40. El Mañana

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— pienso es una idea extraña y alocada... pero estoy tan desesperado que voy a acceder — respondió Teba luego de escuchar la idea de los hylianos.

— gracias Teba — dijo Link — el único problema que tengo es que no sé si serás capaz de llevarnos a ambos en tu espalda.

— de poder, puedo, pero se me hará más complicado... — se quedaron los tres en silencio pensando en algo que podría ser de ayuda.

— ya sé — exclamó Teba — creo que Tybur está mejor de su herida, quizás él quiera llevar a alguno de ustedes hacia la bestia, iré a preguntarle ahora.

Ambos asintieron, Margarita asumió que ese tal Tybur era un orni y probablemente amigo de Teba.

Vieron al orni salir en dirección a las escaleras para subir y buscar a Tybur, ambos hylianos quedaron solos, estaban sentados sobre el suelo.

— ¿aquí fue donde llegó mi carta?...
— no, fue hacia allá — Link se puso de pie y con su dedo apuntó hacia el lugar de entrenamiento, Margarita siguió sus pasos para ver mejor — Revali recidía ahí anteriormente, ahora es un lugar de entrenamiento para los ornis debido a que hay muchas corrientes de aire.

— ya veo... — respondió — estoy nerviosa... nunca en mi vida he estado con tanta altura — sonrió — espero que todo salga bien.

— así será — afirmó el rubio.

Luego de algunos minutos, llegaron dos ornis al lugar en el que estaban, era Teba y su amigo Tybur.

— hola a todos — saludó el orni de plumas oscuras — soy Tybur, Link me conoce, pero me presento hacia ti... ¿cómo te llamas?

— me llamo Margarita.

— y por lo que escuché eres la nieta de Kaira ¿no?

— s-sí... ¿la conoció?

— no, pero su nombre resuena todos los días en este poblado.

— ¡¿de verdad?! ¿cómo? ¿por qué?

— suficiente — interrumpió Teba — vinimos a hablar de la bestia, luego podrán ponerse al día — la emoción de Margarita y el brillo en sus ojos se desvaneció — tienes razón...

— bien, Tybur accedió a ayudarnos, así que él se llevará a alguno de ustedes dos, pensamos en ir mañana a primera hora porque se nos hará más fácil evadir los disparos de Vah Medoh con luz solar, no quiero arriesgarme más, tampoco a él.

— bien, mañana será entonces — complementó Link.

— si quieres yo puedo llevar a Margarita — ofreció Tybur — ¿te acomoda esa idea? — esta vez se dirigió a la hyliana, esta sonrió — sí, está bien para mi.

— excelente, tenemos todo listo — dijo Teba — mañana juntemonos todos en la plaza Revali a penas salga el sol — Margarita no sabía donde quedaba, pero asumió que Link la llevaría hacia allá.

Todos se despidieron con cordialidad, la hyliana tenía muchísimas dudas sobre su abuela, Revali, el poblado, pero sabía que no era el momento de hacerlas.

Link le dijo a Margarita que fueran a la posada orni a pasar la noche, ella accedió y siguió sus pasos, una vez llegaron fueron recibidos por una amable orni que le dio las mejores camas para que durmieran.

Link pagó ambas camas, Margarita trató de pasarle sus rupias pero éste se negó.

Las camas elegidas por la orni estaban cerca, por lo que a penas ambos se recostaron lograron conversar sin la necesidad de gritarse.

— nunca creí que iba a estar acá... viviendo todo esto...
— ¿te ha gustado el poblado?
— sí... todos son muy amables, pero creo que no le caigo bien a Teba — comentó apenada.
— no te preocupes, él es así, más si se trata de Revali... eran amigos íntimos.
— espera... — se quedó en silencio un par de segundos — Teba debe tener más de 100 años ¿no?
— la verdad no sé como funciona el rango etario acá...

No pudieron evitar reír, luego de un par de conversaciones triviales ambos se quedaron dormidos. El cuerpo de Margarita dolía mucho, sus rodillas sufrían de espamos, no sabía si era por todos sus nervios o la cantidad de escalones que tuvo que subir.

...

Ya había amanecido, una fuerte ventisca atravesaba el poblado orni, pero eso no iba a ser impedimento para concluir aquello que había comenzado hace 100 años.

Link fue el primero en despertar y levantarse, llevaba la misma ropa con la que había dormido, por lo que simplemente bajó a lavar su rostro en el pequeño estanque de la entrada a la aldea, luego volvió a subir, esta vez para despertar a Margarita.

La vio acurrucada en ella misma con un ropaje distinto a el que traía el día anterior, no recordaba el momento en el que se había puesto ropa para dormir.

— oye... — con cuidado movió el hombro de la castaña — hay que levantarnos — habló tajante. Luego de unos segundos en silencio, vio el cuerpo de ella moverse con lentitud — tienes cinco minutos para estar lista.

— bien... — respondió ella entre un gran bostezo — buenos días Link — susurró, éste le respondió con una pequeña sonrisa.

Luego de haber estado un par de segundos recostadas, se despojó de toda su flojera para poder levantarse, recordó lo relevante que sería para ella, para su abuela, Link y todo el reino que esta misión funcione, eso le llenó de motivación.

Se puso la misma ropa que llevaba el día anterior, un pantalón negro levemente ajustado con una camisa blanca y un chaleco tejido sin mangas. La orni a cargo del alojamiento la ayudó a taparse para que los demás no la viesen en baños menores.

— estoy lista — no le dio tiempo de hacer su aseo personal, a penas terminase con su misión iba a hacerlo — bien, sígueme — dictó Link.

Margarita siguió sus pasos, de vez en cuando maldecía la cantidad de escaleras que poseía aquel lugar.

De lejos logró divisar a los ornis que iban a ayudarles, Teba y Tybur estaban charlando cómodamente hasta que cruzaron miradas, casi de manera inmediata se pusieron serios.

— buenos días — dijo Teba — ¿están listos?

— sí.— respondió Margarita con una gran sonrisa y entusiasmo, olvidando el hecho de que aún no regulaba su respiración por la cantidad de escaleras que tuvo que subir.

— bien, acércate — intervino Tybur, le dijo a Margarita que se posicionara sobre su espalda, ésta algo temerosa hizo caso y siguió todas sus instrucciones para subirse sobre su espalda.

— recuerda respirar bien y no afirmarte tanto de mi cuello.

— bien, si ya estamos todos listos, vamos.

Canción de olvido | Revali x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora