Ryu MinSeok comienza su carrera como jugador profesional en la academia de DRX, donde no solo tiene la oportunidad de desarrollar sus habilidades, pues también será compañero de un jugador al que tanto admira; Deft.
Por otra parte, se rumorea de un...
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—¿Qué te pasa hoy, MinSeokie? —preguntó Hyuk-Kyu acariciando el cabello del joven soporte —me han dicho que has estado decayendo un poco en los scrims.
MinSeok se quitó los audífonos delicadamente, deshaciéndose del peso que cargaba sobre su cabeza, sacudiéndose y apartando la mano de su superior en el acto. Posó sus manos sobre su cara con las intensiones de mantenerse atento a todo lo que pasaba a su alrededor.
—Disculpa, Hyung —contestó dándose ligeros golpes en las mejillas —no sé que me sucede últimamente.
—¿Todo bien? —volvió a preguntar el mayor, sentándose a su lado.
MinSeok asintió.
—Todo bien, Kyunie... —respondió alzando la mirada —créeme que lo que más quiero es ascender a support titular para jugar contigo.
—Y lo mereces, créeme —admitió el mayor —en los casi seis meses que has estado aquí demostraste ser mejor que cualquier otro soporte de la LCK challengers.
—Tú lo has dicho; de las academias... quizá no llego a competir con algún suporte de primera división.
MinSeok depositó su mirada al suelo una vez más, atrayendo la preocupación del joven carry.
—No es solo por tu rendimiento que estás así, ¿verdad? —indagó, tomado entre sus dedos el colgante con forma del rol de soporte que MinSeok portaba sobre su ropa —cada vez que sacas este medallón te pones triste.
—No es nada —respondió arrebatándole suavemente la joya y guardándola por dentro de su camisa —solo recuerdos tontos.
—Ningún recuerdo es tonto si te pone así.
—No es nada, Hyuk —insistió —solo me preocupa mi futuro y ya, no hay nada más.
Hyuk-Kyu no se sintió convencido con la respuesta de su compañero, pero dejó el tema por la paz; MinSeok a veces se ponía triste sin razón alguna y sin dar más explicaciones al respecto. El muchacho se levantó de su asiento y le dejó en claro al más joven que todo estaría bien y no tenía nada de qué preocuparse.
