Normalización.
Valeria.
Todavía no logro entender que le di pie a Georgina para follarme y no lo hizo. Pero bueno, ni siquiera entiendo por qué le di pie para follarme, así que trato de evitar pensar en eso hasta nuevo aviso.
Alicia nos dio permiso de no ir al colegio hoy, con la condición de que limpiemos todo lo que ensuciemos. Georgina y yo no somos puercas, así que no ensuciamos mucho.
Después del desayuno nos pegó la de hacer waffles, y sí, limpiamos lo que ensuciamos. Después me dan ganas de bañarme, y sorpresivamente Georgina entró conmigo a la regadera. No trató de insinuarse, solo se bañó conmigo “para ahorrar agua”, aunque todos sabemos que no fue para eso.
No tengo idea de si Georgina sea lesbiana, y la verdad no tengo problema alguno, son sus gustos, y ella es mi amiga; pero, ¿quiero tener sexo con ella? No lo sé, el cuerpo de Dylan ni siquiera se ha enfriado.
Me acostumbré a decirle a Georgina que es sexy porque ella lo negaba todo el tiempo y decía que ningún hombre se fijaría en ella, pero creo que me excedí un poco, porque ahora quiere darme como cajón que no cierra.
Y es un poco loco pensar que es ella quien tiene la iniciativa, pues ella es virgen y yo no. Supongo que el querer follar con alguien tiene que ver con el amor que sientes hacia esa persona, y de la forma en que la veas, y como yo nunca había visto a Georgina más que como mi amiga, no siento ganas de follar con ella.
Pero no negaré que es sexy y probablemente ella sea un diamante en bruto, que sepa hacer con su lengua más de lo que Dylan sabía hacer con sus dieciséis centímetros.
Bien dijo Kundera, que el amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien.
Y no negaré que me sentí cómoda durmiendo sobre las tetas de Georgina. Allí donde habla el corazón, es de mala educación que la razón lo contradiga, según el mismo Kundera, y por años he sido esclava de mi razonamiento, incluso estando con Dylan.
Esto que siento…
Tengo entendido, por experiencia propia, que el sentimiento del amor viene acompañado de un penetrante deseo de romper las reglas junto a esa persona, por el simple hecho de sentir que los van a atrapar juntos, y juntos llegarán al final de todo eso, y aún así no te molestaría, pues estando con esa persona lo tienes todo; dicho eso, ¿es normal que sienta junto a ella unas inmensas ganas de ver arder el mundo, solo para ver las llamas reflejadas en sus ojos y hacer el amor sobre las cenizas?.
Tal vez eso quiera decir que…
No, no estoy lista para otra relación, y no quiero algo que sea simplemente follar por follar, y estoy segura de que Georgina tampoco quiere, así que trataré de mostrarme firme con ella.
Después del almuerzo (pedimos pizza por delivery, nos dio flojera cocinar), salimos en su bonito auto a comprar discos. Siempre le he dicho que su auto y su forma de vestir concuerdan con lo que es: una dulce niña con sueños de adolescente y aspiraciones románticas altísimas, y a decir verdad, eso es algo que me encanta de ella.
La tienda de discos está bastante llena, ya que es viernes y ellos siempre reciben nuevo cargamento los jueves.
Pasamos la sección de discos de heavy metal y llegamos a la de pop, la favorita de Georgina.
—La última vez se les había acabado Planet Her, y le dije a Arturo que me apartara uno —dice ella revolviendo su obsesión con Doja Cat. Yo no le veo gracia a esa tonta, pero se la veo a Georgina, así que me aguanto—. Mientras tanto, ayúdame a ver si trajeron el último disco de CNCO.
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Mi amigo Thomas
Action¿Cuál es la línea que separa lo real de la ficción? ¿Lo que sabemos, lo que creemos saber, o lo que queremos que sea real? Valeria es una chica de diecinueve años de Valencia que aún no ha superado la muerte de sus padres. Su vida da un giro de de 1...