📅 MIÉRCOLES 5 DE JULIO DE 2023
📅 DOS SEMANAS DESPUÉS
📍 MADRID
- ¿Te dará tiempo a llegar para la cena? –me bajo del taxi después de pagarle al amable conductor y camino hacia el edificio que tengo enfrente.
- Yo creo que sí. Estoy esperando a ver lo que tardo con Carlota y luego sacaré el billete de avión -le digo mordiendo mi labio pensando en que ojalá no tarde mucho y pueda irme pronto de aquí.
- ¡De eso nada! Ahora mismo te mando mi jet y en cuanto termines te vienes –me ordena Charles algo indignado.
- Si que tienes ganas de verme -le contesto con una sonrisillas. Pues si él las tiene, yo aún más.
- Muchas.
- Me viste ayer -le recuerdo demorando mis pasos para terminar de hablar con él antes de entrar a mi cita.
- Y hoy no te he visto –me recuerda él haciéndome chasquear la lengua.
- Tengo que colgar. Luego hablamos cuando salga.
- De acuerdo. Te quiero mucho Diana.
- Y yo a ti.
Le cuelgo el teléfono a mi novio sonriendo como lo que soy, una tonta enamorada. Entro en el edificio y voy hacia el fondo del vestíbulo, montándome en uno de los ascensores. Al entrar, le doy a la planta 8 y me miro en el espejo mientras sube.
Mi abogada, la que llevó todo el tema de la denuncia y mi divorcio con mi exmarido, me llamó ayer rogándome que fuera a verla. Por el tono de su voz, sé que es importante y no he querido decirle nada a nadie para no preocuparlos. En cambio, lo que les he dicho es que Carlota quería que fuera para hablar de mi próximo libro, algo que por ahora, no tengo pensado hacer.
El ascensor se abre y después de salir de el, camino por el pasillo que me lleva a su despacho. Cruzo el pequeño vestíbulo y cuando voy a dirigirme a la recepción, ella aparece por un lateral llamando mi atención.
- ¡Diana! ¡Pero qué guapa estás!
Belinda Malvarrosa es una mujer de la edad de mi madre que se ha hecho a si misma. Empezó a trabajar en el bufete de su padre, desde abajo. Y cuando aprendió todo lo que necesitaba, abrió su propio despacho, siendo el orgullo de su familia. Al morir su padre, heredó su firma, siendo ahora mismo una de las mejores abogadas que hay en Madrid. Ah, bueno, se me olvidaba, mi abuela fue profesora suya en la Universidad y también su psicóloga particular, de ahí que Belinda insistiera en llevar mi caso personalmente, y de manera totalmente gratuita.
Me agarro a sus manos y dejo que me abrace correspondiendo a su saludo de manera muy cariñosa.
- ¿Todo bien? -me pregunta ella aún con mis manos agarradas, llevándome hacia por el pasillo del fondo.
ESTÁS LEYENDO
16𝑫𝑬𝑺𝑰𝑹𝑬 (Runner 3)
FanfictionCharles Leclerc. Le llaman Il predestinato. El niño bonito de Mónaco. Rico, famoso pero con un odioso destino que cumplir. Enamorarse no es una opción para él. Diana De Luca. Un pasado marcado por la tragedia que la ha hecho desconfiar de todo llev...