Lalisa la Jovén más bella e inalcanzable de la sociedad. Una mujer inteligente y manipuladora. lo que tiene de belleza lo tiene en arpia. Pero que pasara cuando la ruina le llega a ella y a su madre, ya no seguira rechazando a sus pretendientes. bus...
Lisa,, luego de la penosa escena se quedó dormida en los brazos de Taehyung. Él al verla así tan indefensa, la desnudó para que estuviese más cómoda y luego de ponerle una sortija en su dedo, la volvió a poner sobre su pecho y se dedicó a darle besos en la coronilla, disfrutando de su calor. Ella, luego de una hora volvió a despertarse y se impactó al encontrarse encima de él, por eso rápidamente se sentó en la cama sintiéndose muy confundida, no entendiendo porque no tenía ropa.
—Yo te la quité, amor. —le dijo Taehyung, al ver su confusión, sentándose también para acariciarle la mejilla. —¿Ya te sientes mejor?
—Si...disculpa. —respondió ella, llena de vergüenza. —No debí ponerme así.
—Fue mi culpa, cariño, yo te forcé a que me hablaras de algo que claramente te hace mucho daño, por eso la crisis.
Ella no quiso contestarle para no ahondar en el tema, en cambio se llevó las manos al rostro y allí fue que se dio cuenta del aro que descansaba en su dedo anular.
—Taehyung...—Susurró emocionada al darse cuenta que se trataba de un anillo de compromiso. —Oh Dios...—Chilló cuando lo analizó mejor.
Él sonrió al ver su alegría y preguntó.
—¿Te gusta? Lo compré ayer luego que salí de tu casa.
—¡¿Qué si me gusta?! —Exclamó ella, dándose cuenta que la joya debía valer una fortuna. —Es alucinante.
—Bueno me alegra que te guste. —Dijo él y se quedó sorprendido cuando ella le agarró las mejillas y le dio un efusivo abrazo.
—Gracias, Taehyung. —Le dijo separándose y se quedó estática al darse cuenta de lo que acababa de hacer. Lo había abrazado por iniciativa de ella.
—Ves que no es tan malo. —Taehyung le hizo la observación y luego le dio un beso intenso que la dejó muy asustada por la felicidad que sintió. —Te amo, Lisa y me dedicaré toda mi vida a cuidar de ti. —Le dijo al soltarla. —Pero quiero que confíes en mí.
Ella que sabía que ese "quiero que confíes en mí", significaba que quería que le dijera todo, lo besó y lo tiró a la cama, rogando que esta vez no se negara a poseerla, por saber que solo quería intimidad para escapar.
—Ay cariño ¿Por qué haces eso? —Se quejó él con la voz ronca, luego dejó que ella le quitara la ropa y cuando la acomodó sobre él para enseñarle como debía cabalgarlo, le dijo. —Por esta vez dejaré de insistir, pero yo descubriré todo lo que te pasa. Ya verás.
Lisa empezó a moverse en torno a él, bajo su guía, quien la tenía agarrada de la cintura y disfrutó mucho de la penetración en esa postura. El alivio le llegó rato más tarde de cabalgarlo y se abandonó encima del pecho desnudo de él. Ahí fue que se dio cuenta que estaba enamorada. Maldita sea, pensó furiosa, pero luego se preguntó, qué pasaría si dejase de luchar contra la corriente y aceptaba tener una relación sana con Taehyung, quien era un excelente hombre. Ya él iba ser su esposo, podía permitirle que se acercara más a ella y ella acercarse más a él, románticamente. No parecía ser malo amar y ser amado por alguien, es más se sentía una sensación de felicidad absoluta; como si se viviese en una burbuja.
Sí, podía intentarlo, aunque le aterrara, concluyó metiendo los dedos, en el cuello de Taehyung, quien hizo un sonido de satisfacción que la volvió a excitar.
Era bastante atractivo y viril. Dios, se moría por él.
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Sooyoung había dudado si ir atender a su suegra, cuando los criados le avisaron que había llegado y la esperaba en el vestíbulo de la casa, pero al final lo hizo, bajó a atenderla y ahora estaba frente a ella, quien la taladraba con la mirada como siempre.
—Suegra. —Le hizo una reverencia por cortesía. —Ese milagro de tener su majestuosa presencia aquí.
—Bájale a tu sarcasmo, querida. Sabes de sobra que mi visita no es de cortesía.
—Por supuesto que lo sé. ¿Qué quiere?
—Dile a tu hija que se aleje de Kim. —Soltó la vieja, apuntándole con su horrible bastón. —Él tiene ya un compromiso con Jennie.
—Ella no busca a Kim, suegra. Es él quien la busca a ella, así que pídale eso a él. —Respondió Sooyoung sin amedrentarse. —Además, ya Kim nos ha dicho que no quiere a Jennie y que se va casar con Lisa.
Lady Bo-yeon le soltó una risa burlona y dijo.
—¿Y crees que, porque se encamó con ella, le va cumplir su palabra de casarse? Kim solo quería pasar el rato, querida. Jamás preferiría a tu bastarda antes que a Jennie.
—¡No vuelva a atreverse a llamar a mi hija así! —Se encolerizó Sooyoung al punto de querer darle una cachetada.
—Pero si eso es lo que es. —Continuó la vieja con desprecio. —Una bastarda con sangre sucia.
—¡Lisa es su nieta y lleva su sangre! —Le gritó Sooyoung.
—Ay por Dios, Soo-man me lo contó todo, me dijo que esa niña es hija de un mozo y no suya.
—Usted más que nadie sabe que su hijo era un mentiroso y él perfectamente sabía que Lisa es una Manoban.—Le replicó Sooyoung.
La vieja hizo una mueca de desprecio y usó otra táctica para lograr el cometido con que había venido: amenazar.
—Mira Sooyoung te advierto que alejes a tu hija del Principe, sino voy a tener que contarle toda la verdad de su origen.
Soonyoung se quedó pálida al oír esto y preguntó.
—¿Sería capaz? ¿Sería capaz de destruir la vida de su propia nieta? Lisa parece ser fuerte por fuera, señora, pero en el fondo no es muy estable, si usted se atreve a decirle algo de esto, sería catastrófico.
—Bueno haz lo que te digo, aléjala de Kim. —Respondió Lady Bo-yeon sin sentir compasión. —Es escandalosamente hermosa, puede tener a cualquier otro pretendiente.
—Pues resulta, suegra que ella quiere a ese. —Le respondió Sooyoung. —Y no voy a dejarme amenazar por usted. Si le dice algo a Lisa yo hablaré con Kim y le contaré que usted quiere hacerle daño. Vamos a ver qué opina él de todo esto. No creo que permita que lastimen a la mujer que ama.
Bo-yeon agrió más la cara ajada que tenía y dijo.
—Maldigo la hora en que mi hijo Soo-man se casó contigo.
—Créame que yo también, señora. —Respondió Sooyoung y no dejó de temblar, hasta que la vieja se perdió de su vista y se fue. Si ella se atrevía a decirle algo a Lisa, su hija iba sufrir más de lo que ya había sufrido, pensó Sooyoung, muy asustada llevándose una mano a la boca.
Lisa no resistiría esto.
Lisa la odiaría.
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