Una empresaria la cual tiene la obligación de casarse con un hombre, el cual sus padres escogieron para ella.
Jennie Kim tiene que cumplir con la obligación que le impusieron sus padres antes de morir, así funcionaba; ella lo prometió y quería cumpl...
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Muerta. Si se pudiese describir de una forma el como me siento a sólo horas de estar trabajando en este lugar; esa sería la palabra perfecta.
Me dejé caer en la silla de aquella cafetería, la cual estaba en una parte de la empresa, junto a Jisoo y a Nayeon, las cuales de por sí, se veían mil veces más relajada que yo. Y puedo apostar que sus jefas no las explotan como la mía a mí, a sólo horas de estar aquí.
No paro de dar vueltas, y cuando creo que tengo un segundo de descanso, ella vuelve a llamarme.
—Estoy que no la soporto —dije—. En serio, trabajar con Jennie Kim es horrible.
—Oh, vamos, no puede ser tan malo —Jisoo bebió de su café—. Mira, estamos enteritas.
—Claro, porque ustedes no son las que están de aquí para allá —me terminé de arreglar el cabello—. Quiero regresar a cada. No me gusta este ambiente.
Y era muy cierto, aquí habían muchas personas; y aunque en la universidad también, este ambiente era mucho más profesional. En parte, las personas parecían robots, o más que eso.
Máquinas diseñadas sólo para trabajar, solo podías encontrar a dos o tres conversar, pero si te acercabas era puro trabajo. Nada más. Y así sucedivamente, creí llegar un punto en el cual escuchaba voces <<tengo sólo un día aquí>>, y ya me estoy volviendo esquizofrénica. Hay silencios muy largos, y esos sonidos sordos los cuales me atormentan.
No me gusta. Pero sé que me tengo que acostumbrar a este ambiente, mi pasantía es de ocho meses. En todos esos meses, tengo que estar muy segura y confiada. Y lo estoy ahora, pero eso no quita que la cabeza me esté tan apunto de explotar como las piernas.
Los cuales, ya están lastimados, y me duelen lo suficiente para no caminar por una semana. Y no precisamente, por tener sexo desenfrenado, sino a causa de la Señorita Kim. La cual parece estar cobrándose algo que no hice. O puede ser, que todavía siga atormentada por las palabras que salieron de mi boca el día de ayer.
Quizás sea eso.
Pero es que quiero pedirle perdón, sin embargo, no me arrepiento. En lo que tengo de día aquí, lo único que he deseado hacer es tener a alguien a quien preguntarle el que ocurrió ese día. Sí sabe algo, o tiene idea, noción... no lo sé. Tal vez ni siquiera quiero esto. Sino averiguar que ocurrió con mi madre.
Y me siento con el derecho de hacerlo. Encontrar la razón exacta.
Porque leí muchas noticias, y aunque sea cierto que mi madre falleció en un incendio, tambien leí que todavía no se sabe la causa de ese incendio y el porqué sólo mi madre fue la que se quedó atrapada en esa oficina, cuando habían miles empleados junto con ella.
