𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋

34

Estábamos desayunando, bueno. Natanael se estaba atragantando, dijo que la ensalada de frutas era demaciado buena y se chingo todo el tazón el solo.

-¿Más buena que la que yo preparo?- pregunto Mil

-claro que no plebe. Todo lo que tú haces es delicioso- le dijo y le guiño un ojo. Mildred al instante se puso toda roja y yo solo rei.

-Mil, en eso Nata tiene razón-

-a chinga, ¿Y tú cómo sabes alv?- pregunto mientras levantaba una ceja

-su comida es deliciosa, baboso- le respondí.

-yo creí que también lo decías por lo otro- yo rodee los ojos y Mildred solo se puso muchísimo más roja.

-solo nos hemos besado, no más- dijo Mildred intentarlo darnos explicaciones a Hassan a mí

-da igual- le respondí mientras seguía comiendo

Al terminar de comer salimos a caminar por la orilla de la playa. La mano de Hassan rodeaba mi cintura mientras caminábamos.

Subimos un rato a la habitacion, nos recostamos y vimos la tele.

[...]

Hassan desapareció toda la tarde, ahorita ya son las 7 de la tarde y aún no llega.
Salí, camine hacia la habitación de Mildred y Nata.

Al llegar ahí, me di cuenta de que no estaba Nata y solo estaba Mil.

-hey, ¿No haz visto a Hassan?- le pregunté

-¿Tu no haz visto a Natanael?-

-no, ¿Tampoco está?-

-salio desde las 12, no le he visto desde el desayuno- me acerque a la cama y me recosté junto a ella

-yo tampoco he visto a el baboso de Hassan- era un programa extraño, aburrido.

Pasaron dos horas más y aún no había señales de ellos, estaba nerviosa. Se que es imposible que se vuelvan a ir, pero tenía miedo.

-hey, tranquila. Se que can a regresar- Mil me habló, yo solo le sonreí

-se que si, solo es mi esquizofrenia- respondí con ironia

-ya llegamos- entro Nata corriendo con una sonrisa. Me levanté y lo patee

-¿Porque putas se van sin avisar?- el solo se dejó caer de rodillas en la alfombra de la habitación mientras se sobaba la pierna

-Hassan te está esperando en la playa- hablo como pudo

-osea que el pendejo todavía quiere que vaya por el?, En qué está pensando- dije y comencé a caminar hacia el elevador.

Yo estaba descalza y llevaba encima una playera bien larga de Hassan, el short que llevaba era corto, por lo que no se notaba.

Al llegar a el piso de abajo camine hacia el mar. Ahí estaba el de espaldas, reconozco su espalda a kilómetros de distancia. 

Camine hacia el.

-Hey, morra. Se supone que hibas a venir con Nata-

-¿Porque no me avisas que te vas a ir?, ¡Que te pasa!- antes de poder seguir hablando Hassan solo me abrazo

-tranquila morra, era para una sorpresa que te debo- Dijo y metió su mano en la bolsa de su pantalón

-se que no es mucho, tu te mereces esto y más. Deberías de tener algo mejor que esto y a alguien mejor que yo- tomo mi mano, yo sentí un escalofrío cuando el agua fría de el mar tocó mis pies - pero todo fue tan repentino, te juro que si me das la Oportunidad después te llevaré hasta dónde tú quieras

Yo solo reia nerviosamente, el agua cada ves se ponía mas fría y el viento comenzó a soplar.

-Maly, desde el primer momento que te Vi me encantaste. Ese puto vestido que traías, el maquillaje, tu perfume, todo de ti me encantó.
Desde que escuche tu voz por la llamada sabía que eras una persona muy especial.
Morra, te juro que te compraré toditas las estrellas y voy a intentar ser suficiente para ti.

Hassan me mostró lo que escondia en su puño, era aquel anillo que me encantó cuando fuimos a el centro comercial a comprar ropa.

-morra, ahorita ya estaríamos hasta casados en una casota y aunque no soy un vato que tiene varo, pero hablando del corazón te cumplo todo.
Tendríamos un chingo de animales como los que te gustan pero se presentó la pendejada que hice y estoy muy arrepentido de aver perdido todo ese tiempo contigo.

-Malya, ¿Podemos intentar algo?- su pregunta me tomo por sorpresa, yo solo sonreí. Las palabras no salían de mi boca, quiera gritar, correr, brincar- y si tú no quieres, pues no hay ni un problema

Mis brazos rodearon a Hassan en un abrazo, el pobre solo me abrazo, estaba temblando.

-si, podemos- lo bese y el me levanto, me puso el anillo y corrio para adentro del mar. El agua helada choco contra mi cuerpo, yo me quite la playera de Hassan y la lance a la arena.

El me abrazo, sus manos se posicionaron en mi cintura y mis piernas se enrollaron en su cintura. Me beso como nunca antes, estaba tan emocionado, parecía un niño con un dulce.

-tengo a la morra más pinche preciosa de todo el puto mundo a mi lado. Y ahora es mía- grito, las pocas personas que estaban en la playa nos miraron extrañados, yo solo rei.

-shhh, cállate. Que vergüenza-

-¿Vergüenza de que?, Estas hermosa, preciosa, chula, guapa, bonita, linda, prefecta- lo interrumpí con un beso, el estaba gritando demaciado.

Al salir del mar hicimos un cochinero, llegamos a la habitación de Mil y de Nata, lo cual fue un error pq se estaban tragando.

-¡No mamen!, ¿No saben tocar?- Nata se enojo

-pa que sienta lo que nosotros cuando usted entraba a cada rato como puto perro sin correa- Hassan le dijo, Nata no dijo nada.

Cerramos a puerta y corrimos a nuestra habitación, en cuanto cerramos la puerta Hassan me puso seguro. Yo tenía demaciado frío, estaba temblando.

Hassan se acercó a mí y inicio un beso, me cargo y me llevo hasta la cama. Ahí me dejó caer y se colocó encima de mi con cuidado de no aplastarme.

Sus besos bajaron a mi cuello descubierto, ahí estuvo haciendo varios chupetones.

-no hagas tanto, me dejaras toda marcada- rei

-¿Y que tiene?, Que se enteren de que tienes novio- que hermosa se escuchaba esa palabra salir de su boca.

Por fin éramos algo, por fin teníamos un título, por fin era oficial.

Por fin Hassan era mío.

O no?

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Ayyy el Amor😻.

Ahora necesito un Hassan😿