44

870 104 10
                                    

Ya pasó una semana de aquella cena, todo volvió a ser un poco como antes. O al menos eso intentamos.

Ya tengo 4 meses de embarazo, agradezco que no se me note ni un poco, Hassan y yo aún no estamos listos para dar explicaciones a todo el puto grupo de chismosos que son amigos.

Hassan llamo a un camión de mudanza, no nos llevaríamos todo. Solo las televisiones, los sillones y unos muebles míos.

Todo lo demás lo vamos a tirar, se supone que la mudanza llega como a las 12:00.

-Hassan!, ¿Ya guardaste todo?- pregunté mientras cargaba unas mochilas con mi ropa- ¡Natanael!, Ponte a recoger esos pinches controles o los voy a tirar- le dije señalando los controles de su puto videojuego

-ya voy- me grito desde su cuarto y camine de nuevo hacia la que era mi habitación. Hassan había estado muy distraído, había estado hablando por teléfono toda la mañana

-amor, la mudanza llega en 5 minutos y no haz guardado nada- me acerque a el

-ya voy Malya, no mames, ya deja de estar gritando alv- me contestó algo molesto

-nisiquiera te grite- le contesté

-es mi problema si pierdo mis cosas, que te valga verga- lo mire algo dolida, nunca me había hablado así. Tal ves no era un buen día para el.

Tome mis cosas y salí de la habitacion, el camión ya estaba abajo y empezaron a sacar todas las cosas.

-Hassan, ya vámonos- le hable, el estuvo parado en el pasillo todo el tiempo mientras sacaban las cosas. El me miró algo harto y paso de largo.

"Es la misma mirada que te dió aquella noche".

Debería de ignorarlo?.

Camine hacia abajo, se supone que el camión ya debe de estar en camino hacia la nueva casa.

Subí a mi camioneta, Hassan se quedó parado en la puerta de la camioneta y yo quite el seguro. El se quedó pensando y luego dió la vuelta para subirse a la camioneta de Nata.

Yo solo suspiré y acelere, ellos no sabían la ubicación así que me siguieran.

Yo solo puse música fuerte y me deje llevar, tal ves mañana se le pasará.

-¡Ey morra!- se escuchó la voz de Junior por el otro lado del teléfono

-euu- le contesté

-pasanos tu dirección o que, para darle el estrenon a tu casa- yo sonreí

-¿Quienes vienen o que?-

-Oscar, Gabito, Luis, Lenin, Lein, Adriel, los de eslabón armado, el Tony Aguirre y otros plebes mas-

-listo, ya te la envié-

-chido plebe. Ahorita ya estamos aquí comprando de tomar ahorita le caemos- "no puedes tomar nada de alcohol". Ayy, es verdad.

-oye, Toño- dije antes de que colgara

-ey-

-me traes un agua de Jamaica- le pedí. El se rió de inmediato

-¿Y eso pa que?-

-para tomar yo- le respondí

-ta bien, ahorita te compro unas 5- colgó la llamada y yo volví a reproducir la música.

Al llegar a la casa me di cuenta de que los de el camión de la mudanza ya estaban bajando las cosas. Lo cual no se me hizo raro.

Me baje de la camioneta y camine hacia adentro de mi nueva casa. Era muy amplia y bonita.

Los muebles ya estaban medio acomodados, pues ya habíamos comprado más para ir amueblando.

Incluso parecía que ya tenía tiempo viviendo ahí.

Tome las mochilas que tenian mi ropa y subí las escaleras hacia el que se supone que era mi cuarto.

La casa tenía 5 cuartos, uno era de Hassan, otro de Nata y otro era mío.

Cada cuarto tenía su baño completo y su closet, el closet era precioso y estaba grandote, así si cambian todas las pinches cosas que tengo.

Empecé a acomodar un poco la ropa y todo lo que tenía.

Una parte de mi closet estaba llena de cosas que no eran mías pero no pensaba tirar.

Las cosas de Mildred estaban colgadas por una esquina y enseguida estaban las sudaderas de Hassan y de Nata que me había quedado.

El conjunto de ropa con el que había conocido a Mil se había convertido en mis cosas favoritas. Sus perfumes, sus zapatos, su maquillaje, sus peluches... Todas sus cosas estaban en mi closet.

Su ropa tenía el olor a ella, ese olor tan característico de ella me transmitía tanta paz. Si tan solo hubiera regresado antes ella estaría en el cuarto de al lado riendo con Natanael.

-yo también la extraño un chingo- se acercó Nata, yo me limpie los ojos llenos de lágrimas

-ay Nata- se acercó y me abrazo- si hubiéramos regresado cuando tú lo dijiste ahorita ella estaría aquí- el me quito las lágrimas de la mejilla

-no digas eso plebe. Todo pasa por algo, todavía no entendemos por qué, pero en algún momento lo vamos a saber- me abrazo y me levanto, yo rei

-ey, no me aprietes- le dije, el me apretó más- no mames Nata, va a salir todo pendejo- el me miró algo confundido y yo rei- ya vamos abajo, ya llegó Toño

Corri hacia abajo antes de que el pudiera hacer una sola pregunta, el corrio detras de mi.

-¡Morra!- me abrazo Junior el cual ya traía su pinche vaso con cerveza en la mano. Todos los demás me abrazaron y saludaron, todos con una cerveza en la mano.

-puras tentaciones me ponen- dije y todos me vieron

-¿Por qué no puedes tomar o que?-

-estoy tomando un medicamento y el doctor me prohibió consumir alcohol o algo así-

-¿Te vas a poner chichis?- me preguntó Oscar, todos rieron y Toño vio feo a Óscar, el disimulo tomando de su cerveza

-ojala-

-vamos a la alberca o que- Gabito corrió para el patio de atrás que era donde estaba la terraza- no mames morra. Está bien perra tu casa- dijo cuando llegó

-ya se vato, todo lo mío está bien perro-

-hablando de lo tuyo, ¿Dónde está el hassan?- pregunto Pedro, el de eslabón armado

-no se, no me a hablado en todo el día-

-¿Problemas en el paraíso?- bromeó Adriel

-nahh, amanecio de malas o algo así-

-toma, el Toño te compro esto- Lenin me entrego una bolsa donde estaban mis botellas con agua de Jamaica

-graciasss- dije mientras destapaba una









































































































_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•_•
Aquí el de hoy.

Si llegamos a 25 votos les actualizo 😘

𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora