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Desperté y mire a mi alrededor, estaba sola en la habitación.

-buenos días señorita Malya- entro una enfermera- solo para decirle que ya está dada de alta

-si, gracias- dije y ella asintió, salió de la habitación y yo comencé a recoger algunas cosas que estaban regadas por toda la habitación.

Entre a el baño y abrí la llave del agua, tenía pensado darme una rápida ducha.

La puerta del baño se abrió y yo rápido me cubrí, Natanael se quedó ahí parado.

-alaverga- dijo

-¡¿Que vergas ves pendejo?!-

-que ya tienes chichis- dijo haciendo señas

-chinga tu madre-

-tambien ya tienes nalgas- yo lo mire sería

-¡Ya salte!- le grite y me di la vuelta para volver a tallar el shampoo de mi cabeza

-dejame hacer pipí- dijo y se cerco a el baño. Se escuchó el sonido de su cierre y después.

-¡Eres un cerdo!- el se empezó a reír, cuando terminó salió del baño- ¡Lávate las manos!- le grite.

Cuando termine de bañarme me cambié rápido, cepille mi cabello y después salí del baño encontrándome con Nata acostado en mi cama.

-tuve un sueño bien criko- le dije

-¿Que soñaste o q?-

-que el Hassan me era infiel-

-no mames- dijo y se rió

-te lo jurooo. Hasta ahorita estoy bien enojada-

-el Hassan sigue sin despertar?- me dijo

-no se- le respondí- vente, vámonos

Natanael y yo salimos de mi habitación.
Antes de bajar pasamos por la habitación de Hassan para ver si el ya había despertado pero seguía dormido.

Entramos a la habitación y yo acomode un poco el desmadre que tenían Oscar, Nata, Lenin y Toño.

-ey, voy a comprar una hamburguesa. Ahorita vengo- dijo Natanael y salió de la habitación.

-¿Cuando piensas despertar?- le dije como si pudiera responderme.

Mi mano acaricio su mano.

-si ya desperté plebe- me susurro, yo grite y lo abrace. El me envolvió entre sus brazos y escondió su cara en mi cuello.

-ay dios- dije y me separé un poco de el. Tome su rostro entre mis manos y lo revise- ¿Estás bien?

-no te preocupes morra. No tengo nada- el me acercó hacia el para besarme.
Extrañaba tanto sus besos.

Después de un tiempo nos separamos.

-eres un pendejo- lo golpee levemente en su brazo

-okelaverga-

-¿Porqué me pusiste los cuernos con Anahí?- le dije mientras hacia como si me limpiara las lágrimas

-¿quien vergas es Anahí?-

-con la que me pusiste los cuernos en mi sueño-

-no mames Malya- dijo riendo

-no te rías. Me dió mucho coraje- el río más fuerte y envolvió sus brazos en mi cintura

-ay plebe- me volvió a besar

-¿¡Porqué vergas tardaste tanto en despertar!?- me volví a separar de el

𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora