𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋

19

La mamá de Lein llegó y comenzaron a servir los platos.
Era una señora seria, se veía elegante sin siquiera pensarlo.

-¿Cuáles me dijeron que eran sus nombres?- pregunto, todos nos miramos entre nosotros -¿Cuál es tu nombre?- me preguntó

-Malya Herrera- respondí

-muy lindo nombre aunque no quede con tu apellido- dijo la señora, yo asentí y sonreí falsamente, todos se aguantaban la risa

-¿A qué te dedicas?- me preguntó "a matar hombres y vender droga"

-estoy estudiando para ser neurocirujana- respondí, obviamente nunca podría ser eso

-muy buena carrera. ¿Que edad tienes?-

-23 años-

-¿Entonces ya la terminaste?- pregunto

-no, tuve complicaciones con mi economía y dejé de asistir a mis clases por dos años. Pero ahora ya las retome-

-lamento eso, ¿Tu también te dedicas a lo que ellos?- me preguntó, todos nos miramos entre nosotros. ¿A qué se refiere?- Me refiero a que si tú tambien haces música

-no, yo no me dedico a eso- respondí

-¿Eres mamá?-

-no tengo en mis planes tener bebés- respondí, está ruca ya tiene algo personal en mi contra

-¿Tu pareja piensa lo mismo?-

-no tengo pareja- la mesa estaba incómoda. Demaciado

-¿Ninguno de estos muchachos es tu pareja?-

-no, solo somos amigos-

-una señorita de tu edad debería de estar en su casa atendiendo a su marido y a su bebé-

-Tengo 23, no tengo ni la edad ni la mentalidad como para tener pareja. Mucho menos podría tener un bebé- dije, la señora me estaba hartando

-deseguro por eso te dejo tu novio. Deberías de estar con el, una mujer no puede vivir sin un hombre- ¿Está vieja que se cree?

-mamá, deberías de parar con esas preguntas- dijo Lein

-tu no te metas-

-si mi "novio" me dejó es por su problema. Y para que lo sepa, no por echo de que usted necesita de la atención de hombre significa que todas lo necesitamos-

-pues muchachita, para eso están los psiquiatras, ahorita nisiquiera deberías de estar aquí. ¿Dónde estan tus padres?-

-yo que se, no los he visto en años-

-depues de todo lo que hicieron por ti, así se lo agradeces- decidí quedarme callada, me hiba a descontrolar y Lein no merece eso.
-agh, la adolescencia de hoy es insoportable-

Tranquilízate Malya, ya solo 30 minutos más.

-si me disculpan- dije levantándome de la mesa. Camine hacia el baño.

Esta señora si que es complicada.

Tome un cigarro y lo prendí, me senté en el columpio que colgaba de el árbol. Mire aquella hermosa Luna.

Desde que Hassan y yo nos separamos siempre salgo en la madrugada a ver la Luna, es preciosa.
Me gusta observar como las estrellas la rodean, tiene un brillo tan especial.

-lamento lo de mi madre- se acercó Lein

-esta bien, no te preocupes- respondí

-no está bien, no debió de meterse en tu vida-

-da igual, lo hacemos por ti- respondí mientras apagaba mi cigarro con el tronco de aquel árbol.

-Mi madre ya se fue, todos están arreglandose para la fiesta -

-pues vamos, tengo que maquillarlos y maquillarme- me quite los tacones y pise aquel húmedo suelo.

Corri hacia los baños y me puse una falda negra con un top Negro, hacian juego, me puse los otros tacones que traía.

Me quite el delineado negro y lo cambie por uno color rosa chillón.
Pensé en quitarme el collar que me regaló Hassan y ponerme uno neon. Me mire frente a el espejo.
Mejor no me los quito.

Salí y le hable a Gabito, lo maquille rápido. Después a Junior, a Luis, Oscar, Lenin, Lein,  Ellos querían que les hiciera cosas a lo loco en el cuello y cara.

Hice lo mismo con casi todos, las botellas las llenamos de pintura al igual que el suelo y las paredes, las luces rápido cambiaron y aventamos las pinturas a la alberca para que se pintara de otro color.

-¿Tu no te vas a pintar?- me preguntaron, yo ya estaba maquillada.

-ya estoy maquillada- respondí confundida.

-pintate las piernas o los brazos, no se. El abdomen alv- yo reí. Tome pintura y comencé a hacer un espiral en mi pierna izquierda.

-felices- pregunté. Oscar se acercó a mí y en la otra pierna me hizo una carita feliz, Junior me puso sus iniciales, Gabito dibujo una estrella y Luis hizo un garabato.

-ahora si, ya te ves más perra- dijo Lenin, yo rei

Inflamos los globos, pusimos música y en menos de 30 minutos ya estaba todo el salón lleno de gente bailando.

Había pinturas en todos lados para que ellos solos se hicieran el maquillaje.

Yo comencé a tomar, quería divertirme y olvidarme de todo.

Empecé a bailar arriba de una mesa con una muchacha que acaba de conocer, ella tenía un cigarro en la mano y yo enia una botella.

Mientras ella estaba ahí bailando yo creí ver a alguien. No, estaba segura de que era Natanael.
Un mareo repentino llegó a mi, casi caigo de aquella mesa.

Baje de ahí y comencé a caminar con la intención de ir a aquel columpio a despejar mi mente. Alguien choco conmigo, el estaba de espaldas bailando por lo que no lo culpo.

-disculpame morra- se volteo y me miró. Era Hassan.

No.

No puede ser.

No pueden estar aquí.

-ten más cuidado, idiota- dije y lo avente de nuevo. Lo volví a aventar, ahora con más fuerza.

-calmate, nomás fue un rozon- dijo, y yo al instante reaccione. ¿Porqué vergas ví a Hassan?.

No dije nada y solo seguí caminando hacia el columpio.

Comencé a columpiarme mientras tomaba de la botella. Se terminó la botella y tome otra. Ahora todo se sentía realmente bien, ya nisiquiera puedo ver bien.
Después de un tiempo observando la luna camine hacia el baño.

Me mareé y caí a el suelo. Intente levantarme pero estaba resbaloso. Me recoste en el suelo y comencé a reír.

Nisiquiera de de que rio, si de lo patética que soy, de lo estúpida que estoy o de lo pendeja que me veo.

-dejame ayudarte morra- se acercó alguien. Tenia mucho maquillaje en su cara. Con mi mano lo limpie. El intento evitar eso, pero no lo logro.

Podré estar borracha y drogada, pero nunca e sido estúpida y se reconocer perfectamente a alguien que me marco.

¿Que carajos hace aquí?

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Uyuyuy, quien creen que sea?.