Cap 5

263 35 1
                                        

―Perdóneme por lo que le hice en Hide Park ―oyó a lo lejos Lisa que le dijo Lord Sung y se volvió para escuchar sus babosadas― Usted es tan bonita que yo no pude contenerme.

Furiosa se dijo que debía deshacerse de él, claro al estilo con que terminaba a los hombres, que pareciera que él era el culpable de todo y no ella, entonces lo condujo afuera de la sala para hablar a solas.

―No me gustó su acción, Lord Sung. ―Le dijo de inmediato cuando estuvieron en el pasillo. ―Me trató como una meretriz aquel día―No, no piense eso, mi Lady. Usted es una dama.

Lisa fingió verse dolida.

―Creo que después de esto no podemos seguirnos viendo Entiéndalo, ya. Por algo no le he permitido la entrada a mi casa desde aquel día.

Él intentó acercársele, pero ella se echó atrás fingiendo una formidable cara de destrozada.

―Lord Sung no quiero hacerle daño, pero lo que usted me hizo no tiene perdón.

Él se quedó ahí un buen rato relatándole todo lo que sentía por ella y Lisa rodó los ojos ante tanta cursilería.

―Basta Lord Sung... no más. ―le susurró supuestamente llena de pena y dolor― ya acabó.

Él asintió resignado y dijo.

―Si un día me perdona hágamelo saber.

Después de decir esto se fue y Lisa por fin pudo respirar aliviada por haberse deshecho de ese lastre.

Bueno debía de regresar urgente a la sala.

Su próximo marido la esperaba.

Ya cuando volvió todo había terminado y todos estaban en pequeños grupos, charlando con una copa en la mano.

Era el brindis final. ―Dedujo Lisa.

Demonios, ¿dónde estaba Kim?

Ojala no se hubiese ido.

Suspiró cuando lo vio en una esquina al lado de la tarima, hablando con una dama de edad, algo rellena, que le había parecido ver entre los presentes escuchando la charla.

Esa no era su madre, la Reina de Kim. ¿Quién sería?

¿Acaso no se veía tan vieja y fea para querer seducirlo? ―Se preguntó molesta y caminó hacia allá, después de ajustarse otra vez su pelliza, ya que iba hablarle a su Principe con cualquier pretexto, para iniciar formalmente su caza.

―La charla te quedó bien, Kim ¿no entiendo por qué estás de ese humor? ―Taehyung oyó lo que le dijo a su espalda, su madrina Lady Lee, mientras él apoyaba las manos rudamente en la mesa en que estaban los artículos pequeños que había traído de Egipto.

Estaba que la furia se lo llevaba.

¿Quién era el tipo que tocaba a la mujer hermosa como si fuese algo de ella?

¿Por qué salieron juntos y solos?

―Ay no..., ahí viene esa provocadora. ―Comentó su madrina despectivamente.

―¿Quién? ―Preguntó Taehyung volviéndose, entonces la vio, era la dama hermosa caminando majestuosa hacia él, como solo ella podía hacerlo.

―Jum, que querrá contigo esa sinvergüenza.

―¿Por qué hablas así de ella? ―Le preguntó interesado.

―Porque eso es lo que es, querido, una sinvergüenza que flirtea con los hombres de Londres ―lo miró, severa― así que basta de lanzarle miraditas, porque esa mujer no te conviene.

ROYALTY (Taelice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora