Algunos días más tarde, Lisa no se reunió con su esposo en la cabaña como estaban acostumbrados, porque salió junto a su doncella y otra criada de la mansión como guía, a la oficina de correos del pueblo para enviarle la cantidad a Namjoon que Taehyung le había dado hace unos días, además de que iba mandarle dinero a su madre. Aunque no quisiese verla, no iba dejarla desamparada. Había demorado en hacer estas gestiones porque desde que se había casado, no se sentía segura entre las multitudes; era una estupidez, pero el enterarse de la verdad que le había revelado Lady Boyeon le había provocado que se sintiera extraña conviviendo con la gente como si ya no entendiese su mundo. Parecía que todo seguía igual, porque provocó el mismo impacto de siempre por donde pasase, ya que portaba una espectacular pelliza gris, sobre su vestido, que acompañaban a su indiscutible belleza. El pueblo seguía siendo pintoresco como lo recordaba, agradable y le sorprendió mientras iba por la vereda que hubiese una casa de modas, lo que significaba, que no estaba tan atrasado como había supuesto.
—Princesa Kim ¿Cómo le está yendo en el paseo?
Lisa se giró cuando oyó la voz divertida de su marido, quien venía detrás de ella y la llamaba por su reciente título, haciéndola darse cuenta, que la había estado siguiendo.
—Taehyung ¿Qué haces aquí? —Le dijo sorprendida, iluminándosele el rostro al verlo. —Antes de salir de mansión me dijeron que seguías trabajando en tu biblioteca.
—Sí, pero recordé que anoche me dijiste que ibas a salir y no me gustó mucho la idea que mi bella esposa se esté paseando sola por ahí. —Respondió él, haciéndola meter su brazo en el hueco del suyo. —Ven, te invito a una posada para que comamos y charlemos; luego te daré todo un recorrido por el pueblo; que deben haber cosas que no conoces, puesto que te fuiste a vivir a Londres muy pequeña.
Ella aceptó, sin rechistar. Su marido se veía hermoso, con un pantalón oscuro, botas hasta las rodillas, camisa y chaleco a juego y el sombrero de copa alta. Lisa pudo notar, mientras caminaban juntos, que muchas mujeres lo miraban con deseo, a algunas de ellas él las saludó galantemente porque las conocía, haciéndola reventar de celos, por eso les reafirmó a todas, apretándolo posesivamente que ese hombre era suyo y de nadie más.
—Que hermosa te ves con esa ropa. —Le dijo él, suspirando pesadamente, luego de mirarla largo rato, cuando llegaron al restaurante de la agradable posada donde la llevó y estaban ya sentados en una mesa apartada. —¿Qué modista te hace los vestidos? He notado que son muy diferentes a los que usan las demás damas en Londres.
Ashley se quedó impresionada de que le preguntara eso. Los hombres no notaban esos detalles, bueno, era cierto que su marido era muy observador.
—Me los hace Lali Collen-York. —Le respondió. —Es una modista exclusiva y solo yo uso ropa hecha por ella. —Le respondió recordando amargamente que Jennie había llevado un diseño suyo, que le habían robado. —Es una mujer innovadora en el estilo. Mezcla cortes franceses. Además, sus faldas no son planas bajo el busto, como actualmente lo usan en Londres, sino le gustan vaporosas, como las de hace un siglo, confeccionadas con miriñaques. De hecho, así se inspiró en hacer nuestro vestido de bodas, que venía en el busto adornado de perlas, con una cola larga y despampanante. Este, por ejemplo, que llevo debajo de la pelliza, es sencillo y delicado para salir en la mañana, mientras la pelliza fue inspirada en el vestuario de princesas rusas...
Kim se quedó escuchándola atento, como detallaba los demás vestidos que había llevado desde que la había conocido; en ese momento les traían los platos de pastel de carne, un muchacho vestido de librea y él solo tomó un sorbo del café que pidió, mientras su mujer seguía hablando con gran pasión.
—Hablas de los vestidos como si los hubieses hecho tu misma...—Le comentó y ella quedó como perpleja.
—Oh Taehyung, discúlpame por haberme explayado tanto. Me gusta mucho la moda, no quería aburrirte. —Le dijo Lisa, reprendiéndose mentalmente, porque no se midió, sabiendo que su marido todo lo analizaba.
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ROYALTY (Taelice)
Historical FictionLalisa la Jovén más bella e inalcanzable de la sociedad. Una mujer inteligente y manipuladora. lo que tiene de belleza lo tiene en arpia. Pero que pasara cuando la ruina le llega a ella y a su madre, ya no seguira rechazando a sus pretendientes. bus...