Charles Leclerc. Le llaman Il predestinato. El niño bonito de Mónaco. Rico, famoso pero con un odioso destino que cumplir. Enamorarse no es una opción para él.
Diana De Luca. Un pasado marcado por la tragedia que la ha hecho desconfiar de todo llev...
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📅 MIÉRCOLES 16 DE AGOSTO DE 2023
📅 AL DÍA SIGUIENTE
- Estoy a punto de que me dé un orgasmo –levanto mis gafas de sol comiéndome con la mirada a Charles. Me relamo los labios viéndolo mover los músculos de sus brazos y como se le marcan aún más sus abdominales.
- Yo también –mi hermana me da la razón, mirando lo mismo que yo- ¿crees que lo hacen a caso hecho? Lo de provocarnos haciendo ejercicio sin camiseta.
- Rotundamente si –asiento a la reflexión de Valeria y trago saliva al ver a Charles tumbarse en el suelo para empezar a hacer abdominales- o damos un paseo o amenazo con echarme encima suya.
- Si, mejor que nos demos una vuelta. Creo que eso que dicen de las hormonas es cierto. No sé si es ésta isla o el embarazo, pero tengo ganas a todas horas -mi hermana se lleva la mano a la boca reprimiendo una carcajada, la cual yo suelto.
Me levanto de mi toalla y le tiendo la mano a mi hermana para ayudarla a ponerse en pie. Ambas nos calzamos y después de hacerle un gesto a nuestros maridos, nos alejamos caminando de la playa agarradas ambas de nuestras manos.
- ¿Habéis pensado Charlie y tú hacer público lo de vuestra boda? –la pregunta de mi hermana es algo que también me he planteado yo, miles de veces.
- Por ahora no, Val. Si una de las razones por la que no queríamos que nadie se enterara era por vosotros. En cuanto la prensa lo sepa, ya sabes...
- Si, lo sé. Dos hermanas con los dos pilotos de Ferrari, de culebrón -Valeria frunce sus labios haciendo una mueca bastante reveladora.
- No quiero que lo nuestro os perjudique también a vosotros, Val –soy sincera con mi hermana y también algo temerosa, de lo que pueda pasar cuando la gente se entere de mi matrimonio con Charles.
- Bueno, no creo que importe mucho, Di. Ya estoy acostumbrada a que me cuestionen por todo, así que, una más –mi hermana encoge sus hombros quitándole importancia a mis palabras- aunque yo empezaría por decírselo a mama primero.
- Oh, ya lo hice. Antes de irme de Caronia –le confieso recordando como mi progenitora me echó una bronca de campeonato, por haberme peleado con mi hermana y por esconderle mi boda con Charles.
- ¿Y qué te dijo? -me pregunta ella deseando saber que pasó.
- Que si algún día se casa, nos enteraremos que lo ha hecho el día que leamos su testamento. Es una cabrona. ¿Le vas a contar lo del bebé?
- Lo haré. Cuando vuelva de la isla. Ella y Lisa van a venir al Gran Premio de Italia, creo que se lo diré mejor en persona.
Mi hermana y yo seguimos paseando. Les conté todo a ella y a Carlos para que entendieran porque quise mantener todo lo de la boda en secreto. Nos sentamos debajo de una palmera disfrutando de la pequeña brisa que corre en la isla. Y es en este momento, en el que decido contarle a mi hermana otro de mis "secretos", aún a riesgo de que volvamos a enfadarnos de nuevo.
