Entre dos mundos (Edward y Jacob)

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Las costumbres y tradiciones en la reserva era algo que todo Quileute debía seguir una vez lograba su transmutación, cada joven lobo debía cortar su cabello con el simbolismo de que se entraba a una edad adulta, se hacia el tatuaje representativo de un lobo Quileute, se determinaba que puesto o que rol en la manda, y como último se presentaba al Consejo para dar su voto sagrado de proteger siempre al pueblo y a la manda de los fríos que atormentaran la paz.

Claro que cosas tan específicas no eran del gusto del más nuevo de la manada, Jacob desde que tenia 10 años llevaba su cabello corto, su madre siempre le dijo que hiciera lo que el quisiera con su apariencia y para Jacob tener el cabello largo era muy incómodo y aparte odiaba peinarse así que tenerlo corto era una solución rápida.

El joven no quería pintar nada en la manada, no quería ningún rol a desempeñar para el su transformación en lobo solo lo estanco más al lugar donde le acusaba sufrimiento y un recordatorio más del por que el vampiro lo había dejado, de igual forma el voto sagrado no eran algo que quisiera cumplir, el había conocido la amabilidad y crueldad hasta de los mismos humanos y sabía que solo protegería a quien necesitará ser protegido sin importar su raza.

Lo único que si aceptó y eso por que fue influenciado por su padre fue el tatuaje, un símbolo de que ahora era parte de la magia de los ancestros y que de cierto modo hizo sentirse más cerca de su madre.

El tatuaje fue hecho con una técnica antigua y el Consejo solo veía como el joven lobo tomaba cada vez más el porte de un alfa pero antes de que uno dijera algo Jacob hablo -ya saben que no quiero nada que ver con la manada, pero les ayudaré con las guardias y yo sere quien le de muerte a Victoria- todos veían sorprendidos por la determinación del joven lobo.

-si ese es tu voluntad entonces cumplela, mata a la vampira pelirroja y trae la paz a tu comunidad- hablo Harry Clearwater -Jacob sabemos que no es de tu interés pero la pregunta se debe hacer y debes aceptar o rechazar sea cual sea tu situación- hablo ahora el viejo Quil y Jacob prestó atención -una vez que tomes tu desicion no se podrá cambiar y si esta es negativa tendras que respetar lo que la manada o el Consejo haga.... Quieres tomar o luchar por el liderazgo de la manada.... ¿Quieres ser alfa?- la pregunta fue soltado al aire ya que Jacob tardo en responder.

Le impresionaba como después de todo aún el Consejo le daba importancia a sus acciones y solo suspiro -gracias por su consideración pero no quiero, apesar de que nací aquí sigo siendo ajeno a las costumbres y dictámenes de la reserva, Sam ocupa mejor ese puesto yo solo seré apoyo extra- dijo y el Consejo respeto su desicion, claro que después se le explicó que tomando esa desicion el no podría interferir el las acciones que la manada siguiera y el respeto eso.

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Ya habían pasado algunas días, Jacob no volvía a la escuela y eso preocuoaba a una rubia quien ya no sabía ni por donde buscarlo.

-vamos Bella dejame llevarle su tarea esta vez te juro que no lo molestare.

-lo siento Carlie pero sigue muy enfermo y su padre ni siquiera te conoce me tiene más confianza a mi lo siento.

Ambas chicas caminaban en los pasillos del Instituto y evitaban el mar de gente pero era obvio que la castaña solo quería librase de la rubia quien ya la estaba poniendo los nervios de punto.

-hola chicas iremos a estudiar a la cafetería más al rato- apareció Sebastián abrazando de los hombros a Bella quien solo dio un pequeño salto -lo siento ya tengo planes con mi papá, sera luego lo prometo- dijo Bella safandose del agarre del chico y huyendo en cuanto pudo.