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El plan se estaba llevando a la perfección, Mildred ya estaba ganándose un poco la confianza de aquel señor.

Natanael casi no había hablado en estos días desde que Mil se fue, solo se encerraba en su cuarto o comía sin decir nada.

Hoy en la noche yo también iré para allá con ella, necesito saber cómo esta y que a sabido sobre cómo están las cosas por ahí.

-te digo algo- Hassan y yo estábamos abrazados en mi cama- tengo miedo- susurré. Hassan escondió su cara en mi cuello

-¿Porqué?-

-No quiero perder a Mil-

-todo va a salir bien, bonita. Tu sabes que eres muy buena en este jale y van a salir vivas y forradas de dinero de ahí- yo rei un poco

-eso espero, no soportaría perder a Mildred- el me sonrió- no me sonrías asi que me pongo toda pinche roja

-¿Ps pq plebe?-

-pq estás bien guapote y con esa sonrisa más- el río y se puso rojo- no te pongas rojo pues

-ps tus cosas que dices, ¿Cómo no quieres si ve que cosas me dices?-

-yo te estoy siendo sincera- el volvió a cubrir su rostro

-hay que quedarnos así para siempre- me dijo, el estaba acostado en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello

-ojala- mire su reloj, eran las 10:45 de la noche- Hassan, ya debo irme

-¿Pq te metiste en este jale?- se quejo cuando intenté apartarlo para levantarme

-nisiquiera yo sé en qué estaba pensando- me levanté y me puse el vestido rojo que habíamos acordado.

-ey plebe pero yo no quiero que nadie que no sea yo te toque- yo rei

-obvio no, que asco- caminamos hacia la recepción. Hassan manejaba su camioneta mientras hibamos para donde deberían de recogerme.

Al igual que Mildred yo también llevaba un rastreador en mi ropa interior para cualquier cosa que se nos salga de las manos.

-recuerda. En una semana debes de ir por nosotras en dónde se supone que vamos a estar- le dije cuando llegamos a aquel lugar

-no te vayas- me abrazo

-voy a estar bien. Te lo prometo- me baje de la camioneta no sin antes darle un gran besote.

Camine hacia donde se supone que deberíamos de estar. Espere algunos minutos ahí, mientras veía que la camioneta blanca estuviera cerca Hassan me hacía señas desde la camioneta y me hacía reír.

De pronto la camioneta apareció y bajo el vidrio.
Era aquel señor, era anciano, gordo y feo. Me miró de arriba abajo.

-que onda muñeca, ¿Para donde va o que?- me preguntó, tenía sentó colombiano.

-pues estoy esperando a alguien para hacer negocios con el, se hace llamar el papa- el me miró y abrió la puerta de inmediato

-ese soy yo mija, subase que hablamos en mi casa- yo me subí a la camioneta

-¿Que negocios quiere hacer conmigo o que?- me preguntó

-pues, uno así como en el que usted es conocido-

-ay mija, usted está igual de bonita que la muñequita rubia que tengo allá. Igual que a ella a usted me la quedo pero para mí, no para el negocio - se acercó a darme un beso. Sentí asco, mucho asco. "Pobre mil, ¿Será que ella también paso por eso?"

Llegamos a una casota, tenía como 30 carros alrededor. Me hizo pasar y me llevo hasta su "oficina"

-aqui vas a vivir desde hoy, en un palacio como el que te mereces, princesa- me dijo. Yo rei falsamente- ey, llévate a la muchacha con la que llegó hace tres días. Que duerma en el mismo cuarto- yo le agradecí falsamente y seguí a su guardaespaldas.
Entre a la habitación y me encontré con Mildred

-¿¡Por dios, eres tú!?- se acercó y me abrazo- te extrañe demaciado- la pobre de veía cansada, demaciado.

-Mil,¿Cómo estás?- pregunté mineras la revisaba de arriba a abajo- ¿Cómo te fue?

-yo estoy bien, descubrí que a este señor solo le gustan las mujeres que son vírgenes- me dijo- el otro día descubrió a una que no lo era y la mato en ese instante- Mil se escuchaba asustada-
También cuando llega una nueva, le hace una "ceremonia". Eso no tengo idea de que se trate, pero según una de las niñas que andan ahí es cuando pone a prueba que seas virgen

-Puta madre, ¿Que vamos a hacer si nos hace esa pinche "ceremonia"?- Mil me miró

-no lo sé, yo todavía lo soy- dijo y me dió la espalda

-Ay si Mildred, no me dejaste dormir con Natanael el otro día- ella se puso toda roja- nisiquiera yo he echo eso con Hassan

-¿No?- negué y rei. Ella estaba toda nerviosa

-no con Hassan, pero si lo he echo antes. Cómo 5 veces- dije, la verdad nisiquiera las tenía contadas pero estoy segura de que fueron más veces con Max.

Y también una ves por accidente fue con Óscar. Pero fue por accidente, estábamos muy borrachos y sacados de honda.

-en que piensas?- me dijo, yo solo negué.

-en como le vamos a hacer para matar a ese pendejo- de verdad no sabía que hacer, había gente en cada puto rincón de la casa.

-¿Ya se acomodaron?- entro ese viejo panzón a la habitación- parece que se llevan bien. Solo vengo a decirte que tú ceremonia es para pasado mañana y después será la tuya- me señalo primero a mí y luego a Mildred, eso es bueno. No quiero que Mildred esté cerca de ese estupido señor

-¿Que es eso?- pregunté haciéndome la mal entendida

-ya lo verán. Es algo en lo que solo vamos a estar ustedes y yo- nos guiño un ojo y salió de la habitación.










































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Miren esoooooo😻.
Voy a subir este capítulo nomás pa darles las gracias por eso. 😘

𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora