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(CONTENIDO DELICADO. SI ALGUNAS VEZ TE HAS SENTIDO ASÍ POR X MOTIVO, NO DUDES EN PEDIR AYUDA. SI QUIERES HABLAR, NO DUDES EN ENVIARME UN MENSAJE. NO ESTAS SOLA/O)
Cuando salí de entre las llamas, llena de sangre y mi corazón latiendo con fuerzas dentro de mi pecho, caí en cuenta de que lo que me había sucedido, me había marcado de por vida. Como si el brote, los infectados y la gente que perdí en el camino no era suficiente en mi vida, el toparme un con un hombre cuyo propósito fue ultrajarme, había sido el motivo por el cual me cuestioné si seguía valiendo la pena vivir.
Hacía frio; el invierno golpeó con fuerzas aquel día. Me abrigué con mis propios brazos y caminé sin rumbo alguno. Sabía que debía llegar donde estaba Joel y Ellie, muy en el fondo sabía que debía llegar donde estaban ellos, pero mis pies, apenas se arrastraban por la nieve a un rumbo distinto.
Joel fue quien me encontró. Me costó trabajo identificarlo. Mi visión se nubló y no hice más que llorar. El abrazo cálido que me dio, fue lo suficiente para llorar hasta quedar agotada. Joel comprendió la gravedad del asunto; me guio hasta donde se encontraban escondidos. Ellie no dudó en curar mis heridas, pero lo rechacé. Quería estar sola, escondida en la oscuridad.
Me tomó días aceptar que David, el personaje que se cruzó en nuestro camino, había abusado de mí. Dormir se me hacía difícil, era un trabajo arduo cerrar los ojos y no ver su rostro libidinoso frente a mí, tal como sentía sus manos recorrer mis piernas aun cuando llevaba ropa puesta. En cambio, pedí a Joel hacer guardia para poder por lo menos, mirar las estrellas y sentir que aún vivía.
—Vas a superar esto, _____________. —Me decía Joel, cuando decidía hacer guardia junto a él. Yo en respuesta, sonreía. Sabía que esa pequeña mueca lo mantenía feliz. Sin embargo, en muchas ocasiones me encontré ideando un plan para dejar de existir. Joel y Ellie eran las únicas personas que me mantenían viva. Muy en el fondo, no quería dejar a Joel con la carga de llevar a Ellie hasta donde se encontraba la base de las luciérnagas. No quería dejarlo sólo, pero el recuerdo, aquel desagradable recuerdo de David, me hacía replantear si valía la pena seguir el camino.
Mi actitud era automática. Estaba en modo avión. Tal como si de una película se tratase. Cuando Joel decidió llevarse a Ellie del hospital donde la iban a sacrificar, los disparos y gritos de dolor se sentían muy lejanos a mí, pese a que actué junto a Joel y comprendí que Ellie daría su vida por una cura que ni siquiera sabíamos si iba a dar resultados. Marlene murió y aquello, se sintió como haber vivido en otra dimensión.
Caminamos de regreso a Jackson, ya que la pequeña a salvo y con ideas de convivencia mutua. Joel soñaba con su pequeño terreno con ovejas y una vida juntos. Más yo, deseaba descansar. Para siempre.
—Siempre serán bienvenidos. —Dijo Tommy, abrazando a Joel fuertemente, dándole la bienvenida a su hogar. María yacía a su lado, con un vientre ya pronunciado bajo su blusa. Sus manos posaban sobre su vientre, dando pequeños toques a modo de cariño. Volví a sonreír y agradecí su hospitalidad.
