𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋

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-¡Dónde estás!- me preguntó Axel por llamada

-¡Ya voy llegando!-

-¿Viene natanael contigo?-

-si, ya vamos para allá- había un atentado contra el rey y nos pidieron apoyo a casi todos.

Ya había pasado una semana de la pelea con Hassan, el me llamo casi inmediatamente después de eso y se disculpo. Yo solo lo ignore.

Me enteré de que se está quedando con Junior y Óscar.

Al llegar a aquel lugar corrimos para cubrirnos, las balas eran demasiadas.

-alv esto está peligroso- dijo Nata tapándose la cabeza con un muro. Yo dispare algunas veces.

-vamos a buscar a Toño- le dije, corrimos hacia donde estaba la mayoría.

-¡Malya!- me grito Toño- ¡Vete de aquí!-

-¡Pidieron apoyo de todos!- el sonido de las armas siendo disparadas no nos permitía escuchar del todo lo que decían los otros.

-¡Aguas!- me grito Oscar

-¿De que?- dijo Nata

-De limón, pendejo- le dijo Oscar mientras reía

-¡Hijo de perra!, ¡Iba para mi cabeza!- le dispare a aquel que intento matarme

-¡Vete!- volvió a gritar Toño y me empujó hacia atrás

-¡O que la verga!, ¡No me voy a ir!- seguí disparando

Por el radio se escuchó que ya nos teníamos que retirar, empezamos a caminar hacia atrás para irnos pero los otros seguían disparando demaciado.

Dispare unas 19 veces más, habían demasiadas personas del otro lado.

-¡Hassan!- le grite e intenté correr hacia el, estaba peleando a golpes con uno de esos, pero eran dos contra el

-¡Malya!, ¿A dónde vergas vas?- la mano de Junior me detuvo

-necesito ayudar a Hassan- le dije

-el puede solo-

-¡Lo está matando!- le pedí desesperada. El me soltó y yo corrí hacia el.

Al llegar uno de esos idiotas volteo hacia mi, yo intenté dispararle pero ya no tenía balas.

-no eres nada sin un arma- me dijo con un tono de burla mientras se me acercaba yo lo golpee en un intento de hacerlo hacia atrás. Era imposible, era muchísimo más grande que yo.

-¿De verdad el Rey es tan pendejo como para meter mujeres?- yo lo empuje nuevamente y su asquerosa mano se estampó contra mi mejilla.

-¡Imbécil!- le gritó Hassan antes de dispararle, yo me levanté del suelo y le quite encima a el que lo estaba asfixiando

-¿Estás bien?- le pregunté algo preocupada

-gracias- me dijo y acomodo su arma- ¿Tu estás bien?, El pendejo te abrió el labio- tocó mi herida y yo me aleje

-tenemos que irnos- le dije. El asintió y comenzamos a correr hacia el lado en el que nos teníamos que ir

Hassan y yo quedamos atrapadas en un cuarto, las balas llegaban de a montones.

-no vamos a salir- susurré

-vamos a encontrar la forma- de un momento a otro las balas se frenaron. Esperamos un poco y nos asomamos, se habían retirado.

Caminamos hacia los cuerpos asegurándonos de que no hubiera vivos, ya sean de con nosotros o de los otros.

Hassan estaba revisando mientras yo revisaba la herida de mi brazo, una bala había rozado pero no me había lastimado.