Me recosté de mi silla, e hice que esta girara. La oficina me daba muchas vueltas, pero creo que eso es lo que más necesito ahora. Vueltas para que todo rebote en el espacio, y me dé un descanso mental.
Porque no he podido hacerlo. Mi mente hace de todo, menos concentrarse en el trabajo.
Y desde anoche, estoy atormentada. Creo que por todo lo que ocurrió.
Las manos de Lisa en mi cuerpo, sus labios en mi cuello, y su cercanía erizando mis vellos. Sin duda alguna, Lisa tenía un poder sobre mí, el cual yo no podía controlar. Porque aunque, por todos los medios intenté alejarla en cuando se acercó, mi cuerpo no respondió a las advertencias.
Por más que le grité, no respondía, y sencillamente, se arqueaba en dirección a la pelinegra, para poder aumentar su ritmo cardíaco, y que todas las neuronas <<una por una>>, se fueran extinguiendo.
Hasta el momento, Lisa ha sido la única con dicho poder en sus manos, y la única mujer y persona en la faz de la tierra; la cual me puede poner a dar vueltas en la cama, hasta lograr dormir, no sin antes masturbarme para calmar las ansias y las ganas que me dejaron sus húmedos besos. Los cuales colmaron mi cuello.
Todavía creo sentir ese rico perfume; y sus grandes manos, con sus dedos. Rozando mi brazo, y la piel de mi cuello. Mis suspiros y cortos gemidos, los cuales buscaban calmar el incendio que había dentro de mí.
Las mariposas, y ese cosquilleo en la parte baja de mi estómago. Y creo no poder mirarle la cara el día de hoy, porque recuerdo perfectamente como anoche, su nombre se escapó más de una vez, mientras me follaba con mis dedos, y me mordía el labio.
Gimiendo sin pudor.
—¡No puedo creerlo! —me llevé las manos a la cara—. ¿En qué clase de persona te has convertido, Jennie Kim?
Probablemente en una loca, que hace meses no tiene contacto con una persona <<sexualmente hablando>>, quizás es eso. Y no que, Lisa realmente me atrae.
Maldije por lo bajo y hundí la cara entre mis manos. Deseando haber podido detener ese momento con tiempo. Y renuncio a la idea de que Lisa, vuelva a pisar la casa de mi tía. Porque sé perfectamnete como es Suni, se terminaría encariñando con ella, y eso mandaría todo a la mierda. Mi prometido es Jiho. No Lisa.
De pronto, recordé el anillo que adornaba mi dedo anular. Soplé.
Era muy hermoso, pero se veía tan falso ahí. Porque no lo quería, y es que, pensar en la sola idea de compartir mi vida con alguien a quien no amo. Me enloquece, y no de buena manera.
—No te cases —suplicó—. Por favor, no te cases.
Fueron sus palabras exactas. Provocando un revuelo en mi interior, un volcán lleno de lava, el cual rebosó. Y todo estaba a punto de irse a la mierda, y estuve a nada de comerle la boca, en esa calle y frente a su casa. Arriesgándome a que alguien nos descubriera y esas fotos terminaran en internet y mi compromiso se fuera al carajo.
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The River. (Jenlisa)
Storie d'amoreUna empresaria la cual tiene la obligación de casarse con un hombre, el cual sus padres escogieron para ella. Jennie Kim tiene que cumplir con la obligación que le impusieron sus padres antes de morir, así funcionaba; ella lo prometió y quería cumpl...