Desperté tras sentir pasos a mi alrededor. Entre abrí los ojos y divisé a Joel hurguetear en su mochila. Sacó su arma y la puso tras su espalda. Sonreí.
—¿Hace cuánto estás despierto? —Le pregunté, tomando el edredón de la frazada para desplazarla a un lado. Me levanté y bostecé en el acto.
—No tanto tiempo. —Respondió. —Debemos irnos. Falta poco para llegar al destino. Ellie no ha querido despertar.
—Después de lo que sucedió... —Suspiré. —Desgraciados... Ella no debió a ver sido la que ahuyentara a esos idiotas.
Tanto Joel como yo sentíamos culpa por haber expuesto a la pequeña al peligro inmente que se nos cruzó en el camino. Una comunidad caníbal fue por lo que tuvimos que luchar. Claro estaba que Ellie tocó la peor parte al querer resguardar la vida de Joel después de haber sufrido un ataque que casi terminó con su vida. Ambas desesperadas y sin saber cómo detener la sangre que emanaba su cuerpo, comenzamos a buscar en los alrededores útiles que nos sirvieran. David se presentó en nuestras vidas después de enfrentarnos a causa de la muerte de uno de sus integrantes.
Su plan era terminar con Joel pues, él había puesto fin a su vida después de que viera que nuestras vidas estaban en peligro. Todo sucedió repentinamente. De estar un día en Wyoming con Tommy, ha pelear por nuestras vidas.
—Ellie... —Moví su cuerpo. Aun permanecía dentro de su saco de dormir. —Ellie...
—Un rato más. —Contestó, tapándose la cabeza por completo.
—Según el guía, falta poco para llegar a nuestro destino.
Ellie sacó su cabeza del saco y miró con los ojos entre cerrados. Dio un bufido y se levantó. Estaba callada, más de lo normal. Y eso, tanto a Joel como a mí nos preocupaba.
Tomamos nuestras pertenencias y nos dispusimos a emprender camino hacia la base de Las Luciernagas, donde estarían esperándonos para recibir a Ellie.
Ellie era la cura. Aunque al principió la explicación que nos dieron fue cliché, aceptamos la compañía de la niña por cuestión de conveniencia. Nuestro plan era escapar de la ZC de Boston e irnos hacia donde se encontraba el hermano de Joel. Tommy. Pero los planes se vieron truncados por lo impredecible que se había vuelto la vida después del brote. Ahora, caminábamos hacia otra base, junto a una niña que, si bien la vimos como carga, ahora la veíamos como alguien a quien proteger pasara lo que pasara.
El sol brillaba sobre nosotros. Podíamos escuchar a las aves trinar y observar la naturaleza apoderarse del entorno. Ellie caminaba delante, en silencio. Mirando hacia el suelo. Joel y yo nos miramos preocupados.
—No ha dicho nada. —Murmuré a Joel.
—No dirá nada de todas formas. —Se encogió de hombros. Sin embargo, pude sentir su preocupación. —Lo que vivió... ella no debió haber pasado por esa situación. Debí haber estado junto a ella.
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Pedro Pascal - Joel Miller || One Shots
FanfictionPedro Pascal || Joel Miller here One Shots