Capítulo 7

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A partir de ese día se dio cuenta que había creado un enamoramiento por el Uchiha del que por cierto, al mayor le interesaba bastante poco, le dejó de hablar y el rubio no iba a rogar, simplemente lo ignoró, de vez en cuando se sorprendía suspirando por el bastardo, hasta que un día comadreja dejó de cuidarlo. Naruto veía la pared de su habitación con fastidio -¿qué sucede Naruto? -el rubio se sentó con sorpresa viendo a Inu en su departamento, negó con fastidio -estaba haciendo ejercicio y me cansé -el peliplata sonrió.

-Es increíble que seas tan dedicado, sólo no vayas a lastimarte -Naruto sonrió quedito -¿comerías conmigo Inu-san? -el anbu asintió acompañándolo a comer, el mayor le preguntó sobre sus avances, el rubio fue limitado en sus palabras y lo que decía -olvidé avisar a mi equipo que llegaría tarde, dame un segundo -Naruto afiló su mirada viendo los sellos de manos, los hizo rápido, pero no para un enemigo, así que con cuidado pudo seguirlos, con sorpresa vio aparecer un clon y no uno cualquiera, era uno físico, sonrió con maldad el menor en su interior -eso fue increíble Inu-san -el anbu sonrió de ojos -cuando seas grande estoy seguro que lograrás hacer el clon de sombra -el rubio sonrió lindo, cuando el anbu se fue el pequeño practicó el clon, no duró mucho cuando logró obtenerlo, brincó con emoción, comenzó a darle órdenes -hazme un masaje en la espalda, después en los pies -después de algún tiempo se cansó de ser mimado por él mismo y desapareció al clon, sus labios se abrieron en una enorme "o" y sus ojos se hicieron enormes, sonrió con maldad.

…..

El pequeño corría por el bosque a gran velocidad superando obstáculos con sus sellos de peso, eran una bendición esos clones, había avanzado a pasos agigantados con su ayuda, colocó cortinas gruesas para que los anbus no lo descubrieran, puso seguro en sus ventanas, un puño de sus clones estudiaban y practicaban el control de chakra, mientras él salía y se ejercitaba, mientras tanto él corría, algo llamó su atención, gateó suavemente entre los arbustos -debemos buscar la forma de detener ese golpe de estado Itachi, se acaba el tiempo -el menor asintió nervioso -padre no quiere escuchar de razones, se ha vuelto loco Shisui -el mayor negó -piensa, debe haber algo -ambos guardaron silencio analizando -¿hablar con el Daimyo y presionar a padre con el conocimiento del golpe de estado? -Shisui lo vio con cuidado -el Daimyo querrá ratificar la alianza, tío tal vez no esté de acuerdo, pero cabe la posibilidad de que logremos algo, ya no perdemos nada, se acerca la fecha-

Ambos comenzaron a correr -¿quién demonios era ese chico que se toma tantas confianzas con Itachi? -recordó la plática del Hokage con Inu, negó con fastidio al entender lo del golpe de estado, entonces era el papá de Itachi quién lo estaba formando, por lo que vio, Itachi y el idiota querían impedirla, mordió su mejilla con molestia, salió del lugar continuando con sus ejercicios, debía hacerse poderoso, aún no sabía que haría, sólo sabía que debía recuperar sus cosas, tal vez huir o tal vez ser su Hokage o tal vez hacerse millonario con recompensas, sonrió con locura, lo que hiciera tenía que hacerlo bien.

Cuando cerró la puerta de su departamento, su ventana se abrió dejando ver a un anbu conocido -no deberías escuchar pláticas ajenas -Naruto mordió su mejilla, había sido descubierto, levantó sus hombros restándole importancia, entró a su cocina y lavó sus manos, podía sentir que el anbu lo veía atentamente -¿no sé suponía que habías abandonado tu misión? -comadreja apretó el ceño -no abandoné mi misión, me reasignaron -

Naruto sonrió con sorna, no le creyó -¿qué quieres?, ¿que no diga nada? no lo sé, tu clan es de los que más me agreden, tal vez si voy al centro de la plaza y lo gritó con ese tierno disfraz, dejen de ser un problema para mí -comadreja lo vio con cuidado -¿qué quieres para que te mantengas callado? -el rubio lo vio con cuidado, afiló su mirada -de ti nada, vete -tenía su orgullo, sí era su amor platónico, pero lo había hecho sentir que no tenía importancia, además lo había abandonado.

Itachi apretó el ceño -¿por qué siempre debes comportarte de esta manera tan infantil? no siempre lograrás salirte con la tuya -Naruto apretó el ceño sintiéndose atacado, ¿quién demonios se creía?, se puso rojo de coraje, explotó -tal vez porque soy un niño maldito genio -el azabache lo vio con sorpresa, a pesar de gritar se veía triste -yo sólo quería llamar tu atención y ¿qué hiciste?, ignorarme y después lárgate, sólo quería un amigo con quién jugar, tal vez si hubiera tenido una linda madre como la tuya no fuera tan irritante para el señor madurez, ahora lo sabes, lárgate, no le diré a nadie que al bastardo de tu padre le importa poco la mierda de aldea, ni que tú clan está lleno de idiotas, no creas que lo hago por ti, agradece que tu madre me agradó -

Itachi mordió su mejilla, el niño lo había hecho sentir una mierda, era verdad que era un niño que sólo buscaba atención, también era verdad que su propio padre había provocado todo esto, tal vez si no hubiera estado tan presionado hubieran hecho amistad, el pequeño le había dado una ofrenda de paz que él tomó y aún así decidió ignorar al chico, tal vez él era el infantil.

-Lo lamento, había estado presionando -Naruto levantó su mano con molestia deteniéndolo -vete, no quiero tu lástima -el rubio comenzó a sacar cosas de la mochila de sapo, cosas que evidentemente había robado como kunais, una piedra para sacar filo, un tapete de diana para practicar puntería, unas cortinas nuevas. El Uchiha lo observaba con cuidado, era un niño difícil, pero podía entender el porqué, la gente se había enseñado con él -cuando esto se resuelva, puedo enseñarte a tirar el kunai adecuadamente -Naruto apretó el ceño, lo ignoró, continuó su labor, comenzó a colgar las cortinas en la cocina, no quería mirones y las cortinas que tenía eran mantas viejas, obviamente no le había creído, ¿quién lo ayudaría sin querer nada a cambio?, el Hokage lo ayudaba porque no tenía de otra, al parecer tenía que darle cuentas al sabio sapo que no dejaba el consejo acercarse a él, Inu lo ayudaba por remordimiento, era el alumno de su padre, no era idiota, había investigado adecuadamente, tenía un clon noche y día con un sello de chakra detrás del librero de la oficina del anciano esperando un sapo de ese sujeto para acusar al anciano, tal vez de esa manera podía conseguir ayuda en su entrenamiento. Itachi mordió su mejilla sintiéndose mal, salió del lugar sin decir más, Naruto lo observó salir de su departamento, suspiró quedito con tristeza, debía prepararse, en unos días entraría a la academia.

El infantil y el bravucón (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora