Capítulo 5

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Con su disfraz de niña caminaba por las calles con tranquilidad, levantó su rostro observando las cazuelas y las vaporeras, sus ojos se hicieron grandes -señora, mi hermana me encargó una cazuela para pescado, no puede salir por cuidar a mis hermanitos, ¿puede ayudarme a escoger una que no esté tan cara? -una azabache vio a la niña con cuidado, se veía tierna, observó sus grandes gemas, sonrió quedito -pequeña, ¿dónde está tu mamá? -la pequeña movió suavesito un puchero -murió hace poco, mi hermana ahora nos ayuda, es la mayor -la azabache la vio con tristeza -claro que te ayudo, esta es la que yo uso, no es tan cara y no se pega el pescado -la pequeña sonrió con un enorme brillo en sus grandes gemas siendo tierna -usted debe ser increíble cocinando, me recuerda a mamá -la señora sonrió linda -eres muy tierna, ¿quieres que te regale unos dulces?, hice unos por la mañana para mí hijo mayor, no creo que le moleste si te comparto un poco -sacó de su bolsa una servilleta de tela, se los dio todos, la pequeña sonrió linda -muchas gracias linda señora -la pequeña guardó sus dulces y la cazuela en la mochila de sapito, la señora acarició con cariño su cabecita -eres una buena niña, cuídate mucho, espero verte pronto -la pequeña sonrió disfrutando la caricia, se sentía bien -yo también señora, hasta luego -mientras corría recordó la vaporera, entró a otra tienda, sacó la más fácil de usar y la más barata, regresó a su departamento.

Al llegar preparó su pescado viendo con emoción que ya no se pegaba, preparó arroz en su vaporera y algunas verduras, les puso sal y pimienta igual al pescado, sonrió con emoción, sería la primera vez que comería algo súper decente, juntó sus manitas -gracias por la comida -comenzó a comer con emoción disfrutando el sabor -soy casi un chef -masticó con emoción, comió con velocidad, estaba por terminar cuando un anbu apareció en su ventana, sus ojos parecían molestos -engañaste a esa señora y te quedaste con sus dulces -Naruto masticó lentamente su último pedacito de pescado y verdura, analizaba la molestia del azabache, había robado, engañado, maldecido, pero no se había enojado, abrió sus ojos con diversión -¿a caso eran tus dulces? -sonrió con maldad colocando los dulces sobre la mesa, el anbu vio con cuidado al rubio, se había delatado -son míos -nadie se metía con sus dulces, lo vio mientras engañaba a su madre, preparaba su comida y la devoraba, estaba cabreado. El Uzumaki metió uno en su boca con diversión y burla, sus ojos se abrieron demasiado con un enorme brillo -están deliciosos, ahora veo porqué peleas-

Itachi apretó el ceño -dámelos -el azabache estiró su mano, el pequeño los guardó con velocidad en su pantalón metiendo otro en su boca -no te daré nada ttebayo, si me los quitas iré con ella y le diré que un anbu con máscara de comadreja me los arrebató, lloraré y haré una enorme escena, tu misión es mi seguridad, así que no delatarás mi identidad -Itachi estaba rojo de coraje, nunca se había enojado tanto, quería sus dulces, se lanzó sobre el pequeño queriendo arrebatárselos. Naruto sabía que si se pasaba cambiarían al anbu y el siguiente anbu lo delataría, comenzó a reír con diversión mientras se escabullía de sus manos, el anbu tomó su pie derrumbándolo, comenzó a tratar de llegar a su bolsa del pantalón, Naruto reía sintiendo cosquillas mientras se defendía, el rubio hizo brillar sus ojos como un zorro -le diré a jiji que me manoseaste ttebayo -el azabache se quedó de piedra -es mentira y lo sabes -el rubio bajó su máscara  con diversión aprovechando su distracción, la robó metiéndola en su playera, gateó alejándose un poco.

El Uchiha afiló su mirada buscando su oportunidad, Naruto lo vio con cuidado, sus ojos se abrieron bastante al ver el hermoso chico frente a él, un gran sonrojo cubrió sus mejillas, sonrió con algo de picardía -hagamos algo, yo te regreso tu máscara y la mitad de los dulces -Itachi afiló su mirada viendo con sospecha esa mirada -¿a cambio de qué? -el rubio sonrió coqueto -quiero un beso en la mejilla -el azabache abrió sus onix con sorpresa, lo vio con sospecha -¿por qué? ¿qué ganas con eso? -el rubio sonrió divertido -¿cómo que, qué? un beso de un chico guapo -un sonrojo se mostró en el Uchiha -tch ¿me prometes que me darás la máscara y la mitad de los dulces? -Naruto asintió -lo prometo-

El azabache lo pensó con cuidado, sólo era un beso en la mejilla, no había más, mordió su mejilla viendo el rostro del pequeño, se acercó lentamente, un sonrojo volvió a cubrir sus mejillas, se acercó dispuesto a besarlo, el pequeño sonrió con maldad por dentro, giró su rostro sosteniendo las mejillas del mayor, besó sus labios suavemente en un piquito. Itachi abrió sus onix demasiado, Naruto lo soltó, el azabache lo veía con sus onix muy abiertos, había robado su primer beso, tenía casi doce años, el pequeño traicionero tenía seis años, lo había engañado -dijiste en la mejilla -habló con molestia, Naruto negó -te lo dije -sonrió feliz -mi primer beso fue con un chico guapo -el pequeño sonrió con emoción bajo la mirada molesta del mayor, se sentó en la mesa con descaro y puso la máscara en el lugar, sacó la servilleta y le dió la mitad de los dulces -toma, puedes comerlos -Itachi se acercó con extremo cuidado, el mocoso era de cuidado, tomó los dulces y la máscara, salió con velocidad del lugar. Naruto bajó el rostro con tristeza, creyó que los comería con él, tal vez se había pasado.

El infantil y el bravucón (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora