se había venido abajo en cuanto su abuelo dio su último aliento.
- Lo sé, créeme. Por desgracia sé que se siente al perder a alguien a quien quieres.
Recuerdos del fallecimiento de su hermano Lorenzo acudieron a la cabeza de Charles, con más fuerza si cabe. Cogió aire prometiéndose a si mismo que hoy no se movería del lado de la rubia, pues iba a darle todo ese apoyo y consuelo que ella necesitara.
La dejó que saludara a Carlos y al resto de compañeros que habían viajado hasta Torre del Marqués. El abrazo más emotivo fue el de Darcy con la rubia, confirmando así que Diana parecía "perdonar" lo de su amiga con Charles.
Diana lo buscó tendiéndole su mano. Entrelazó sus dedos con los suyos y él tiró de ella para refugiarla de nuevo en sus brazos. Acarició su espalda con mucha ternura dejando un pequeño beso en su frente. La llevó hasta uno de los sofás que había en la sala y se sentó con ella acurrucada en su pecho.
- ¿Cómo te encuentras? -le preguntó él llevando una de sus manos a sus mejillas. Sus dedos repasaron sus facciones intentando calmarla con sus caricias.
