Resulta que Julian, terco como él solo, decidió ir al baño, porque suponía que Enzo estaría allí.
De hecho, estaba en lo cierto.
En cuanto entró y lo vio respirando pesado, con la cabeza gacha y sosteniéndose del mármol de la mesada, se dispuso a pedirle perdón.
Lo hizo, y en algún instante discutieron de nuevo, se dijeron tantas cosas irreproducibles y luego Julian le contó qué era lo que estaba pasando.
Desde ahí, todo resulta ser borroso.
Las manos de Enzo se ataron a su cuello y luego percibió el frío de los cerámicos contra su espalda. Sus labios lo atacaron como si no hubiera mañana, y sin pensar demasiado las cosas, terminaron en el interior de uno de los cubículos, encerrados y cojiendo como dos hormonales.
Poco les importa estar en el colegio y que alguien llegue a escucharlos.
Para Enzo no resulta ser tema de interés cuando Julian lo embiste duro, le presiona los dedos en la cadera y le deja marcas, le besa la nuca y los hombros, pasa su lengua por cada rincón de piel que Enzo le ha dejado libre.
El cuerpo de Enzo se desarma bajo el de Julian, mucho más cuando el otro le gime, ronco y pesado, contra el oído.
Los ojos de Julián se cierran por sí solos, permitiéndose sentir totalmente las sensaciones que gobiernan su cuerpo ahora. Desde los besos de Enzo que están siendo repartidos por su cuello, su respiración empañándole la piel, él mismo follándose con el pene de Julian mientras él sólo puede morderse los labios para no gemir y alertar a nadie.
Por fin se mantienen en silencio, sólo sus respiraciones agitadas, sus pechos inflándose irregularmente.
Es entonces cuando el eco de pasos acercándose a ellos los toma por completa sorpresa.
Julian presiona su mano otra vez sobre los labios de Enzo, manteniéndolo en silencio, y sale rápidamente de él.
Tomándolo por la cintura con su mano libre, lo voltea y abre sus ojos, dándole a entender que se mantenga en silencio.
Enzo asiente, y es entonces cuando la mano de Julian suelta sus labios.
Con ambas manos libres, sostiene sus muslos y lo alza en vilo. Las piernas de Enzo se abrazan a su cadera.
Lentamente, vuelve a penetrarlo, manteniendo su espalda contra la puerta y la de Enzo en el aire, del lado del inodoro.
Un gemido bajo se escapa de los labios de Enzo, y es que es imposible retenerlo cuando Julian ha vuelto a moverse en su interior.
—Shh. —Julian sisea, lo más bajo que puede.
Enzo se abraza a él y deja caer su frente en sus hombros, sollozando en su oído.
—Julian. —la voz de Alejandro es un eco en el interior del baño, escuchándose como si estuviera en el centro.
—¿Qué pasa? —Julian responde, lo más tranquilo que puede.
Enzo, siendo un cínico, comienza a besarle el dorso del cuello, a morderle la línea de la mandíbula.
Julian no aguantará mucho más.
No quiere correrse en el interior de Enzo, porque no tiene preservativo y todo podría convertirse en un desastre.
Han acordado que se avisarían mutuamente y acabarían en el inodoro para poder tirar la cadena y que no quedaran rastros de sus fechorías.
Pero ahora, ambos están de acuerdo en que no llegarán a hacerlo.
—Te están esperando para que empecemos la clase.
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english love affair [julian y enzo]
FanfictionLa madre de Julián, cansada de que su hijo no se comporte como debe, decide mandarlo al exterior a finalizar su último año en la "High School Hastings", ubicada en Inglaterra. Julian es argentino, y odia a los ingleses. Enzo es el encargado de enseñ...