HARRY POTTER: THE DURMSTRANG YEARS

Capítulo 40: Actions And Consequences

-¿Qué demonios le dijiste ayer a Giancinta?-. preguntó Heilwig a Blaise mientras se sentaban en Pensamiento Crítico.

-No le dije nada-, contestó Blaise, -aparte de confirmar que mencioné a mi familia lo de su madre y puede que hayan alertado a las autoridades competentes-.

-Bueno, en ese caso, queremos darte las gracias-, sonrió Heilwig, prácticamente rebotando en su asiento. -Es prácticamente una persona cambiada-.

Harry miró a Giancinta, que estaba sentada al otro lado de la clase. Estaba bastante seguro de que, a pesar de la corta distancia, ella había oído cada palabra que Heilwig había dicho, especialmente porque la excitable chica no estaba siendo particularmente silenciosa, aunque no había nada nuevo allí. Giancinta, sin embargo, no había dicho nada, sentada tranquilamente con la cabeza gacha, esperando la lección casi todo lo contrario de cómo habría reaccionado antes.

-Desde luego parece más apagada-, reflexionó Draco, en voz baja. -Me pregunto qué le habrá dicho Dragov para provocar un cambio tan maravilloso-.

-Probablemente le dijo que estaba a punto de ser expulsada-, se burló Ailne. -Sin duda fue una de las que tuvo problemas el curso pasado-.

Theo frunció el ceño. -Creía que iba bastante bien en las clases-.

Ailne resopló. -Oh, académicamente le iba bien, molesto, pero definitivamente tenía problemas con el lado más físico de las cosas. ¿No te acuerdas de la cantidad de molestias estomacales que tuvo cuando tuvimos clases de educación física?-.

Theo se encogió de hombros. -Supongo que en realidad no me di cuenta, sobre todo porque algunos fallaban más. Aunque definitivamente la recuerdo en algunas de las clases de defensa-.

-Sí-, coincidió Ailne, -pero siempre se aseguraba de formar pareja con Trixie y las dos solían lanzar hechizos de no me notes y hacer el tonto-.

-Bueno, supones que hacían el tonto-, interrumpió Heilwig.

-¡Pues sí!- siseó Ailne, -pero ¿por qué si no iba alguien a lanzar uno de esos en clase? De todas formas, no les llamaron la atención en su momento, así que creo que pensaron que se habían salido con la suya-.

-Imagino que los profesores le daban un poco de cuerda a la gente al final del trimestre-, reflexionó Alrik. -Imagino que Dragov le recordó que eso no va a pasar ahora y que tiene que tomarse más en serio todas las lecciones que tenemos-.

-Podemos vivir con la esperanza-, sonrió Kare.

-O esperar que se estrelle y se queme-, se burló Ailne.

-Ahora, clase-, dijo Ráða Brunner, entrando en clase cuando sonó la campana. -Me alegra ver que muchos de ustedes han regresado. Siempre es una preocupación con los de primer año, ya que el plan de estudios aquí no es fácil. Pero les prometo que merece la pena el esfuerzo, y espero que perseveren les resultará más fácil a medida que sus cuerpos se adapten a lo que se requiere de ustedes-.

El comentario casi hizo reír a Harry, que tuvo que pensar un poco en lo poco que hacían la mayoría de los niños magos en sus primeros años. Había hablado de ello con Theo y Draco durante las Navidades y ambos se habían sorprendido de que hubiera recibido una educación formal, especialmente saliendo y practicando deportes. Por lo que él sabía, la mayoría de las comunidades de magos eran bastante aisladas, con poca interacción fuera de las pocas comunidades que existían, y cualquier juego o educación tenía lugar dentro de sus casas. No era de extrañar que llegar de repente a una escuela, sobre todo a una tan grande como Durmstrang, fuera bastante abrumador y costara acostumbrarse, sobre todo por todo lo que había que moverse entre clase y clase.