16. Filosofía barata

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Love on Top – Beyoncé


Danka

La noche final en New Jersey, sin duda, se va a quedar grabada como una de las más locas de esta gira. Hoy fue el último show en esta ciudad, específicamente en Ocean County y, con la salida de Liz al escenario, las energías quedaron en un nivel altísimo. Ya desde el backstage, la idea de hacer una guerra de karaoke entre ambas bandas se hizo notar y no hubo una sola persona que se pudiera negar. Al menos, para mí no fue una opción. Desde el primer mojito que estaba claro que seguiría al pie de la letra el vox populi vox dei.

Antes de salir del baño, me doy un rápido vistazo. La humedad de la costa me hace parecer más pelo que persona, de la forma más patética posible, pero ya había estado mucho tiempo con una coleta alta y el dolor de cabeza que dan esas mierdas cuando tienes cantidades industriales de cabello, no lo recomiendo si están cercanas a la ebriedad. Lo juro.

Espera, no. No puedo salir tan rápido del baño. ¿No tendré un papel pegado en el zapato? Recuerdo una que vez me pasó y...

—¿Qué estás haciendo dando vueltas sobre ti misma, Danka? —La voz de Darla se hace escuchar por sobre la música del vip—. ¿Estás bien, pequeña?

—Sí, solo estaba... No importa —reculo, ya que no necesita saber mi historia con el papel higiénico—. ¿Y tú, todo bien?

Ella se sonroja casi inmediatamente, tanto que incluso con esta tenue luz es notorio. Me acerco y la tomo del brazo, para llevarnos de vuelta con el resto, no obstante, Darla no se mueve del lugar.

—Espera —pide, poniendo su mano sobre la mía—. Necesito un momento.

—Ya me estás asustando, cariño.

Leloquetier niega con la cabeza.

—Es algo absurdo, ya se me pasará.

—Puedes decírmelo —la insto.

—No estoy acostumbrada a sentir celos y... No estoy segura de que me agrade —revela, después de unos segundos de indecisión—. No es que Ko esté haciendo algo malo, solo que... —Las palabras se le atropellan para salir de su boca— No puedo evitar sentirme insegura cuando habla con Annisse, pero sé que está mal, porque...

—Wow, amiga, no te compliques tanto —la interrumpo, un poco movida por el alcohol—. Tienes celos por tu novio, puede que no sea la mejor sensación del mundo, pero ¿está mal? Yo creo que es normal, ¿o no? Bueno, no soy una autoridad en el tema tampoco. Nunca he visto a mi novio hablando con su ex, seguro me hierven hasta los jugos gástricos.

Mis palabras logran que Darla se ría tímidamente.

—No sé si me arde eso, pero sí otras cosas.

—¡Habla ahora, Darla Leloquetier! —exclamo, con sorpresa.

—¿Es normal querer acércame a él y comerle la boca?

La risa se me queda estancada en la garganta, como un espasmo.

—Creo que es una respuesta de lo más racional —indico, divertida.

Darla se cubre el rostro con ambas manos.

—¡Qué vergüenza!

—¡Vergüenza da robar, chica, no ponerte cachonda con tu novio! —Dicho esto, me asomo por el final del pasillo, tratando de divisar al susodicho. Una vez lo localizo, me vuelvo a dirigir a la vocalista—. Yo te cubro.

Sin escuchar su réplica, me dirijo hacia el bar, donde se hallan Kosuke, Annisse, Hans y Adam hablando. Este último se encuentra preparando un trago con su usual maestría, solo que hasta ahora nunca lo había visto hacerlo con una sonrisa de oreja a oreja. Me sacudo el pensamiento, manteniendo el foco en lo que se supone que me propongo.

Latch (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora