El aeropuerto de Londres es simplemente un desastre, una montonera de gente que va de acá para allá y que vuelve loco a un pobre Julián que tuvo la mala suerte de tener que viajar solo.
Nunca antes había tenido que hacer algo como esto, y se está arrepintiendo de cada uno de sus actos justo ahora.
De verdad que piensa en darle un premio a su madre por la mejor castigadora del mundo, porque realmente se lo merece.
Tiene los oídos aturdidos por la cantidad de fonemas que salen de las bocas de esas personas completamente detestables para Julian, palabras cuyo cerebro no logra procesar porque es tanto el odio que les tiene que ni siquiera ha aprendido inglés en el colegio.
Ahora mismo se detesta por eso, porque le va a ser imposible entender diálogo alguno que quieran establecer con él, y mucho peor que eso, no va a poder comunicarse por si necesita ayuda con algo.
Bufa y se pasa las manos por la cara en un intento de relajarse un poco mientras intenta pensar cómo es que va a adivinar quién lo llevará a su hogar predestinado.
Está odiando a su madre con todo su corazón en este momento, pero no va a admitirlo. Sabe que ha sido culpa suya y tiene que cargar con el peso de haber sido un irresponsable en lo que respecta al colegio.
Suspira y su flequillo se vuela hacia arriba, sus ojos ruedan por sí solos.
Su cuerpo se siente cansado y es porque no ha dormido bien en un día y un par de horas, porque encima su mamá no ha querido pagarle un vuelo sin escalas o, por lo menos, uno más cómodo y sin tantas horas de viaje. Es parte de su castigo y lo sabe.
Barre con la vista el lugar completo, topándose con un par de boludos que tienen un cartel en la mano.
Según lo que ha visto en películas y las veces que ha ido de viaje en familia, intuye que alguno de esos debe ser quien lo llevará a su destino final.
Se llena los pulmones de aire y lee rápidamente los nombres en aquellos carteles.Gruñe con odio cuando alcanza a ver que uno dice Julien Halvares.
Julien Halvares.
Ni siquiera pueden escribir bien su nombre.
Arrastra la valija por el suelo, haciendo rodar las ruedas con lentitud hacia el hombre que tiene el cartel con su nombre — mal escrito —.
El aire acondicionado del lugar le golpea el rostro y lo hace despabilarse un poco, pero aún así está pensando en la siesta que va a dormir si es que tiene tiempo, porque es consciente que en cuanto tenga un pie en donde su madre lo ha mandado, deberá ir a clases.
— Hola. — saluda en cuanto está frente al extraño que probablemente sea inglés. —Soy Julian. —pronuncia, destacando la a que no está escrita en el cartel.
— Ah, hola. — habla el extraño, y entonces levanta su vista hacia la de Julian y asiente con la cabeza. Tiene unos lentes de marco metálico y circular sobre el puente de la nariz que ocultan tras sus vidrios transparentes un par de ojos color marrón que le transmiten este tipo de paz y calma que Julian ha necesitado desde que su madre decidió mandarlo a este país réplica del inframundo. — Soy Lautaro.— le cuenta, con una sonrisa amigable.— Me dicen Toro igual. Soy empleado de tu mamá, ella me dijo que te esperara porque ibas a estar muy nervioso.
¡Encima! No le bastaba sólo con mandarlo a otro país si no que también lo hace quedar como un idiota.
«Gracias, mamá.» Julian piensa, y tiene estas ganas incontables de darse la cabeza contra el basurero de metal reluciente que está a unos cuantos pasos de él. Es consciente que uno sólo le provocaría una contusión y probablemente un viaje de vuelta a la Argentina.
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english love affair [julian y enzo]
FanfictionLa madre de Julián, cansada de que su hijo no se comporte como debe, decide mandarlo al exterior a finalizar su último año en la "High School Hastings", ubicada en Inglaterra. Julian es argentino, y odia a los ingleses. Enzo es el encargado de enseñ...