Joel, Ellie y yo nos encontrábamos refugiados en un edificio al oeste del país. El día era gris; miré hacia el cielo y un par de gotas cayeron sobre mi rostro. Pequeñas gotas que anunciaban una intrépida llovizna que nos paralizaría por el día en aquel edificio que en algún momento, fue un hotel de lujo.
En lo más alto de la construcción ambos podíamos ver el panorama que nos designaba el día siguiente. El lugar al que debíamos ir junto a Ellie nos llevaría días caminando. Marlene había sido clara; debíamos ser sutiles y no "meter la pata" sino la vida de la niña y la de nosotros, corría peligro. Sin embargo, pese a la odisea que vivimos después de salir de la ZC de Boston, no contábamos con la inminente muerte de Tess, nuestra compañera. Ahora, sólo éramos nosotros contra el mundo. Desolado e infestado de seres humanos que algún día, fueron nuestros seres queridos.
—He visto un atajo. —Comunicó Joel. —Si no está obstruido por algún tipo de maquinaria, podríamos cruzar hacia Kansas.
—Habrá que intentarlo. —Dije y le miré, sonriendo esperanzada. Joel asintió. —¿Ellie está bien? No ha hablado mucho últimamente.
Joel dio un sutil vistazo a la pequeña que se encontraba sentada sobre su saco de dormir, jugueteando con su navaja, ensimismada, sin percatarse de que ambos, observábamos cada movimiento.
—No lo sé. —Se encogió de hombros. —Y no me interesa.
—Joel... —Le recriminé. —Es una niña. Dijo claramente que nunca estuvo fuera de la ZC. La muerte de Tess le afectó, y ninguno de los dos se ha dignado a hablar de eso con ella.
Joel suspiró.
—Nada de esto hubiese pasado si Tess y tú no hubiesen aceptado el trato con Marlene. —Recriminó. Joel, después del tiempo que vivimos juntos, el hecho de tratar a una niña que no era su hija, le irritaba. Y, aunque no lo expresara, se veía en sus ojos.
—Estas siendo duro con Ellie. —Dije. La muchacha seguía jugando con su navaja. —Joel...cariño. Seamos adultos responsables y brindémosle ayuda. Lo está pasando fatal.
Joel no se dignó a mirarme, pero si a tomar mi mano y apretarla, dando pequeños toques denotando cariño. Con ello, me dio a entender que haría un esfuerzo por llevarse bien con Ellie.
Nuestra relación con Joel era peculiar. Nos conocimos en Boston, ambos en un plan desesperado por escapar de allí, coincidimos con el mismo contrabandista quien comentó que pese a que no nos conocía, sabía que había alguien allí fuera igual que nosotros, con las mismas intenciones de escapar de la ciudad. Joel no era un ser humano efusivo, pero creí que en su vida pasada, antes del brote, lo era pues, aún habían atisbo de un ser cariñoso dentro de él.
Compartimos departamentos con la intensión de ser socios y contrabandear lo necesario para conseguir un auto para huir. Los meses que llevamos juntos, no fueron la excepción para querer sentir el calor de otro ser humano. El sofá en donde dormía Joel por cuestión de respeto, luego fue abandonado para ocupar la cama a mi lado. Compartimos anécdotas, caricias y gemidos. Pero nada, absolutamente nada para Joel era oficial. Cada uno danzaba a su modo, sin dejar el compromiso de ayudar y apoyar la huida, pero lo demás, sólo era cuestión de cubrir las necesidades básicas de cada uno. Lo peor: Me había enamorado de Joel y su fuego abrasador.
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Pedro Pascal - Joel Miller || One Shots
FanficPedro Pascal || Joel Miller here One Shots