Ryu MinSeok comienza su carrera como jugador profesional en la academia de DRX, donde no solo tiene la oportunidad de desarrollar sus habilidades, pues también será compañero de un jugador al que tanto admira; Deft.
Por otra parte, se rumorea de un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
——♡——
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoy era el día.
Y ahí estaba. Perdiendo.
El equipo de GenG rompía sin compasión alguna el nexo de DRX, concluyendo con una aplastante derrota a tan solo veintidós minutos de que comenzara la partida. GenG dominó todos los rincones del mapa desde el primer minuto, forzando un invade que el equipo de DRX no pudo contrarrestar, quedando muy por detrás en experiencia.
MinSeok giró hacia su derecha y miró a sus compañeros de equipo.Los cuatro chicos que se situaban sentados en asientos aledaños a él, mostraban absolutas caras con absoluto estrés y preocupación. A su lado, Hyuk-Kyu tenía un ligero temblor en las manos, y al darse cuenta que MinSeok lo miraba, trató de darle una forzada sonrisa para tranquilizarlo.
Todo va a estar bien.
Poco menos de un minuto después, GenG había puesto fin al lento sufrimiento para los chicos de DRX y terminaron su labor finalizando la partida. Todavía faltaba un juego más para determinar si seguían en pie con la serie o si se despedían del Stage por el día de hoy, así que se levantaron lentamente de sus lugares, intentando tener la mejor compostura y tomar un pequeño descanso antes de seguir con la jornada.
—Estuvo más difícil de lo que pensé... —musitó Ji-Hoon mientras sacudía sus pálidas manos —terminaron doliéndome los dedos.
ChangHyeon se dejó caer en el piso, sumamente exhausto.
—Peanut me humilló como nunca nadie lo había hecho jamás —lloriqueó.
Pasaron al menos tres minutos consolándose entre sí, hasta que escucharon el llamado para volver a las partidas. Hyuk-Kyu estaba más callado de lo normal. En parte, MinSeok sabía que estaba avergonzado de terminar con el peor KDA del equipo, así que lo animó un poco dedicándole una sonrisa que el mayor volvió a corresponder.
No puedes defraudar a tu hyung, MinSeok.
—¿Todos listos, muchachos? —preguntó el líder a su manada, esperando los energéticos gritos de sus compañeros.
