CAPÍTULO 25

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POV MÓNICA

Eran casi las ocho en punto, y todavía estaba de pie frente a tres vestidos extendidos sobre la cama. Miré de cerca a los tres, tratando de decidir cuál le gustaría a Vanesa. Conociendo sus gustos, yo apostaría por su respuesta en una sola palabra.
Ninguno.
Sonreí ante mis ideas imaginándola decir eso. Con esa sonrisa traviesa y atrevida, acompañada por una mirada picara. Hoy, nuestro día había sido diferente, trabajar en Industrias Martín nunca había sido tan agradable. Después del delicioso evento en el ascensor esta mañana, mi estado de ánimo estaba a mil. Dios, Vanesa podría hacerme perder la mente.¿ Cuántas cámaras en el ascensor nos habrían grabado? No era bueno pensar acerca de ello. Hacer felices a los de seguridad de ese edificio no estaba entre mis intenciones. Mentalmente negué la posibilidad, ya que a Vanesa no parecía importarle cuando me hizo suya de esa manera, confieso que me gustó mucho. La quería por lo que era: arrogante, dominante y poderosa. Me rendí fácilmente a sus órdenes, a pesar del esfuerzo que hice para resistir. No podía. Ella tenía un poder único sobre mí, sus ojos
me hipnotizaron lentamente, dejándome a merced de su voluntad. Y no tenía más remedio que aceptar.

- Dios ¿no te has decidido? En poco tiempo te tienes que ir. - Me dijo Mariela entrando a la habitación despertándome de mis pensamientos.

- No puedo elegir cuál es mejor ¿Qué crees?

- Creo que, para Vanesa no importa, ella lo que realmente quiere es verte sin ropa. Melissa dijo caminando detrás de Mariela.
Solté una risa al escucharlo.

- Melissa siempre muy delicada. - Mariela dijo mirando a los tres vestidos. – Deberías ir con esto.

La mujer dijo señalando el vestido negro con detalles de encaje.

- ¿Por qué elegiste este?

- Digamos que se ajusta bien a la ocasión Vanesa parece que le gusta el negro, y este vestido es muy atractivo. Usa tacones y medias negras.

- Mariela dando consejos sobre cónmo ser atractiva.. ¡Nunca pensé que vería esto! - Melissa dijo mientras se tiraba en la cama.

- Tengo mis secretos, Melissa. - Mariela habló fingiendo misterio.

- Que alguien llame a Mariela, por favor secuestraron a mi amiga. ¡Aléjate de mí en el nombre de Dios quien quiera que seas! -Melissa habló haciendo el símbolo de la cruz con los dedos.

Mariela y yo empezamos a reír.

- No sé qué sería de mi sin ustedes chicas.

- Nada querida, no serías nada. - Habló convencida.

- Moni, no pierdas el tiempo, solo prepárate.

- Será mejor que no pierdas tiempo, tienes mucho que hacer hoy.

- Melissa, no empieces - Mariela habló rápidamente.

- Me refiero al "Lo prohibido", ¿o han olvidado que hoy es el día de Martina?

¡Dios! ¡Me había olvidado por completo de ello! Mi relación con Vanesa me estaba haciendo perder la cabeza como para olvidar mis compromisos. Por un momento recordar que Martina actuaba esa noche, me hizo feliz.
¿Vanesa se ha olvidado acerca de ello o simplemente no quería ir? Su falta de interés por la stripper, o más bien de mí, era por lo menos alentador. No sabía cómo iba a salir de esta. Mis acuerdos con Adriana fueron siempre muy puntuales, no tolera fallos. Salvo en casos muy graves.

- Maldita sea, ¿Qué hago ahora?

- Debiste haber pensado en eso antes. -Mi Dios! Esa mujer te está volviendo el mundo de cabeza.

Caminé de un lado a otro con preocupación de lo que haría. No podía cancelarle a Vanesa, no quería cancelarle a ella. Pero tampoco podría dejar a Adriana colgada. Dios, por un momento me gustaría desaparecer a Martina de mi vida. Pero ¿Cómo desaparecer una parte de ti?
Uno de los problemas de tener dos vidas es que, en algún momento, los caminos se podrían cruzar. Y que tendría que tomar las decisiones correctas.

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