15. Mi buen amor

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— así es, Link, Teba también fue testigo de todo lo ocurrido, eso me ayudó mucho a que estas nuevas generaciones no me tratasen de loco — bromeó — lamento que te esté contando esto ahora que Teba está lastimado por la bestia divina, sé que no pudieron con ella a pesar de darle en sus puntos débiles, algo aún no permite que entres... y espero que esta historia ayude a que Vah Medoh deje de atacarnos, solo Revali y la princesa sabían como manejarla bien.

Hace 100 años

Luego de que Kaira terminase de cantar, a penas vio su presencia se acercó para preguntarle por su salud, tal como temía, le recalcó que tenía razón en que sus problemas eran menores y que ella estaba exagerando al decirle que no era buena idea que caminase aquel día.

— bueno... me alegro que estés mejor, eso es lo que importa — sonrió —recuerda no sobre exigirte ¿sí? eres capaz de muchas cosas sin necesidad de torturarte.

— ¿ah? — ese sonido salió sin su permiso de su pico, la cercanía y preocupación que estaba forzando Kaira entre ellos le hacía sonrojar, desvió su cabeza hacia otro lado para no demostrar sus colores — mejor preocúpate por ti en irte pronto a tu casa, este lugar no es para ti.

— ¿por qué dices eso? — Kaira no fue indiferente a su sonrojo, eso le llenaba de más dudas aún sobre qué pensaba el orni sobre ella ¿su presencia era realmente molesta para él? ¿o también buscaba su compañía?

— lo digo por tu bienestar — infirió tajante — si sigues acá nadie estará para defenderte, yo fui elegido por el rey de Hyrule para proteger al reino y a los ornis, pero tu intento de felicidad falsa y fingir que nada pasa sólo corrompe más a la población e interfieres en asuntos de la realeza, no es momento de cánticos, Kaira, hay que estar atentos ante cualquier cosa, y si andas merodeando con tu guitarra vas a despistar a todos de lo realmente relevante — era primera vez que decía su nombre, eso hizo que ambos sintieran extraños nervios recorrer sus estómagos.

— ¿qué tiene de malo? ¿qué tiene de malo querer darles un momento de felicidad a los demás? también hay niños que no entienden lo que pasa, y cada vez que vengo es la primera vez que sonríen en el día, no todos somos como tú, afrontamos distinto la situación, y si tanto te molesta es mucho mejor que te vayas callado.

Estaban discutiendo relativamente bajo, solo Meyrath escuchaba debido a la cercanía con Kaira, batallaba con él mismo para no explotar de cólera.

— no voy a dejar que una hyliana como tú me trate de esa manera, deberías tener más respeto por tus superiores, más si sabes cuál es mi posición, tu exagerada amabilidad me molesta, hubiese preferido morir que haber sido curado por ti.

— es mentira, desearía desmayarme mil veces para caer en tus brazos —

Ninguno entendía con claridad cómo comenzaron a discutir, palabras hirientes iban y venían, ambos estaban dejando salir todo lo que tenían acumulado desde que se conocieron.

— ¿por qué me tratas así? sé que ahora pude ser hiriente, pero yo sólo quería ayudarte, quiero conocerte ¿qué hice para que seas tan despectivo conmigo?

— ¡por eso! no tengo tiempo para conocerte, desde que te vi me molesta tu voz, tu presencia, cada vez que te acercabas rezaba para que no me llenaras de preguntas, no sé a que viniste, pero desde que estás acá revolviste mi mundo entero... y no tengo tiempo para lidiar con eso, Kaira, tengo cosas más importantes que hacer, como rescatar a la humanidad.

Ambos se observaron en silencio, ninguno procesó lo que se habían dicho, eran sus corazones hablando, sus mentes habían decidido no interferir, en cualquier momento iban a explotar, y en aquel momento ocurrió la gran explosión.

Kaira no sabía que pensar ¿por qué su mera existencia le molestaba tanto?

Meyrath no aguantó más, se dio media vuelta y tomó la muñeca de su hermana — no vuelvas a hablarle así a ella, solo te ha ayudado desde que te vio ¿y así la tratas? muy campeón serás, pero necesitas ser agradecido con los demás para poder llevar con orgullo ese cargo.

Revali miró al menor de forma despectiva, chasqueó la lengua y movió una de sus alas hacia arriba y abajo como símbolo para echarlos.

— cuando los rescate a ustedes y a su familia de morir en manos de Ganon, me lo agradecerán.

Kaira y Revali se miraron por última vez, la hyliana estaba desconcertada por la situación, y la mirada del alado seguía igual de fría, pero pudo ver por unos segundos arrepentimiento en sus orbes.

El orni caminó hasta la orilla de la plaza, donde no había vallas para proteger a los no alados de las caídas, para emprender vuelo en dirección al lugar de entrenamiento, donde se encontraría próximamente con Teba.

— vamonos a casa — susurró Meyrath, agradeció que nadie se había dado cuenta de la discusión, todos siguieron con sus vidas después de que Kaira cantó.

...

— para que veas lo joven que era, Link, que pude salir de acá y escuchar la discusión que tuvieron, Revali tuvo que haber tenido todos esos miedos y luchas internas tan incrustados que terminó por sacarlos, pero no de la mejor forma.

— joven viajero, espero que no te estés aburriendo, pero estoy relatando cada detalle por si son relevantes para liberar a Vah Medoh, si te das una vuelta por el pueblo, algunos te dirán que ellos tuvieron hijos, otros te dirán que fue una mentira inventada por mi, pero lo que te estoy contando es la pura verdad... Cuando Revali cayó, me encargué de mantener su memoria, por eso el nombre de la plaza Revali y el orgullo que nos da esta historia.

Tomó una pausa para respirar a un ritmo más calmado.

— para todos los que conocieron a Revali se les hace imposible que él sintiese algo similar al amor, pero esa hyliana, Kaila, tenía algo en su aura que era simplemente atrapante, los niños se le acercaban sin razón, tenía las palabras precisas para ayudar a los demás, la envidia era lo que menos tenía su cuerpo, y los animales la adoraban, incluso los más ferozes caían ante sus caricias, las personas así portan dones dados por las diosas, que oscilavan en variadas características, guerreros, líderes amables, y en el caso de ella, la música, capaz de hacerte dormir o amar con locura... y el orgullo del joven Revali no era tan fuerte como el don de Kaila, el amor entre ellos era inevitable.

— siento que tú también tienes ese don, estoy seguro de que serás capaz de liberar a Vah Medoh y derrotar por fin la calamidad...

Canción de olvido | Revali x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora