𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋

38

Ya era el día de la "boda". Sinceramente sentía algo de nervios, no por el "matrimonio" y esas cosas. Si no por el ataque, no sabemos de cuantas personas será ni cuantas personas morirán.

-¡Mal!, ¡Debemos irnos, corre!- me grito Mil, yo estaba en cuarto arreglándome el labial, no me gustó cómo me lo dejo la que me maquillo.

-¡Ya voy!- grite, tome mi celular y rápido llegué a la puerta con la esperanza de encontrar aquellos hermosos tulipanes que diario me dejaban en la puerta.

Cada ves había uno más. Cuando se fue Hassan, el primer día me dejó uno, al siguiente habia dos, después tres y cada ves más.

Hoy era el día 14 desde que Hassan se fue y habían exactamente 14 tulipanes en la puerta. Tome todos y los lleve adentro.

-esta pinche casa parece florería- salió Nata de su cuarto con traje, yo rei al verlo así.

En eso tenía razon, habían 105 tulipanes en mi casa. Todos estaban hermosos.

-Mil, sigo pensando en que no deberías de ir-

-claro que iré- ella se acercó a mí

-pero podrían herirte-

-eso no importa-

-claro que importa. No eres capaz de matar ni a una mosca, no puedo arrastrarte a la misma mierda que yo vivo-

-estamos en esto juntas, Maly. No te dejare sola en ningún momento pase lo que pase-

-no deberías de hacer eso, Mil-

-entiende que estamos juntas en las buenas y en las malas- dijo y me abrazo. Era inexplicable el amor que sentía por Mildred, la quería demaciado.

-ya vámonos, vas bien tarde morra no mames- yo solo rei, bajamos rápido. Subimos a la camioneta de Nata, el condujo hasta la "iglesia" donde sería esa mamada de la misa.

Según lo que sabíamos, el atentado hiba a ser contra Caleb y yo, pero no sabíamos a qué hora, en qué lugar o por dónde dispararían.

Todos los invitados eran falsos, eran personas preparadas para disparar en cualquier momento.

-el vestido me pica- me queje

-es solo por un rato-

-pero no entiendo porque una boda. Es algo estupido, no tiene lógica- respondí algo harta. El vestido me estaba asando, tenía demaciado calor

Al llegar bajamos rápido, yo tenía que esperar mi entrada. Yo llevaba unas armas debajo de el vestido, estaban siendo detenidas con unas medias.

-ve nomás mija. Nunca pensé que te vería así- me dijo Junior

-callate Toño, es falso- el río

-ya se morra, pero te ves bien bonita en el vestido-

-nunca me volverán a ver con vestido de boda, así que disfrútenlo- ellos rieron. Mil y Nata entraron y se sentaron en una banca.

-Maly, traes tus armas?- me preguntó

-si, ¿Tu traes?-

-si, pero no traigo tantas balas-

-como se te ocurre Antonio, es un atentado y no traes balas. No mames- dije mientras sacaba algunas y se las pasaba. El de inmediato se las guardo-

-pareces el señor buchón que nomás viene para comer mole- el me miró serio. Yo rei

Cuando todos se levantaron tenía que entrar yo, hiba de el brazo de Junior.

Tenía algo de nervios, sentía que me podían disparar mientras caminaba y eso sí me mataría.

Como todo era falso nisiquiera sabíamos que hacer, comenzó a la boda y teníamos que decir las palabras, los anillos, las firmas y toda esa mamada.

Claramente yo hice una firma falsa, no pensaba usar la mia.

-puede besar a la novia- Caleb se fue acercando a mi, yo no quiera besarlo. No podía.

Intente hacerme algo para atrás, pero antes de poder hacer algo dispararon. Le dió en el cuello a el "Padre".

Todos sacaron sus armas y las balas volaron por todos lados. Yo inmediatamente corrí hacia la banca de Mildred y Nata.

Cuando llegue me puse delante de Mil, ella se puso debajo de la banca mientras Nata y yo disparabamos.

Había demasiada gente atentado contra nosotros. Alguien de verdad nos quería muertos.

El vestido comenzó a estorbarme termine rompiéndolo, lo bueno que traía ropa abajo alv.

-¡Vámonos!- grito Caleb, el estaba cerca de la puerta.

Todos comenzaron a correr, yo busque a Junior con la mirada. No lo veía. 

Tome a Mildred de la mano y la jale para correr y salir por la parte de atrás de la iglesia, Nata también corrio.

-ahorita vengo- dije y corrí de nuevo hacia dentro, no estaba segura de si Junior salió.

-¡Malya!- grito Mildred, Nata la freno del brazo impidiendo que ella me siguiera.

Corri hacia adentro, había demasiados cuerpos tirados y no quiero revisar de uno por uno.

-shh- me hicieron, yo voltee, era el. Estaba con Óscar- Mal, ayúdame. Le dispararon a Óscar- mi cuerpo se tenso al instante.

Me acerque, Oscar estaba en el piso y estaba completamente pálido. Se le veían ojeras y estaba temblando. Lo toque, estaba completamente helado.

-vamos a mi camioneta, toma las llaves- Junior me dió las llaves, el estaba haciendo presión en la herida de Oscar.

Salimos de ahí como pudimos en medio de todo aquel desmadre, al llegar a la camioneta Junior subió a Óscar en la parte de atrás.

-Toño, yo no puedo manejar así, voy a chocar- mis manos temblaban y mi respiración era demaciado agitada. Le entregué las llaves y el rápido se subió a la camioneta.

Yo le presione la herida, sus ojos comenzaron a irse.

-Hey, Oscar. Mírame- le pegue en la mejilla en un intento de despertarlo. Fue inútil- ¡Oscar!, No te duermas!- le volví a gritar.

El solo abrió los ojos de golpe, pero al instante volvió a cerrarlos. Su sangre baño completamente mi ropa y mis manos.

Al llegar Junior lo bajo y yo ayude a llevarlo adentro.

-¡Una enfermera!, ¡Por favor!- grite, de inmediato llegaron con una camilla y se lo llevaron.

-Entrara en cirugía, en cuanto sepamos algo de el les avisaremos- yo asentí. Nos sentamos y yo solo veía mis manos rojas.

Mi celular vibró y lo saqué de la bolsa, era una llamada de Hassan.

-¿Bueno?- conteste con mi voz algo temblorosa

-¿Que onda morra?, ¿Cómo está o que?- me preguntó- ¿Como les fue en la boda?-

-le dispararon a Óscar- conteste, mi voz temblaban demaciado y se entrecortaba.

Tenía miedo, mucho miedo.
Oscar siempre a sido un buen amigo, el y yo nos conocemos de hace 5 años y siempre a estado para mí.

No podíamos perderlo. No ahora que todo hiba tan bien.

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