Como era costumbre, me adentré a mi oficina, pero esta vez Lisa no estaba dejando el café en mi escritorio. Cerré mis ojos unos segundos y lo acepté, luego pediría uno.
Me encaminé hasta mi silla, y suspiré. Justo cuando creí que podía tener un momento de paz, Jiho entra a mi oficina como si fuese de él. Cosa que le he reclamado mucho que me molesta; pero él no parece darse cuenta de eso.
—¿Qué te he dicho de entrar así a mi oficina, Jiho? —inquirí encendiendo mi computadora—. Para la próxima impediré tu entrada.
—Por Dios, Jennie, soy tu casi esposo. Relájate —se sentó frente a mí. Subí la mirada a él—. Para esta noche he preparado la mejor fiesta del año.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Esta noche habrá una fiesta en la empresa, invitáremos a todos los empleados, te va a gustar, Jennie. Digo, me diste el permiso una vez y jamás aproveché la oportunidad —recordó—. Ahora lo hago.
—Cierto —volví la mirada a mi computadora—. Está bien.
—Muchas gracias, mi vida —se paró de su silla y dio la vuelta al escritorio, sin yo esperármelo, me tomó del rostro y me besó con fuerza. Esta vez yo no lo alejé.
Permití que ese beso sucediera.
Si quería terminar con todos los malos pensamientos que surgen en mi cabeza desde que Lisa abandonó esta empresa; creo que lo mejor es darle la oportunidad de oro a Jiho. Y el permiso de la duda, porque después de todo, viviré años a su lado.
Esa es mi meta, si me caso con él, jamás volveré a casarme de nuevo así termine divorciada. Después de todo, es lo que deseaban mis padres.
Y yo quiero cumplir su última petición.
La lengua de Jiho quería adueñarse de mi boca, pero eso sí que no se lo permití, y lo terminé alejando de mí. Aquel sonrió victorioso por lo menos haber conseguido eso de mí. Yo ni siquiera estaba lista para esto.
Pero mi mente me forzaba a estarle, yo no puedo estarme mortificando por cosas de otra persona. Y al mismo tiempo, tengo esa ansiedad recorriéndome el cuerpo; buscando la manera de encontrar pistas de quien fue el verdadero asesino de la madre de Lisa.
Con lo cual me ha llevado a quedarme toda la noche leyendo su Currículum en mi despacho. Y quedarme dormida ahí.
No sé mucho del incendio, porque realmente no se dice mucho. Las páginas parecían frisadas, como si alguien hubiese enviado a borrar toda la información.
Para limpiar su nombre.
Por mi cabeza jamás cruzó la idea de que fuesen mis padres. No los creo capaz de eso, pudieron haber sido muchas cosas pero asesino jamás.
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The River. (Jenlisa)
Storie d'amoreUna empresaria la cual tiene la obligación de casarse con un hombre, el cual sus padres escogieron para ella. Jennie Kim tiene que cumplir con la obligación que le impusieron sus padres antes de morir, así funcionaba; ella lo prometió y quería cumpl...