Capítulo 26

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Itachi salía del baño, secaba su cabello con calma, sólo tenía su boxer sobre él, sus onix giraron con cuidado, con el filo de su mirada ubicó a su invasor -¿ahora me espías? -Naruto cerró su boca, limpió su saliva siendo evidente. Itachi sonrió divertido, arrogante -si gustas, puedo hacer más que espiarte -el Uchiha lanzó su toalla sobre el rubio, el menor rio bajito con diversión -y bien, ¿a qué debo tu invasión a mi privacidad? -el azabache se colocó su pantalón de chandal para dormir, tenía un sonrojo en su rostro, por eso había lanzado la toalla, se colocaba la playera tratando de disimular, sintió un peso sobre su cama -vez que llegó mi adorado padrino Jiraiya.

-Itachi levantó una ceja con sorpresa terminando de secar su cabello -vaya, eso es nuevo, ¿qué cara le diste a conocer?, ¿esa dulce y agradable que sólo madre y el Hokage te creen? ¿o la real? -el rubio levantó un puchero -me haces sentir bipolar desgraciado, bien, le mostré la real, ocupo su ayuda y con la cara de idiota no iba a funcionar-

El Uchiha se recargó en la cabecera de su cama junto al rubio -¿entonces? -lo vio con duda, Naruto sonrió divertido -le caí bien, me ayudará -el azabache sonrió -hoy firmé el contrato de los sapos, aprendí a invocarlos, hay unos enormes, bueno eso es tema aparte, te tengo información -Itachi lo escuchaba con una sonrisa, lo vio con sorpresa esperando esa información -habla -el rubio se acostó en su cama con las manos tras su nuca, el Uchiha lo observaba cuidadosamente -me contó que necesita entrenarme y hacerme fuerte porque existe una organización criminal integrada por shinobis rango s que comenzará a cazar a los jinchurikis para obtener las bestias con cola -Itachi apretó el ceño con molestia -Akatsuki -el Uchiha abrió sus onix con sorpresa -¿recuerdas lo que el sannin te dijo?, si me están cazando, también vienen por ti-

El azabache apretó el ceño con molestia -debemos contarle lo que sabemos si queremos que nos ayude y nos dé información -Itachi asintió -tienes razón, esto ya se volvió complicado y peligroso para ambos, necesitamos de sus habilidades de espionaje -Naruto giró sus gemas al mayor, se giró hacia él -si ese sujeto aparece y desaparece a su antojo, ninguno está seguro -el Uchiha lo vio con cuidado, acomodó un mechón de cabello rubio que caía por su rostro tras su oído, era la segunda vez que lo hacía, el Uzumaki disfrutaba esa pequeña acción, se sentía observado y procurado por el Uchiha -debemos encontrar la manera de detener su jutsu, toda técnica tiene un punto débil, he estado pensando todo este tiempo desde que Orochimaru dijo que buscaban venganza, ¿recuerdas el sello que usas para ocultar tu chakra? -el rubio asintió -¿hay manera de modificarlo para bloquear el chakra en cierta área? -el pequeño analizaba, mordió su mejilla -de hecho, hay un sello que lo hace, pero dura escasos treinta segundos -Itachi sonrió arrogante -no ocupo más -Naruto amaba esa sonrisa, lo vio con sus gemas brillosas por unos segundos perdido en su imagen, despertó de su ensimismamiento al segundo. Itachi lo vio del mismo modo, cuando sus gemas lo vieron de esa forma había quedado perdido en su mirada.

-¿Sabes?, dijo que me ayudaría si lo dejaba tratarme como abuelo, todos estos años estuvo insistiendo por mi custodia con el Daimyo, apenas le dio autorización vino a conocerme -sonrió con emoción el rubio, sus gemas se veían brillosas llenas de sentimiento, levantó un puchero, mordió sus labios para reprimir sus sentimientos? Itachi observó una cara distinta del rubio, lo había visto triste, molesto, cabreado, burlón, serio, contento, alegre, pero nunca había visto ese rostro lleno de felicidad, la mano del mayor se levantó por impulso, acarició suavemente su mejilla con el dorso de su mano -¿estás feliz? -Naruto lo vio con sorpresa, asintió ligerito algo avergonzado, disfrutaba esa caricia. Itachi sonrió quedito, bajó su mano lentamente.

Ambos se veían con cuidado, la tensión creció nuevamente entre ambos, podían sentir sus corazones palpitar con fuerza queriendo salir de sus pechos. Naruto giró su mirada hacia el techo nuevamente, mordió su mejilla -creo que debo irme -lamió sus labios con ansiedad, se levantó, el Uchiha lo vio con seriedad -te busco mañana temprano para hablar con ero-jiji -Itachi sonrió por el apodo, asintió sin perderlo de vista, el rubio salió con velocidad del lugar, el azabache talló su rostro con frustración, era un idiota, pudo tenerlo para él, lo dejó ir por no aceptar que le gusta, negó con fastidio -soy un idiota-

….

Naruto tenía un mal presentimiento con el idiota de su novio, ocultó su presencia, corrió sobre los techos con sigilo, era bastante noche, no podía sentirlo en su departamento, así que corrió hacia su chakra, su ceño estaba marcado, podía sentir que estaba con alguien más, subió a un edificio de departamentos, lo reconocía, era el edificio junto al de kakashi-nii, caminó con cuidado, vió una ventana abierta en el lugar, envió chakra a sus oídos -vamos Yugao, no puedo verte así, sabes que me duele, Hayate era mi amigo, pero tú siempre has sido el amor de mi vida-

Naruto abrió sus gemas demasiado -Genma, tiene pocos días de su muerte, no puedes venir a decirme que aún me amas, es poco decoroso ¿no ves que estoy sufriendo? -el shinobi rascó su cabello con frustración -lo sé, lo lamento, pero sólo quiero que sepas que eres lo más importante para mí, no puedo dejar que te pierdas en la tristeza -Yugao sonrió con tristeza -mañana pasaré por ti temprano, no te dejaré sola, te seguiré como una sombra hasta que logre ver una sonrisa de felicidad en tu rostro nuevamente-

La chica se dejó abrazar por el castaño mientras lloraba en sus brazos, la mano de Genma acariciaba su espalda con cariño, la veía con tanto amor. Naruto los observó con tristeza, en verdad quería hacer las cosas bien con el Genma, pero ¿cómo iban a salir las cosas bien?, si ninguno se amaba, le dolió, salió del lugar con calma hacia su departamento, limpió algunas lágrimas que rodaban por sus mejillas, él no podía aspirar a que alguien lo viera con tanto amor como Genma vio a esa chica, era el demonio de la aldea.

El infantil y el bravucón (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora