The Stripper

CAPÍTULO 10

POV VANESA

Oí el ruido estridente del despertador al lado de mi cama, ¿tengo que trabajar un Domingo?

Sí. En una hora Mónica estaría esperándome en el café. Me estiré recordando la noche pasada, una amplia sonrisa salió de mi rostro. Las imágenes de Martina están dando vuelta en mi cabeza. ¿Cómo puede hacerme sentir tanto? Recuerdo exactamente la sensación placentera al tocarla, por Dios, me he excitado al imaginar lo que sería hacerla mía. Su aire superior se confronto al mío, y eso me hizo quererla aún más.

"Deja de pensar en ella Vanesa" dije mientras me levantaba de la cama al baño.

Minutos más tarde yo estaba totalmente preparada, llevaba un sencillo vestido negro con un escote en el frente, tacones del mismo color y mis lentes de sol.

No tarde mucho para estacionar a cuatro cuadras de mi apartamento, donde "Le Café", uno de los cafés que he frecuentado durante años en Madrid, Parecía ser de París. El edificio tenía una arquitectura antigua pero muy bien conservada, en frente había numerosas mesas para los clientes que les gusta el aire libre, entré en el establecimiento acogedor, ya que no estaba lleno, gracias a Dios. El lugar tenía un buen ambiente, los muebles de madera con accesorios grandes y un enorme balcón.

En las paredes había varias mesas con imágenes de París, mapas, armarios con libros. Era un real pedazo de Paris en Madrid.

-Vanesa querida. - El hombre con canas me dijo acercándose.

-Gerald, buenos días. -Le dije sonriendo.

-Tan temprano aquí, ¿A qué debo el honor?

-Necesito un lugar tranquilo para trabajar, y esta fue mi primera opción.

El hombre con barriga grande, con su inconfundible acento francés dijo:

-Perfecto, ¿está esperando a alguien? Tengo una mesa en la parte de atrás, allí es muy tranquilo y le garantizo que nadie la molestará.

-Sí, eso sería maravilloso. Estoy esperando a mi secretaria.

-Creo que ella está aquí, vi a una chica muy guapa caminando por aquí, y estoy segro de que nunca la he visto antes.

-¿Dónde está ella?

-En el balcón, sabes tenemos una gran vista del parque de frente - el hombre hablaba chistoso.

-¡Absolutamente, Gerald, envía a alguien para atendernos, de acuerdo!

El hombre me sonrío y me llevó a la mesa donde Mónica  podría estar y no estaba equivocado, era ella. Estaba concentrada leyendo un libro, tan pronto como me vio, se levantó rápidamente de su silla con una sonrisa.

-Buenos días Sra. Martin, - Ella estaba vestida diferente a otros días, Mónica vestía jeans claros, que marcaba las líneas de sus hermosas piernas, una camisa de seda blanca y una chaqueta de tela azul marino en la parte superior, su pelo suelto y ondulado, moldeando su cara, cubierta por unas gafas sencillas, se veía hermosa como siempre.

-Buenos días, señorita Carrillo.

-Permítanme llevarlas a una mesa más reservada. -Gerald dice mientras nos lleva hasta el final del café, donde había una mesa solitaria cerca de la enorme ventana vidriada.

-¿Que les sirvo?

-Lo de siempre Gerald-dije sentándome en la mesa.

-Creo que voy a necesitar el menú. Mónica dijo sonriendo.

-Permettez moi de vous aider Mle, -Gerald le dijo educadamente mientras le entregaba el menúa Mónica

-Debe probar el croissant de aquí, son los mejores de Madrid y el chocolate caliente es aún mejor.