El infantil y el bravucón (Itanaru)

Capítulo 30

Naruto abrió sus gemas con sorpresa, su corazón latía con fuerza, un enorme sonrojo cubrió sus mejillas, trataba de controlarse, a la mejor se sentía mal por el ruido y la gente -¿qué sucede? -el Uchiha enterró su rostro en su delgado cuello, absorbió su aroma a vainilla con descaro consiguiendo un nuevo nivel de sonrojo en el rubio y que su corazón quisiera salir disparado -¿qué... -tragó pesado el menor -¿qué sucede? -Itachi se sentía briago con su aroma -no puedo más -Naruto apretó el ceño con duda -¿te cansaste y me estás usando de recargadera? -el mayor sonrió con diversión -no digas estupideces, estoy tratando de decir algo, no me interrumpas -el rubio levantó un puchero, asintió más tranquilo, se había puesto nervioso por su actitud, se dejó hacer disfrutando sus brazos, su calor, esa sensación y su aroma que le estaba encantado.

-Ya no puedo más, no soporto cuando te veo con otro -Naruto reaccionó, su corazón comenzó a latir con más fuerza, el sonrojo volvió a su rostro -no soporto que otro te vea, que otro te toque, no quiero sufrir nuevamente esa sensación, esa sensación de perderte, esos celos, me asfixian, siento que me ahogo cada vez que te veo sonreír para ese hijo de puta -las gemas del rubio trataron de encontrar los ojos del Uchiha, pero este se enterró aún más en su cuello.

Naruto podía ver el sonrojó en sus mejillas en ese ángulo -no quería aceptarlo, no quería verme como un idiota, después de tanto tiempo aceptar que... -mordió sus labios -pensé que si te decía me tomarías como estúpido por darme cuenta hasta que te ví con otro -el rubio comprendió porque su vergüenza, por un momento creyó que también lo rechazaba, sus manos subieron por su espalda suavemente, lo abrazaron con amor.

El Uchiha con ese acto se sintió con valor, le dio el valor que le faltaba para continuar, levantó el rostro viendo las gemas aguadas, nerviosas, estaba igual que él. El mayor tomó su pequeño rostro en sus manos, se acercó acariciando su nariz con la suya en un suave movimiento -me gustas mucho, te quiero para mí -Naruto hizo un puchero, mordió sus labios evitando que temblaran, sus gemas estaban por derramarse observando los onix, lo veía con miedo a que todo fuera un sueño, una ilusión -no es... -lamió sus labios con miedo -¿no es broma verdad? -Itachi sonrió con cariño, rozó sus labios con los suyos, la distancia se perdió, lo besó suavemente, el rubio abrió sus gemas demasiado, lentamente las cerró recibiendo ese beso suave, una corriente eléctrica pasó por ambos haciendo sus cuerpos erizarse al momento, tanto había deseado sus labios, escuchar esas palabras, suavemente se separaron con un leve sonrisa.

-¿Entonces? -Naruto sonrió travieso -¿entonces qué? -Itachi volteó sus ojos -demonios, acabo de declararme -el rubio le dio un piquito, el azabache se sonrojó nuevamente -no escuché pregunta alguna -el Uchiha lo vio con filo, tomó su pequeño rostro entre sus manos, robó nuevamente un beso, esta vez coló su lengua saboreando el sabor del pequeño, jugando suavemente con su lengua, sus labios se movían sobre los del pequeño con necesidad en un vals en el que ambos se sentían cómodos, el rubio se sentía briago, perdido en ese beso, le había robado el alma con descaro el Uchiha. El aire comenzó a faltar para ambos, se separaron lentamente, el mayor susurró en sus labios viendo su mirada perdida, el rubio también era un chico orgulloso y gruñón al igual que él -¿qué sientes por mí? -el Uzumaki lo veía sintiendo los efectos de una droga pasar por su cuerpo, estaba mareado y deseoso de más -siempre... siempre te he amado -

Itachi abrió sus onix demasiado, creyó que siempre quería burlarse de él, siempre tomó como un juego sus insinuaciones y coqueteos, en verdad era un estúpido, lo besó con cariño suavemente -te prometo que no te dejaré ir si me aceptas -le dio otro piquito -no te lastimaré, sólo dime que sí -Naruto asintió aún perdido, jaló de él robando un nuevo beso, podía sentir la lengua del mayor en su boca, sus labios se movían suavemente sobre los de él, era tan distinto besarlo, nunca se sintió de esa forma con el Shiranui.

-¿Quieres ir a caminar? -el rubio salió de su nube para ver al mayor algo avergonzado, sonrió coqueto -¿me estás pidiendo una cita Uchiha? -Itachi sonrió de lado, con algo de maldad -bueno sí, eres mi novio -Naruto abrió sus ojos demasiado, un gran sonrojo lo cubrió -¿cuándo dije que sí bastardo? acabo de terminar al idiota de mi ex hace unas horas -Itachi negó pícaro -lo dijiste hace unos momentos después de decir que siempre me has amado -el Uzumaki se cubrió de un intenso rojo -¿cu... cua... cuándo di... dije eso bastardo? -

El azabache pagó la cuenta con el pequeño siguiéndolo mientras salían -después de besarte te pregunté, ¿qué sentías por mí? -el rubio abrió sus ojos al recordar su estado, lo apuntó -lo hiciste adrede, me sedujiste y me envolviste, me engañaste -Itachi negó con una leve sonrisa traviesa -sólo te besé y te pregunté, no es mi culpa que te hayas perdido en una nube ¿o sí?, espera, tal vez si fue mi culpa -

Naruto abría y cerraba su boca tratando de reñirlo -entonces es verdad, no lo negaste, mi beso te dejó en una nube y tampoco negaste que me has amado siempre -el rubio se lanzó sobre él haciéndolo reír a carcajadas -pagarás ttebayo -era raro escuchar su muletilla, el azabache sonrió, sabía que estaba feliz igual que él, lo atrapó de la cintura con firmeza, lo atrajo a él, lo besó suavemente, su rostro acarició suavemente el del menor -no seas orgulloso, yo... -lamió sus labios con vergüenza tragándose su orgullo -yo también te amo -Naruto lo vio con sus grandes gemas sintiéndose feliz, sonrió con un brillo hermoso en sus azules, levantó su mano mostrando sus pockys, los había sacado de la bolsa del Uchiha, el rubio se echó a correr riendo con diversión, Itachi no regalaría sus pokys tan fácilmente.