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MinHyung tardó al rededor de veinte minutos en averiguar el lugar donde se encontraban ambos. Finalmente pudo dar con él al contactarse con ChangHyeon, quien reveló el lugar favorito de Ji-Hoon. Con esto en mente, el chico no puedo evitar maldecir por lo bajo el nombre de quien había sido su mejor amigo, pues ahora estaba induciendo al pequeño MinSeok a sus vicios.

—Voy a ahorcarte con mis propias manos, Ji-Hoon —siseó mientras se adentraba al ruidoso establecimiento.

La cantidad de personas en estado de ebriedad era abrumante; decenas de personas se movían de un lado a otro con copas en la mano, tambaleándose y balbuceando cosas sin sentido. No pudo evitar recordar las veces que había visto a Ji-Hoon en ese estado desde que eran compañeros de secundaria, pero definitivamente no podía imaginar a MinSeok en una situación así.

Después de quince minutos buscando en cada rincón del lugar y haber pasado por una gran cantidad de mujeres que intentaban acercarse a él, pudo encontrar a quien estaba buscando. MinSeok se encontraba acostado sobre la mesa, evidenciando cuatro botellas y un celular a punto de caer de su mano. MinHyung hizo de su presencia casi al instante, sacudiendo el cuerpo del contrario para que despertara, pues parecía haberse quedado profundamente dormido.

—¡MinSeok! —lo llamó —¡MinSeok! ¡despierta!

MinHyung siguió moviendolo hasta que el joven dió señales de haber despertado. Se reincorporó poco a poco, tallando sus hinchados ojos con sus manos sucias, para posteriormente parpadear repetidas veces hasta centrar su visión en la persona que tenía frente a él. Después de haberlo reconocido, se levantó eufórico y se abalanzó sobre él, extendiendo sus cortos brazos en contra del más alto.

—¡Osito! —lo abrazó —¡viniste por mí!

MinHyung correspondió al abrazo y acarició el suave cabello de MinSeok; el menor lo miró directamente a los ojos, revelando un evidente sonrojo por toda su cara. Era evidente que MinSeok seguía borracho, así que MinHyung se apresuró en sacarlo de ahí.

—¿Pagaste la cuenta ya, MinSeokie? —preguntó MinHyung, pues no quería irse del lugar dejando al chico con una deuda.

—Ji-Hoon... la pagó antes de irse —contestó —se fue con mis... es decir, sus amigos... me dejó solo, Hyung.... —finalizó sin poder dejar de hipar.

—No te preocupes por él, MinSeokie. Vamonos de aquí, ¿está bien?

MinSeok asintió varias veces, apagándose más al joven que tenía a su lado. Ambos salieron del lugar rápidamente, pasando por todas aquellas personas en estado de ebriedad. No pararon de caminar hasta que terminaron fuera del lugar, y fue entonces cuando MinHyung tenía un nuevo problema; no sabía que hacer con un MinSeok en ese estado.

MinHyung lo pensó por mucho tiempo: no podía llevar a MinSeok evidentemente ebrio a su respectiva Gaming House. ChangHyeon le había contado que Ji-Hoon estaba advertido con respecto a llegar borracho a las instalaciones del lugar, y no les aceptarían una ocasión más. Tampoco podía llevarlo a la casa de T1 sin haberlo consultado antes con los superiores, y mucho menos tratar de esconderlo en su habitación.

Entre tanto, MinHyung envolvió MinSeok con su propia hoddie para evitar que pezcara un resfriado debido al frío de la noche que se aproximaba. Ahora que estaban fuera del ruidoso lugar, pudo apreciar la vestimenta del más bajo, pues era exactamente la misma que había usado en su primera cita un año atrás.

—¿Ahora a dónde iremos, Hyunie? —preguntó MinSeok, acurrucándose contra el pecho del mayor.

—Solo tenemos una opción... ven, acompáñame.

Ambos caminaron en calle contraria, siendo un dúo liderado por MinHyung. MinSeok lo seguía sin reprocharle nada y sin despegarse de él. El mayor le cubrió la cara con el gorro de la hoddie para evitar que fueran reconocidos y tuvieran que enfrentarse a un problema mucho más grande.

STRAY (SECUELA LITTLE GUY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora