Aquel día que Revali fue al castillo para verificar el funcionamiento de su respectiva bestia divina nunca lo olvidará, la voz que escuchó llegando a Hyrule central se quedó impregnada en su cabeza, atravesó toda barrera de concentración y se incrustó en su subconsciente para no salir nunca más, o en muchísimo tiempo.
Al menos unas dos veces al día tarareaba inconscientemente frases de la canción que alcanzó a escuchar por la lejanía, sin embargo ya no estaba tan interesado en su intérprete como el primer día, sí, era estresante tener una canción pegada todos los días, pero peor hubiese sido si la hubiera escuchado completa o conocido a su intérprete, o eso se decía a sí mismo para calmarse.
En la aldea algunos notaron este "cambio" de Revali, ya no patrullaba la aldea en silencio, sino que era acompañado por su propia voz, tratando de imitar los extractos de la canción que estaban en su cabeza. Liv, una orni de plumas púrpuras y ojos turquesa, era cercana a Revali, siempre se acercaba a su puesto de comestibles a comprar una fruta o charlar de la vida o los cambios de la aldea, y fue la primera en notar la novedad del campeón.
- en un martes de horror... -
- ¿martes de qué? - estaba anocheciendo, y Revali decidió patrullar a esa hora por la aldea, para preguntarle a los otros ornis cómo estuvo su día o si sufrieron alguna dolencia o vieron una anomalía cercana; cuando estaba pasando por el puesto de Liv, esta alcanzó a escuchar lo que estaba diciendo el contrario.
A penas escuchó eso pegó un pequeño salto - diosas, Liv, me asustaste - comentó, recuperando su compostura seria y un poco autoritaria, la orni soltó unas pequeñas risas y le hizo gestos con sus alas para que entrara.
- lo lamento, no era mi intención asustarlo - vio como el campeón entraba, vio un pequeño color rojo bajo sus ojos, y no era por el maquillaje - disculpe mi pregunta atrevida pero ¿estaba cantando? - nuevamente perdió la compostura, no sabía explicar el por qué le daba vergüenza cantar frente a alguien, tal vez porque asociaba estas acciones como no dignas de un guerrero serio y sensato.
- ¿por qué la pregunta, Liv? - trató de no ser tan seco con ella, lentamente se había ganado su aprecio y no quería incomodarla con su actitud - corre el rumor que llevas cantando esa canción más de una semana, debe ser muy buena como para que la tengas en tu mente todavía.
- ¡¿por qué es un rumor que yo cante?! - esta vez no pudo evitar exaltarse, levantó un poco la voz, no para gritarle a Liv, sino porque era absurdo que le hayan apodado "rumor" a un simple canto.
- eso es fácil - respondió la orni igual de serena - creo que nadie en esta aldea te ha escuchado cantar, es algo que no haces en tu rutina diaria, entonces para todos nosotros es novedoso, llamativo... - al escuchar esa respuesta se quedó mirando fijamente a Liv, buscando algún consuelo en sus ojos color cielo.
Suspiró fuertemente, y apoyó sus alas en el mostrador del local, Liv estaba detrás del mueble, esperando expectante a que Revali le diera una respuesta concreta.
- no sé de dónde es esta canción, la escuché ese día que fui al reino para chequear el mapa interno de Vah Medoh con un par de científicos locos... pero ese no es el caso - dijo eso para sí mismo - cuando estaba a punto de llegar escuché esa canción, estaba lejos pero aún así pude escuchar algunas frases, miré hacia abajo y vi a una especie de hyliano de pelo negro, con una guitarra, rodeado de gente... la voz era dulce, lo asocio a una mujer, pero no bajé a ver quién era, necesitaba llegar al castillo, me estaban esperando los otros campeones y estos científicos locos.
La orni le observó con asombro, imaginándose la voz tan maravillosa que atrapó al orgulloso campeón - wow, debió ser una gran voz, que se logre escuchar desde el cielo... y un timbre suave... tanto hombres como mujeres tienen voces dulces, pero si tú lo asocias con una mujer... ¡tenemos muchas pistas! es probablemente hyliano, pelo negro, guitarra ¿recuerdas el col-
- basta Liv - hubo un silencio, el orni suspiró nuevamente - perdón, pero sinceramente estoy concentrado en cosas más importantes como Vah Medoh, Ganon... ya sabes.
- lo sé querido - respondió Liv, esta vez más seria - pero por lo que veo esa canción llegó para quedarse, y si quieres mi consejo, te recomiendo buscar al propietario de esa voz, porque esa duda de saber cómo sigue la canción te va a comer, te va a desconcentrar.
Era impresionante el poder de intuición de Liv, Revali abrió los ojos exageradamente al escuchar ese consejo ¿cómo supo que su mayor estrés, a parte de no poder sacarse la canción de su cabeza, era no sabérsela entera?
- yo creo que si la escuchas completa, lentamente se irá, o eso me pasa a mi, cuando escucho una canción completa o muchas veces seguidas, se va de mi mente - se volteó para rebuscar algo en las cajas.
- nuevamente me dejaste sin palabras - fue lo único que pudo responder el orni, no le gustaba sentirse de alguna manera vulnerable con Liv, menos demostrarle lo que sentía, pero lamentablemente ella tenía la capacidad de adivinar sus pésames.
Liv sacó de la caja una manzana, se la entregó al orni, diciéndole que era un regalo para que siguiese su camino, el susodicho le agradeció y se despidieron cordialmente.
No sentía a Liv como una amiga, pero era una buena consejera en el momento preciso.
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Canción de olvido | Revali x Lectora
Fanfiction• 🖇🌾 Luego del cataclismo que acabó con todo un reino, Link, el campeón hyliano, logró sobrevivir. 100 años después de los hechos, se le encomienda la misión de finalmente derrotar a Ganon, sin antes despertar a las bestias divinas para que acuda...