28. El que ríe último, ríe mejor

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Careless Whisper – George Michael


Danka

Hay una lista bastante ridícula de cosas que son ilegales en Estados Unidos. Por ejemplo, en una semana tendré la edad suficiente para enviar un currículum a Hooters, pero si tengo ganas de ir a un stripclub para mi propia "diversión", debo esperar a tener veintiuno. Lo mismo con el alcohol: basta con dieciocho para poder ser bartender, pero veintiuno para emborracharme legalmente... ¿Sorprende que todo esto me importe un soberano pepino? Por supuesto que no.

Desde los quince bebo y hago estupideces fuera del marco legal, porque si mi padre dice que soy la peor desgracia de su familia. Debo tomar muy en serio el papel. Creo que antes lo hacía para autodestruirme, no obstante, hoy quiero ser exactamente lo que piensa de mí y estar orgullosa de ello. ¿Raro? ¿Hipócrita? No lo sé, pero este puto mojito está delicioso. Así que, como diría mi amiga La Roux:

This time maybe I'll be bulletproof! —canto (o grito) usando el vaso de micrófono.

—¡AMO ESTA CANCIÓN! —vitorea mi mejor amiga.

Kosuke, Darla, Kaoru y yo estamos bailando animadamente, Cuando Liz cambia la canción, el primero se dirige a nosotras.

—Supongo que son tres mojitos para Bombón, Burbuja y Bellota —ofrece Ko.

—Pero ¿tú estás bien, amor? —le pregunta Darla, tomándolo de la tela de su camisa cuadrillé para que se agache—. Puedo dejar de tomar y disfrutar contigo. Tráeme un jugo, solamente.

Él, en respuesta, le da un beso.

—Elo, es tu cumpleaños —señala, tratando de tranquilizarla—. Estoy bien, cariño —insiste—. Además, seguro que yo estoy más drogado que cualquiera en esta casa. El alma de la fiesta, me dicen.

En ese instante, Kaoru le arroja un cojín de lleno en el rostro a su hermano.

—Tú solo dinos si te sientes mal, Ko.

El aludido mira con ternura a las que, me atrevería a decir, son sus personas favoritas en el mundo. Pero no alcanza a contestarles, puesto que por los parlantes se escucha la voz de Hans, que ha tomado el micrófono. Las luces suben y me cuesta adaptarme.

—¡Hoy la fiesta es en mi boca, vénganse todos!

Ah, bueno. El hombre no anda con rodeos. La risa es generalizada, salvo por Adam, que le chifla en señal de abucheo. Yo tengo que taparme la boca para que mi risa no se escape como una desquiciada ante tal escena.

—Gracias, gracias, Addie. —Luego de una breve pausa, agrega—: Yo solo venía a decirles que se acaba de abrir una sección donde pueden dedicarle una rolita a Darla por su cumpleaños, ¿qué les parece? ¡Parto yo! Como mi buen amigo, el de las mejores nalgas de la banda, ha dejado claro que su novia es intocable para mi humor indecente, ¡esta canción va para él, con todo mi amor! ¡Uchiha, tus nalgas son como dos pompas de jabón y me muero por reventarlas!

Kosuke no tiene oportunidad de quejarse, cuando comienza a sonar Hot 'n' Cold de Katy Perry. Enseguida, todos los Dark Wolves se juntan al centro de la pista de baile, para zamarrearse entre sí, especialmente al novio de la cumpleañera. Es muy extraña la forma que tienen los hombres de demostrarse cariño, pero yo que crecí rodeada de los amigos de mi hermano, no me sorprendo demasiado de que disfruten golpearse. Jaja. Igual y es un poquitín patético, pero yo mejor no juzgo.

—Supongo que nuestros mojitos no van a llegar —dice Kaoru, resignada—. Definitivamente, tenemos que conocer a más hombres, empiezo a creer que necesito terapia por encontrarlos atractivos.

Latch (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora