34. La isla de Max

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📅 MARTES 15 DE AGOSTO DE 2023

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📅 MARTES 15 DE AGOSTO DE 2023

📅 TRES DÍAS DESPUÉS

Subo con pesadez las escaleras que me llevan al dormitorio. El tiempo en Mönaco es hoy bastante agradable. Ideal para pasear en mi barco. O para estar en Las Bahamas. Que es lo que tendríamos que estar haciendo, sino fuera porque mi mujer ha decidido recluirse aquí sin querer salir a la calle. Desde que volvimos de Caronnia, apenas ha pisado la calle. Se la pasa en el cuarto, viendo telenovelas turcas y comiendo pistachos como si no hubiera un mañana. Pero eso, se acaba justo ahora mismo.

Entro en nuestro cuarto y efectivamente, Diana está tumbada con el mando en la mano. Apenas repara en mi y ni una mirada suya me merezco, al parecer. Me acerco hasta la cama y después de tomar aire, me preparo para lo que le quiero decir. 

- Levántate –le ordeno apretando mi mandíbula. Diana alza un poco su cabeza, pero, acaba dejándola caer de nuevo sin mirarme siquiera- Diana, o te levantas tú o te levanto yo.

- Déjame, ¿quieres? -el tono hastiado de su voz me provoca que solo me den ganas de darle un par de azotes en ese culito, a ver si así reacciona. 

- Va a ser que no. Venga, espabila. En un par de horas tenemos que estar en el aeropuerto y aún no hemos hecho las maletas -pongo mis brazos en jarras esperando que ella se levante, algo que al parecer, no tiene intención de hacer.

- Ya te dije que no quiero ir a Las Bahamas -me contesta con el tono de voz algo molesto. 

- Es que no vamos a ir allí –le replico- nos vamos a la Isla de Max.

Diana pega un respingo y por fin consigo lo que quería, que reaccione. Se pone de rodillas en la cama mirándome con los ojos algo rojos, producto de haber llorado por su hermana.

- Pero...¿Qué dices Charles? -el tono de sorpresa de su voz, va acompañado por los gestos de su cara. Confusión y emoción a partes iguales. 

- He hablado con Max y me ha dado las llaves de una de las casas de la isla. Así que, tú y yo hacemos las maletas y nos largamos a ver a tu hermana. Estoy hasta los huevos de que estéis peleadas.

- ¿Y si no quiere? -el tono de su pregunta ha cambiado hasta volverse cauteloso y también con algo de temor en su voz. 

- Créeme, gatita, que yo por las buenas soy el mejor del mundo, pero, por las malas tengo muy mala hostia.

Entrecierro mis ojos poniendo mi mirada más fría, algo que hace que Diana apriete sus labios y una carcajada salga de su boca. Joder, por fin después de tres días se ríe otra vez.

- Marido, eres increíble. 

Me acerco a ella y dejo que ponga sus manos en mi cuello. Ambos nos miramos y la veo sonreír, que es lo que más quiero en el mundo.

- Te pienso hacer de todo en esa isla. Llevo tres días sin mojarte el churro. Reclamo mis derechos conyugales –alzo una de mis cejas haciéndola reír de nuevo. Entonces ella hace algo inesperado, se alza la camiseta que lleva puesta, quitándosela del todo, para mostrarme sus pechos desnudos. Esos que hacen que mi boca salive y que me pregunte si me dará tiempo a follarme a mi mujer un buen rato. 

16𝑫𝑬𝑺𝑰𝑹𝑬 (Runner 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora