𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋

14

-Ey, ya despierta- le pegue con una almohada en la cabeza a Max.

-¿Que vergas quieres?- me preguntó mientras se cubría la cabeza con la almohada de nuevo

-que te vayas de mi casa, eso quiero. Idiota- me levante de la cama y entre a el baño.

Ahora vivo en un lugar distinto. Es un departamento pero muchísimo más grande que mi casa anterior.

Tome un baño, ya no me maquillo. Solo uso labial y rimel.
Salí de el baño y tome un tacón.

Tuve un gran déjà vu.

-no estés diciendo eso pq te aviento el tacón, Natanael!- le grite y el solo rio - todo el mundo esta escuchando! - volví a gritarle.

-no es verdad, morra. Cálmate alv- el se levantó de la mesa donde estábamos y tomo el micrófono - a Malya le apestan las patas!- grito en el micrófono y señalo a mi mesa. Me señalo a mi, toda la gente volteo a mi mesa y me miró.

La mayoría de la gente se reía y otra me juzgaba. Cuando Natanael dejo el micrófono y se acercó hacia la mesa donde estábamos me quite el zapato y se lo lance en la cabeza.
Cayó a el piso y la sangre salió de aquella herida.
Nata se comenzó a quejar.

-No mames morra, me va a desmayar el olor a patas - se levantó y se miró con la cámara de su celular - ALAVERGA!, Se me hizo un hoyo vtlalv-

Yo revise su cabeza, rei por la herida y tome las llaves de mi Jeep. Saque a Natanael de aquel Bar y me lo lleve a urgencias médicas.
Lo atendieron y todo salió bien, solo quedó más pendejo de lo normal.

Al tener ese recuerdo en mi mente baje el tacón y mejor le pegue en el brazo.

-ya vete, tengo que irme a trabajar- Max se levantó y se vistió, yo tomé mis cosas y ambos salimos de la casa.
Subí a mi camioneta y me dirigí a aquel bar.

[...]

Las cosas siguieron transcurriendo normal en toda la semana.
Natanael y Hassan estaban subiendo nuevas canciones y ahora eso era lo único que escuchábamos

-idiotas- susurré cuando salió una canción de ellos en la radio de el carro.

-¿Que pasa linda?, ¿No te gusta peso Pluma?- me preguntó Caleb con burla. Ahora el hiba con nosotros a todos lados.

-Ese hombre está prohibido aquí, espero y lo entiendas, Caleb- hablo el Rey.

- No se moleste, Rey. Que hable lo que quiera. En fin, ellos no importan ya- dije. Pues en si ellos no habían echo nada, yo fui la que se hizo ilusiones y falsas esperanzas sobre ellos.

Aunque después de todo, sigo sin entender exactamente el porque ahora teníamos que soportar a Caleb. El solo hacia chistes idiotas en un intento de hacerme reír.

Me dispuse a mirar por la ventana el resto de el camino mientras sonaba la música de aquellos idiotas en las bocinas de la camioneta y mi mente daba vueltas como los últimos 6 meses.

Siempre pensaba, ¿Porqué?. ¿En qué momento me volví tan débil y vulnerable ante ellos?, ¿Porqué fui tan tonta?.

Odiaba tanto mi estupida mente, mis estupidos recuerdos.

-En fin, la nueva droga es un éxito. A nadie le están importando las consecuencias- hablo el Rey con Caleb

-no entiendo cómo son tan estúpidos y no les importa perder la memoria- voltee a el instante.

-¿Borrar la memoria, dijiste?- pregunté

-si, no es tal cual el borrarlos. Es como si se volvieran borrosos los recuerdos - el Rey me miró serio

-Yo quiero probarla- dije con rapidez.

-No, nisiquiera lo pienses- el rey se negó rotundamente.

-Pero las consecuencias son inmediatas. En cuanto el efecto de la droga se pase olvidarás una parte de tu vida- me dijo. Yo asentí y el medio una bolsa que contenía aproximadamente para 10 "viajes".

-No se te ocurra, Malya- el Rey se escuchaba enojado.

-el me envicio. Tengo que olvidarlo y solo así podré dedicarme únicamente a el trabajo- el rey me miro demaciado enojado.

-Esta canción, es para una plebita que fue muy especial para mí, alch lo sigue siendo pero nos tuvimos que separar. Yo la neta todavía la quiero alv- era su voz. Su estúpida y maldita odiosa voz.
- Cuando por la Noches recordaba todo. El olor de aquel perfume sobre todo- grandísimo pendejo.

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Segundo capítulo sin Hassan, aún faltan como 5 mas JAJSJAJA
No sé me desanimen, aún nisiquiera empieza lo bueno.