20. Por amarte

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Los primeros rayos del sol atacaron bruscamente los rostros de ambas almas que estaban aceptando el amor, la luna fue testigo de su unión, y el sol sería testigo de cómo iba a desarrollarse.

Kaira fue la primera en despertar, sintió mucho frío y su nariz seguía taponada, su boca estaba seca por aspirar aire a través de esta casi toda la noche, su cuerpo estaba molido, no sabía si era por el cansancio que causaba llorar tanto o por haber dormido en la misma posición muchísimas horas seguidas.

No sentía sus brazos, estos estaban rodeando el cuerpo del orni, levantó la mirada para buscarlo, lo vio dormido con el cuello hacia abajo por no tener donde apoyar su espalda, sintió mucha lástima y culpabilidad, si no se hubiese quedado dormida Revali no habría dormido de una manera tan incómoda.

Se separó de él, pero fue en vano ya que sus piernas estaban completamente dormidas, a penas pudo sacar sus brazos igual de dormidos, el cosquilleo que sentía en sus extremidades hizo que comenzara a reírse a carcajadas, mientras más estiraba su cuerpo más se reía.

— ay, me duele mucho... — a pesar de estar sufriendo su cuerpo tamizaba aquel dolor con risas. Recordó que el orni seguía durmiendo, y tal vez llevaba muy poco tiempo dormido por la incómoda pose, trató de acallar sus risas para no hacer mayor ruido.

Su cabeza ya no dolía tanto, y era igual con el ardor de sus ojos, el gran problema era su cuerpo que se rehusaba a cooperar, le costaba mover sus piernas, articular sus brazos e incluso sus dedos, como si hubiese estado petrificada por muchos años.

Las risas no cesaron, y dentro de la cabeza de Revali escuchar esa dulce melodía era como tener un gran sueño, pero sintió su cuerpo helado, el calor corporal de Kaira no estaba ¿qué había pasado? le costó reaccionar, a penas había abierto los ojos vio a la muchacha estirada en el suelo tratando de moverse mientras se reía a carcajadas — ¿qué le pasa? — no fue capaz de encontrarle una razón lógica a su comportamiento, estaba recién despertando y cayendo en cuenta de que se había quedado dormido en la posición más incómoda que pudo encontrar, dentro de Vah Medoh sin saber qué hora era, dejando sus responsabilidades de lado.

— oye... ¿qué tienes? — preguntó con voz ronca por estar recién despertando, Kaira no paraba de reír — es que... — cada vez que trataba de decir una frase larga las carcajadas le impedían terminarla — me duele todo el cuerpo — el orni estaba desconcertado, lo veía ilógico reírse mientras sufría dolor físico.

La miró un poco despectivo, a pesar de todo seguía siendo una persona infantil a su vista y eso le chocaba — deberías dejar de reír y preocuparte por tu cuerpo, dormiste toda la noche en la misma posición y no dejabas de llorar, no amerita que te rías.

— ay no seas aguafiestas — trató de aminorar sus risas para hablar mejor y que el orni no la regañara —es mi forma de reaccionar, además, es mejor reírte que lamentarlo ¿no crees?

Revali desvió su mirada levemente molesto, aún así en su interior pensaba que no pudo despertar de la mejor manera, a pesar de tener su cuello completamente adolorido, despertar con esa encantadora risa era un sueño que ni en sus fantasías más profundas imaginaba cumplir.

Se levantó con lentitud, se le hizo difícil por lo debilitadas que estaban sus piernas, su sangre no circuló por casi todo su cuerpo debido al peso de Kaira.

Se acercó a la hyliana que seguía riendo pero más bajo y le tendió un ala para levantarla, ésta aceptó, al igual que él se le hizo complicado ponerse de pie, en un momento juró que iba a caer de espaldas por la poca fuerza que poseían sus piernas.

— siento mi cara seca... — reclamó.

— no sé que hora es... hoy debía juntarme con Tyto para comunicarle los avances que hice con la princesa respecto a Vah Medoh — sus pensamientos en voz alta fueron escuchados por Kaira, quién se acercó a él aún más para quedar frente a frente — no creo que sea tan tarde, el sol está lejos de estar en su cúspide, aún tienes tiempo.

Canción de olvido | Revali x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora