Creo que nunca me acostumbraré al hecho de que ya no me pertenezco completamente a mí. Sino que estoy haciendo cosas, para ser parte de la vida de otra persona, no cambiando, sino contrayéndome para ser mejor persona.Como en estos momentos, sentada en la sala de los Manobal, en silencio, sin mucho que decir y con miedo a equivocarme en algo. Eso pasaba.
Pero Juwon no se mostraba mala persona ni mucho menos, era todo lo contrario, me sonreía y en diversas ocasiones puso tema de conversación. Lisa no estaba en casa, había sido enviada por su padre a comprar unas cosas.
Creí que su intención era dejarnos a solas, y no fue ni más ni menos que eso, porque Juwon empezó con su trivia de preguntas, las cuales no me incomodaban, pero no era exactamente por lo cual le quería preguntar o responder.
Era un hombre parecido a Lisa en todo sentido, me atrevería a decir, que es idéntico. Un hombre alto y atractivo a pesar de los años, los cuales no parecían afectarle mucho.
—Me gustas para mi hija, Jennie —afirmó—. No sólo por la belleza física, sino porque en serio, percibo en ti una persona buena y amable, que le puede ofrecer lo que mi hija merece.
Medio sonreí, —Yo estoy enamorada de su hija, y bueno, haré todo lo que esté a mi alcance para hacerla feliz.
—Sé que sí —suspiró—. No espero que nuestros hijos cometan el mismo error de los padres. A veces queremos eso, que sean mejores, y diferentes.
—Algunos no piensan iguales —musité—. Son egoístas.
—Y por eso, Jennie, hay que aprender a ser egoístas con ellos también. Por más que los ames, siempre hay que ponerle un buen límite, si creces haciéndoles creer que eres la niña perfecta, siempre de buenas notas y que nunca falla, se acostumbraran a eso —especificó—. Pero si de pequeñas les enseñas que eres tan o más ser humano que ellos, creerán que eres rebelde.
—Usted amó mucho a Hae —Juwon asintió lentamente—. Entonces, ¿por qué la dejó ir?
—Porque la amaba, Jennie —soltó el aire contenido—. La amaba tanto, que no podía verla conmigo. En serio la amaba, pero no era feliz.
Desvié la mirada, —¿Odia a mi padre por eso?
—No odio a nadie, en el corazón no se manda, Jennie. Por más que lo intentemos, a veces es inevitable amar a alguien. No condeno a ninguno de los dos, pero prefiero quedarme en el presente donde ya no duele tanto, a fundirme en el pasado y que siga doliendo igual o peor. Por eso te pido que junto con Lisa, superen todo eso, que no permitan que los problemas de nosotros, se interpongan entre ustedes.
—Lo estamos intentando, pero con todo el rompimiento de mi compromiso, sigo asimilando las cosas. No quiero que mi abuela le haga un daño a la mujer que yo amo, Juwon.
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The River. (Jenlisa)
RomanceUna empresaria la cual tiene la obligación de casarse con un hombre, el cual sus padres escogieron para ella. Jennie Kim tiene que cumplir con la obligación que le impusieron sus padres antes de morir, así funcionaba; ella lo prometió y quería cumpl...