21. Celos nivel máximo

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📅 AL DÍA SIGUIENTE

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📅 AL DÍA SIGUIENTE

Muevo mi cabeza de un lado a otro cogiendo mis codos para flexionarlos. Me apoyo en Carlos y estiro los gemelos, primero uno y luego otro. Esteban Ocón, el último de los pilotos entra en la sala donde daremos nuestra primera clase, a la espera de que Diana entre. Hace un rato me dijo que está algo nerviosa. Que una cosa es enseñar a los trabajadores de Ferrari, y otra a tanto piloto. Pero, sé que lo hará muy bien y que podrá lidiar con ésta panda de descerebrados. 

Un silbido que retumba en las paredes y que casi me deja sordo, me hace desviar mi mirada hacia Carlos, el cual se ha puesto en mitad de la sala con los brazos cruzados mirando a los demás, con gesto serio y enfadado, todo hay que decirlo. 

- Os quiero advertir de una cosa –dice él con el ceño fruncido- la que va a entrar por la puerta es mi cuñada, así que, cuidadito. Ojo con hacerle algún comentario fuera de lugar o de insinuarle cualquier cosa. Y como pille a alguno mirándole el culo...

- ¿Qué? ¿Qué vas a hacer? –le pregunta Lance Stroll poniéndose un poco chulo. Al niñato éste le daba yo un par de buenas hostias. 

- ¿Yo? Os corto los huevos y luego mi mujer puede hacer que vuestro coche explote sin ni siquiera tener que arrancarlo, ¿me habéis entendido? -la voz atronadora de Carlos hace eco entre estas cuatro paredes. Stroll se echa hacia atrás con el rostro desencajado permaneciendo en silencio al igual que el resto de pilotos.

- A mi me ha acojonado –la voz de Max acercándose a mi lado me hace girar la cabeza y darle la razón.

- Esa es la idea -le contesto admitiendo que Carlos ha hecho lo que yo, de haber podido hacerlo. 

Carlos pasa cerca de mi y me guiña un ojo antes de colocarse a mi lado. Segundos después, entra por la puerta la cosa más bonita que hay en el mundo. Mi preciosa rubia, quien por cierto está espectacular con esas mallas azules y ese top grisáceo. Su pelo lo lleva recogido en una coleta alta y es todo sonrisas en cuanto entra por la puerta.

Sé que procura no mirarme, pero en cuanto nuestras miradas se cruzan, puedo ver como una pequeña sonrisa se forma en su boca.

- Buenas tardes chicos –saluda ella alzando su voz para que todos la oigamos bien.

- ¡Buenas tardes! –le contestamos todos a la vez, con el máximo respeto. 

- Me llamo Diana, aunque bueno, algunos de aquí ya me conocéis. Voy a daros algunas clases cuando estemos en los circuitos, así que...

- ¿Das clases particulares? –Hamilton levanta una de sus manos mirando a Diana de una manera que iba y le daba de hostias a éste también. Juro que como alguien se pase con ella, me importar una buena mierda que todos se enteren que es mi novia. 

- Esto es una clase particular –le contesta ella poniendo uno de sus brazos en jarra.

- Me refiero, a clases individuales –una risilla sale de su garganta consiguiendo que tenga que apretar mi mandíbula algo cabreado pues el idiota este, está recorriendo su cuerpo de arriba abajo y no me gusta nada su mirada.

16𝑫𝑬𝑺𝑰𝑹𝑬 (Runner 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora