Capítulo 31

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La puerta de su habitación sonó -Itachi cariño, sé que es temprano, ¿pero podemos hablar antes de que vayas a trabajar? -el Uchiha abrió sus ojos sintiéndose norteado -sí madre, ahora voy -giró sus onix con duda sintiendo un peso sobre su cuerpo, unos cabellos rubios se asomaban bajo la manta, abrió sus ojos bastante, comenzó a recordar que fueron a la tienda después del parque y compraron una dotación de dulces, pasaron la noche platicando y besándose, durmieron hace pocas horas, ¿podía tener alguien resaca por exceso de dulce?, la respuesta era sí, sonrió con diversión -¿Naruto? -el rubio levantó su mano, tapó su rostro -shhh tengo sueño -el Uchiha mordió su mano -aush -el pequeño levantó el rostro con un puchero evidente -me daré una ducha, si piensas quedarte en mi cama será mejor que la tiendas al final -el menor asintió -pones un sello de privacidad, no quiero que Mikoto-san me atrape tan descaradamente-

Alerta lemon

Itachi sonrió divertido, se metió en la ducha, no sintió que un rubio curioso y pervertido lo siguió -vaya -el Uchiha giró su rostro con sorpresa -¿qué haces? -el rubio lo observó de arriba a abajo descaradamente -eres mi novio, tengo derecho a ver y por kami, siento que me dará un infarto -el Uchiha sonrió arrogante -¿entonces supongo que te gusta lo que ves? -el rubio mordió sus labios -bastante -el Uzumaki comenzó a quitarse la ropa lentamente siendo atrevido y seductor.

Itachi lo observó desnudarse para él, se puso bastante duro, lamió sus labios con deseo, creó un clon fuera de la habitación que fue a hablar con su madre, colocó un sello de privacidad en el cuarto, sus onix vieron al rubio entrar a la ducha con él, el pequeño rodeó su cuello, se levantó en puntitas besando sus labios, el Uchiha lo tomó de la cintura, la apretó con firmeza uniendo su cuerpo al suyo, ambos podían sentir el calor de sus cuerpos, sus miembros duros rozaban uno con el otro.

El Uchiha lo besó con deseo, sus lenguas jugaban una con la otra tratando de seguir el paso, sus labios se movían en sincronía perfecta, las manos del Uchiha bajaron lentamente por su suave y firme trasero, lo apretaron con morbo obligándolo a subir sus piernas alrededor de su cadera. Naruto bajó su mano tomando ambos miembros comenzando a masturbarlos suavemente -mhn… mhn -una de las manos del Uchiha aprovechando la humedad del agua se coló suavemente en su pequeña entrada, el rubio abrió sus labios -ahhh -el mayor lo veía con deseo y adoración, le había encantado ese gemido de los labios del rubio, tomó nuevamente sus labios en un beso desesperado, su dedo comenzó a entrar y salir suavemente, un segundo dedo le siguió, la mano del rubio preparaba el miembro del Uchiha para él, lo masturbaba con deleite, era grande y suave.

Los dedos del Uchiha salieron, ya no podía aguantar más, levantó un poco al rubio, lo dejó que él mismo se atendiera con su miembro, comenzó a entrar suavemente a su ritmo -ca…rajo… eres muy… grande ahhh -Itachi apretó su mandíbula sintiendo el interior apretado del pequeño, le había encantado, tomó sus labios nuevamente sin querer dejarlos escapar, esperaba la autorización para poder moverse, el pequeño rubio estaba demasiado mojado, sentía como dilataba con velocidad, comenzó a moverse suavemente sobre el miembro duro y grueso como una roca del Uchiha, se abrazó con fuerza a él sintiendo como lo llenaba por completo.

Itachi sentía que su miembro dolía, debía tomarlo más fuerte, se giró con el pequeño, lo recargó en la pared de la ducha -sostente con fuerza -el rubio se aferró a su cuello, abrió sus labios cuando sintió la primera estocada, las embestidas se hicieron fuertes y rápidas -ahh ahh ahhhhh -la ducha se llenó de ruidos obscenos entre ambos, gemidos que los volvían locos. El Uchiha recargó sus brazos en la pared, aceleró el ritmo. Naruto sentía que se desmayaba de tanto placer, el miembro del Uchiha golpeaba su punto de placer una y otra vez volviéndolo loco, el azabache sentía las paredes del pequeño apretarlo con fuerza, succionándolo con deseo, lo quería adentro, lo deseaba -no… pares ahhh -Itachi obedeció observando el rostro del pequeño lleno de placer, las embestidas se hacían erráticas y fuertes -un poco ahh masssss ahhhhhhhhh -el Uchiha no soportó más, ese orgasmo lo había llevado al límite, se liberó en su interior sintiendo como llenaba el lugar, los ojos del rubio se perdieron en el calor de la liberación del mayor, respiraban agitados tratando de recuperar el aire perdido, se movían lentamente queriendo contener todo ese placer.

Azules y onix se veían perdidos en el otro, el pequeño bajó de su cuerpo, comenzó a hincarse frente al mayor, el Uchiha se puso duro sólo de verlo de esa forma frente a su miembro. Naruto podía sentir como su esencia salía de su cuerpo, aún había en su miembro, lo masturbó un poco lo metió en su boca disfrutando el sabor del mayor, su textura, su pequeña lengua comenzó a jugar suavemente. Itachi tomó sus cabellos rubios, con necesidad de sentirlo, el de gemas azules lo vio con morbo y deseo -quiero sentirte Itachi, muévete -susurró, el Uchiha apretó sus rubios, comenzó a moverse suavemente sintiendo su pequeña boca, su lengua juguetona, con sus dos manos sostuvo su cabeza, comenzó a acelerar escuchando como a momentos se ahogaba un poco -no pares quiero más-

Itachi sonrió al verlo tan sensual -ahhh pequeño masoquista ahhh -comenzó a acelerar, el rubio lamía con necesidad como si fuera una paleta que tuviera que acabarse, se ayudaba con sus manos a cubrir el miembro por completo, el Uchiha se sentía perdido, le encantaba lo que le hacía sentir, en una última estocada sintiendo el fondo de su boquita, se derramó en un gemido grave  Naruto tragaba con deleite, estaba demasiado caliente y deseoso, lo había deseado con locura, se había masturbado pensando en él tantas veces, quería que lo llenara por completo. El Uchiha lo levantó con velocidad, lo colocó contra la pared, levantó su trasero, de una estocada entró siendo tosco, a Naruto le prendía que él lo hiciera como quisiera, sólo él podía causar ese efecto. Las manos del mayor apretaron su cintura con fuerza queriendo escuchar los gemidos del rubio -me vuelves… loco ahh -Naruto sintió que perdió el piso con esa frase, sus gemidos aumentaron -ahh ahhh ahhh -se aferraba del azulejo como podía, su rostro sentía el frío de la pared, sus pies ya no tocaban el suelo, nunca había sentido tan delicioso ser tomado, embestida tras embestida mancillaban su entrada delirándolo, hasta que no pudieron más y ambos se liberaron una vez más con fuerza, los dos comenzaron a caer de rodillas al piso respirando con dificultad, tratando de contener el poco aire que entraba en su cuerpo, el rubio no quería parar se sentó a horcajadas sobre sus piernas, se atendió con su miembro.

El infantil y el bravucón (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora