Ryu MinSeok comienza su carrera como jugador profesional en la academia de DRX, donde no solo tiene la oportunidad de desarrollar sus habilidades, pues también será compañero de un jugador al que tanto admira; Deft.
Por otra parte, se rumorea de un...
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En el camino a casa, a bordo de la camioneta, MinSeok prevalecía casi quieto en su siento, moviendo nerviosamente sus pequeñas manos como símbolo de su nerviosismo. Sus ojos siempre se encontraban fijados en sus pies, tratando de impedir que su mirada se cruzara con la de Hyuk-Kyu.
—¿Estás bien? —preguntó Ji-Hoon después de medio viaje —te noto un poco raro, enano.
MinSeok se llevó uno de sus dedos a la boca sin levantar la mirada y negó suavemente con la cabeza. Ji-Hoon, por su parte, no pudo evitar sentirse extrañado por la actitud tan rara del más joven, puesto que no era lo normal tratándose de un debut casi perfecto.
—Eres algo raro... ¿sabes? —continuó, sin obtener respuesta por segunda vez.
El pequeño joven siguió viendo fijamente a un punto sin salida, pensando en varias cosas a la vez; entre ellas, el echo de que Hyuk-Kyu tomara la decisión de pasar su "casi algo" de relación por haberle mentido durante tanto tiempo. En teoría, MinSeok sabía que no había engañado a su superior, pero no ser sincero no podía catalogarse como otra cosa. Aún así, Hyuk-Kyu estaría muy molesto, eso era una realidad.
Sin embargo, también pensaba mucho en MinHyung. Verlo ahí había causado una extraña sensación en su cuerpo: no sabía si el estómago dándole vueltas era por el asunto de Hyuk-Kyu o por haberlo visto a él. Su presencia lo había puesto tan nervioso como la primera vez que lo vió, cosa que definitivamente no era lo que hubiera querido que pasara... debía olvidarse definitivamente de él y de todos los sentimientos que alguna vez habían compartido juntos. Aun así, su rostro bajo la oscuridad y la tenue luz restante del stage hacían ver al joven de mayor estatura como alguien al que el tiempo le había hecho un gran favor, volviéndolo el doble de atractivo de lo que ya era.
Mientras tanto, Ji-Hoon seguía hablando y hablando, importandole muy poco si era escuchado por MinSeok. El carrilero central hablaba sobre su desempeño del día de hoy, y de cómo había superado al poderoso Faker en toda la fase de líneas. Ji-Hoon siempre se pavoneaba cada vez que se referían a él como el mejor carrilero individual en la actualidad, la mayor parte siendo halagos hechos por sí mismo.
—¿Viste cuando Teddy y Faker me divearon? —contó con entusiasmo —¡Fue fantástico como me escapé! ¡ni siquiera la ignición de Faker pudo matarme porque llegaste tú con tu runa de guardián y me curaste!
MinSeok sintió levemente, sin seguir prestando la más mínima atención.
A Ji-Hoon no le importó nada, pues siguió contando sus highlights por el resto del camino a casa.
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