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Me desperté por el olor a Hot cakes. El dolor de cabeza era insoportable, demaciado. Luego me saque de pedo, Asumadre, ¿Quién vergas está en la cocina?.

Me levanté corriendo y salí de mi habitación. Era Mildred, estaba cocinando.

-Buenos días- me dijo con una sonrisa- espero que no te moleste que hiciera el desayuno

-nonono, no te preocupes- dije, ví el reloj y eran las 8:20 de la mañana. Solo dormí 2 horas alv.

Camine hacia el baño dispuesta a bañarme, no tenía planes de salir y el rey me dió permiso de ir a trabajar hasta el Lunes.

Al salir de la regadera me vi en el espejo, mis ojos estaban realmente rojos y algo hinchados. No me ardían ni nada por el estilo.

Al salir de el salir de el baño mire mi closet y pensé en que ponerme, me puse pijama y camine de nuevo a la cocina.

-¿Dormiste bien?-  me preguntó mientras acercaba mi plato

-si, algo- respondí, claramente era mentira - ¿Y tú?

-la cama es realmente comoda, mucho más que la de mi casa-

-vamos a la sala, si quieres- dije y camine hacia el sillón para ver alguna película. Me senté y deje que ella la escogiera.

Mientras comía la observé, era algo rubia, era güera y tenía unos grandes ojos azules llenos de brillo. Era muy bonita. Su nariz respingada la hacia ver linda. Era delgada y de mi estatura.

Estuvimos en aquel sillón por varias horas.

-¿Haz visto las películas de Harry Potter?- me preguntó. Negué

-nunca estoy en mi casa, todo el tiempo estoy trabajando y tenía mucho tiempo sin ver la televisión- dije

-¿Quieres ver las películas?- yo asentí y ella las puso. La primera me aburrió un poco, pero me pareció adorable ver a Ron.

-sabes, si llego a tener un hijo me gustaría que fuera pelirrojo- dije.

-¿Cómo le pondrías?-

-no lo sé, supongo que lo hablaría con su papá- ella reproducio la otra película

-¿Cuántas son?- pregunté

-8 películas- suspiré y me recoste en el sillón. Estaba muy entretenida viendo la tele hatsa que el timbre de el departamento sonó
-yo me encargo de el aseo, gracias - grite pensando que venian para limpiar

Volvieron a insistir. Cómo chingan. Me levanté rápido y camine hacia la puerta.

-dije que- me quedé callada al ver a Hassan y a Natanael de el otro lado de la puerta- ¿Que mierda hacen aquí? - pregunté algo confundida. El enojo se apoderó de mi al instante en el que Hassan me miró serio.

-vine por mi camioneta- respondió

-no mames María- dijo Natanael, yo lo mire con algo de odio- perdón, Malya. ¿Que te paso en los ojos?- pregunto, parecía algo preocupado y Hassan al instante me volteo a ver

-no es tu asunto, Cano - respondí, me di la vuelta y dejé la puerta abierta. Camine hacia mi habitación, estaba segura de que el control estaba en mi cuarto.

Comencé a buscarlo pero no lo encontre. Según yo lo había dejado en mi cartera.

-Mildred, ¿No viste el control de la camioneta?- grite con algo de desespero, no me gusta tenerlos cerca de mi.

Voltee hacia la sala y Natanael ya se encontraba comiendo en mi cocina mientras Hassan seguía recargado en la puerta

-creo que está en mis cosas- dijo Mildred mientras le servía más hot cakes a Natanael.

-me urge encontrarlo, no quiero que estos pendejos estén aquí- dije como si ellos no se encontraran en la casa

-sabes que, olvídalo regresamos más tarde- respondió Hassan molesto

-no, no quiero verlos más tarde, ni mañana, ni pasado. Ahorita lo encuentro- comencé a revolver todo lo que estaba en la casa. No puede ser, no lo perdí, ¿O si?.

-asi déjalo, romperé el vidrio y listo- Hassan me habló enojado

-mira Hassan, a mí no me vas a estar hablando así y mucho menos en mi casa. ¿Ahora resulta que tú eres el enojado?. Ahorita lo encuentro, y en primera reclamale a el- señale a Natanael el cual se encontraba atascandose con la comida de Mildred-  ¿si era tu camioneta porque me la presto?

-pues tu porque no llevabas camioneta, ¿Me viste cara de Uber?- dijo el enojado y cruzado de brazos

-yo no sabía que era tuya, de haber sabido nisiquiera la tocaba-

-ahhh, claro. Dices eso mientras usas mi sudadera- "mierda, nisiquiera recordaba que la llevaba puesta"

-esta es mi sudadera porque estaba en mi casa y en mi closet. Debiste de sacar todo cuando te fuiste aquella noche- le dije, sus ojos solo se llenaban de desilución

-sabrias todo pero ayer no quisiste escucharme- su tono de voz subía cada ves más al igual que el mio

-estabamos en un baño, idiota. Nadie va a hablar de sus problemas en un baño- respondí con ironía

-a mi no me importaba el lugar no mames, me importaba arreglar las cosas contigo-

-ya te lo dije, no hay nada que arreglar. Todo lo dejaste claro- yo seguía buscando el control desesperada. Necesito que se vayan.

-si tan solo dejaras el orgullo de lado y me escucharas- dijo

-lo deje de lado una vez y ve como me resultó- dije, ya estábamos gritando

-fue porque me obligaron a hacerlo- dijo algo harto, Natanael volteo de inmediato

-ahhh claro, cuando entraste a mi casa tenías un arma en la cabeza- si el me gritaba yo le gritaba el triple, ¿Qué carajos le pasa?

-nisiquiera se porque estás enojada. No éramos nada y no tengo porque darte explicaciones- grito por última ves. Cuando terminó la oración de inmediato me miró con arrepentimiento.

Encontré el control de su camioneta y se lo lance, el se agachó por el a el piso.

-Maly, yo no quise- intento acercarse a mi, yo me aleje

-porfavor, solo vete- susurré.

-ya vámonos Nata- dijo Hassan, Natanael agarro otro hot cakes y lo lleno de mermelada.

-¡Deja de comerte mis cosas!- le grite a natanael mientras le lanzaba un tacón. El tacón le pegó en la cabeza. De nuevo.

Natanael se levantó de la silla y camino hacia la puerta

-estuvo bien rico el desayuno morra, al rato vengo por ti pa llevarte a mi casa- le dijo a Mildred y salió de la casa mientras se sobaba la cabeza.

Suspiré y me deje caer en el sillón mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

-¿Quieres hablar?- se acercó Mildred y se sentó a el lado de mi.







































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Ay Hassaaan, si pa pendejo no se estudia JAJAJA

𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora