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-Maly- se acercó Hassan a mí- debes de comer. No es sano para el bebé- me abrazo- tienes un mes sin comer bien, ya casi dos

-no tengo hambre-

-no me gusta verte así- se recostó a mi lado

-Hass, me siento mal- me abrace de su torso mis ojos se llenaron de lágrimas

-ay bonita. No puedo hacer nada para ayudarte- me acaricio el cabello y yo solo cerre los ojos

-la extraño- le dije- todo fue mi culpa. Si hubiéramos regresado cuando Nata nos dijo Mil estaría aquí

-deja de culparte por eso. No fue tu culpa- yo sabía que no había sido mi culpa, pero quería encontrar la respuesta del por qué habían asesinado a Mildred.

-estoy tan cansada- me abrace a el y el solo me en volvió entre sus brazos

-Maly, ya no se que hacer para que estés bien- de pronto se levantó de la cama y corrio hacia la sala. Regreso a la cama con Blair, tenía mucho sin verla.- ya ni cuidas a tu hija- me la puso encima y se recostó a mi lado

-me había olvidado de ella- sonreí y la abrace, Blair comenzó a besar mi mejilla

-Maly, se que te sientes mal por lo de Mil, pero Nata también está igual y ya no se a quien cuidar primero- también me había olvidado de Nata- deberías de hablar con el...

Yo asentí y me levanté para caminar hacia la habitación de Natanael y Mildred. Tome la perilla de la puerta y entre, todo olía a cigarro y a alcohol.

-Nata- le hable y el volteo, estaba de espaldas mirando la ventana con un cigarro en la mano.

-Morra- se levantó y me abrazo

-hueles terrible- dije con un tono burlesco

-tu más-

-¿Cómo estás?- le pregunté

-de la verga- me estiro un cigarro y yo lo tome

-Nata, tienes un desvergue en ese cuarto. Ahorita mismo lo recoges todo, ve nomás. Esas putas latas ahí, puro puto cigarro ahí, cámbiate de ropa no mames. Traes la sangre seca ahí- le dije

-pareces mi mamá, no mames- rio y yo igual. Hassan entro

-¿Ya están mejor?, Ya no estén así no mamen. Siento que vivo solo- se acercó y nos abrazo- no estés fumando tu- dijo y le dió un manazo a mi cigarro el cual nisiquiera estaba prendido. No puedo fumar por el bebé.

-no mames, amor- me queje y lo levanté del piso

-entiendo que hayan perdido a una persona demaciado importante, pero no pueden vivir así para siempre. Deben de seguir con su vida. Por más feo que se escuche, se acabó la vida de Mildred, no la de ustedes- yo miré a Hassan algo ofendida por la última frase, pero luego lo abrace

-Nata, Hassan tiene razón- dije mientras abría las cortinas de la habitación. Nata cerro los ojos y yo igual, tenía mucho sin ver la luz- te me pones a recoger este desvergue que tienes en mi casa

-ay voy mamá- dijo y empezó a recoger las 2000 latas de cerveza que habían en el suelo.

Yo camine hacia mu habitación y me empecé a desvestir, pues me voy a bañar pq ya hace falta alv.

-no mames, Malya- Hassan se acercó, yo ya no tenía nada de ropa en la parte superior de mi cuerpo- te ves muy delgada morra

Yo me camine a el baño y tome mi báscula para pesarme. 48 kilos.

Yo normalmente peso 54.

-Maly, esto no está bien- me abrazo- le afecta demaciado a el bebé- se acercó a abrazarme.

Desde que me hice la prueba de sangre y salió positiva Hassan se dedicaba a cuidarme como si de un niño se tratara.

-Hass- el se acercó a abrazarme, yo ví nuestro reflejo en el espejo del baño- ya no se que hacer- unas lágrimas salieron de mis ojos Y comencé a llorar- me siento sola

-pero no lo estás, mi amor. Yo estoy para ti, Toño también, Nata, Oscar, Gabito, Luis, Lenin, Lein. Todos estamos para ti- sus caricias en mi cabeza me tranquilizaron, me levanto y me sentó en el lavamanos- te prometo que mientras yo siga con vida no habrá ni un solo día en el que estés sola- me lleno de besos la cara

-ya basta, me haces cosquillas- rei en un intento de alejar sus labios de mi rostro

-ya extrañaba tu preciosa risa, mi chula- me volvió a dar besos

-yaaaa, me voy a hacer pipí de la risa- el sonrió y paro los besos- deja me meto a bañar

-andale pues, para ir a cenar- yo lo voltee a ver algo confundida- tienes mucho sin comer sushi, ¿O no quieres ir?- yo sonreí como niña pequeña y rápido abrí el grifo del agua.

Salí de el baño con Hassan detrás de mi, arregle mi ropa para que cuando salga solo me la pongo. Hassan salió de la habitación para decirle a Nata que se bañé pq huele q culo.

Rápido me bañe, me cambié y me maquille un poco, ahora no me puse nada solo me enchine las pestañas.

-¿Ya estás?- entro Hassan a el cuarto

-si-

-que chula te ves- se acercó a abrazarme por la espalda, yo rei- te ves bien pinche preciosota- me beso la mejilla. Yo me di la vuelta para besarlo.

Algo que amaba hacer cuando besaba a Hassan era jugar con el cabello de su nuca, enterraba mis dedos en su cabello mientras el ponía sus manos en mi cintura.

-ya vámonos pues- entro Natanael corriendo, como siempre

Yo me separé de Hassan, el estaba de espaldas por lo que rodo los ojos y los dos caminamos hacia la puerta para salir.

-sabes, debería de cambiarme de casa- le dije, está casa estaba llena de malos recuerdos

-el Nata y yo te ayudamos para que compres la otra. Que este perra, con alberca y toda la madre- yo rei y cerré la puerta con llave, me dió la mano y empezamos a caminar hacia la recepción con Nata detrás de nosotros

-plebe, no mames. ¿Por qué tengo que cargar a tu puta rata peluda?- se quejo Natanael, el traía a Blair

-por que no la quiero dejar sola- el solo resongo
























































































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𝐎𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 // 𝐇.𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora