Lalisa la Jovén más bella e inalcanzable de la sociedad. Una mujer inteligente y manipuladora. lo que tiene de belleza lo tiene en arpia. Pero que pasara cuando la ruina le llega a ella y a su madre, ya no seguira rechazando a sus pretendientes. bus...
Lisa luego de su encuentro con kim trató de dominarse para que su madre no se diese cuenta lo que le pasaba, misma a quien le había pedido que se fueran de la fiesta de los Park, argumentándole que se había aburrido. En el carruaje de regreso a casa, su progenitora no le preguntó nada, pero Lisa sabía que la estudiaba, porque seguramente Mina, quien iba sentada con ellas, le había contado que había salido corriendo, luego que las IM la habían insultado.
—Lisa ¿estás bien? —le preguntó su madre cuando ya estuvieron solas en el vestíbulo de la casa, luego que carabina se retirara, y ella se dispusiera a subir las escaleras muy a prisa para irse a su cuarto.
—Claro que estoy bien, madre. —Le respondió Lisa fingiendo despreocupación. —Ya la celebración se estaba poniendo sosa, no ocurrió ningún escándalo para chismear, por eso me quise regresar.
—Lisa, Mina me contó que las IM te estuvieron molestando y eso te puso mal... —Le susurró su madre, viéndose muy preocupada.
—Y me imagino que también te contó que Taehyung estaba allí ¿no? —apuntó Lisa y explicó— solo fingí llorar para hacerme la victima ante él y dejar mal a las IM, madre.
Sooyoung negó con la cabeza y dijo.
—No, yo sé que algo te sucede. ¿Qué pasó con Kim? Mina también me contó que te quedaste a solas con él. Intentaste cazarlo ¿no? Y de seguro los planes no salieron como esperabas.
Lisa no aguantó más el interrogatorio, así que prefirió no seguir escuchando a su madre y la dejó en el vestíbulo subiendo las escaleras, pero Sooyoung insistente la siguió por los pasillos de arriba tratando de sacarle la verdad, cuestión que la hizo explotar.
—¡Sí, intenté cazarlo, pero ya está comprometido! —le gritó a su madre, para que la dejara de molestar, en ese momento ya ella abría la puerta de su cuarto.
—¿Comprometido? —Quedó perpleja Sooyoung, unos segundos— ¿Con quién?
Lisa no contestó al momento, lo que hizo fue pasar a la estancia para empezar a quitarse sus joyas falsas, tirándolas de mala manera en su cómoda.
—Con Jennie—contestó por fin, Lisa— con la maldita de Jennie
—Oh Lisa... —La compadeció Sooyoung, sabiendo que si hubiese sido otra persona su hija no estaría así, pero se trataba de Jennie que quien sin ser culpable, había privado a su hija del cariño de Soo man, su difunto marido, como tambien el de la abuela de Lisa, ya que ambos personajes siempre mostraron a su hija la preferencia hacia Jennie. —Lo siento, mi vida.
—Sí, parece que la gorda maldita y Kim se conocen desde hace mucho por sus propiedades vecinas, en Hampshire. —Continuó con rencor Lisa, luego rio sin humor para decir. —Es increíble que Jennie siempre se interpone en todo lo que yo quiero, pero esta vez no le permitiré quedarse con Él
—Lisa escúchame. —Sooyoung agarró de las mejillas a su hija. —Eres muy hermosa y puedes conseguirte cualquier otro pretendiente acaudalado. Olvida a Kim. Respeta que ya tiene un compromiso con Jennie.
—¡No! —respondió rotundamente, Lisa. —Ya te he dicho que yo seré la esposa de Kim y nunca permitiré que la maldita de Jennie lo sea. ¡Nunca!
—Lisa no hables así de Jennie. —Le rogó Sooyoung consternada al notar su rencor.
—Anda, defiéndela, crees que no me acuerdo que la abrazabas y tratabas bien, aunque yo te pedía que no le hablarad. —Le reclamó lisa impactándola, ya que estaba exteriorizando emociones. —Apuesto que como todos, la querías más que a mí. —agregó con voz quebrada, su niña.
—Cariño yo nunca podría querer a nadie más que a ti. —Le susurró Sooyoung a su hija con dulzura y tristeza. Y Lisa reaccionó, dándose cuenta que estaba fuera de su zona de confort: la frialdad, así que volviendo a su carátula de hielo, caminó hacia la cómoda y tomó un vaso de la botella que tenía allí, la otra Yuna se la había bebido.
—Hoy no vas a beber. —La reprendió su madre, quitándole el vaso. —Mañana te haré traer el médico, Lisa. Yo tengo que saber porque te desmayaste, además estás alterada.
—No estoy alterada. —Dijo Lisa volviendo a su frialdad habitual. —Mira, como quieras, veré al médico que traigas mañana, ahora por favor ¿me permites dormir y descansar? —levantó la mano hacia la puerta, en gesto de que saliese.
Lisa... —Sooyoung intentó hablarle, pero su hija se había vuelto a cerrar para ella, ya que pidió nuevamente que la dejase sola, cosa que la hizo suspirar y luego de darle un beso en la frente, le dijo. —Eres lo que más Amo en esta vida y nunca nadie ha estado, ni estará por encima de ti en mi corazón.
Lisa ante sus palabras volvió a sentir la horrible sensación que la vista se le humedecía, pero ella sabía que no iban a salirle lágrimas, puesto que no podía llorar desde niña. Todo lo soportaba estoica, sin poder desahogarse y esta vez fue igual, porque cuando se quedó sola, se sentó en su cama y mirando al vacío sintió un dolor sordo, recordándose de pequeña, mirando por la ventana, cuando su padre alegre tomaba a jennie del suelo y la mecía por los aires, sonriendo como jamás lo hacía con ella. Lisa a tan tierna edad no entendía porque no la trataban igual, su padre y su abuela, incluso la humillaban de vez en cuando, aunque ella siempre se hubiese esforzado para hacer cosas que les pudiesen agradar, pero luego cada golpe le fue enseñando que la única forma de no sufrir por alguien, era no querer a nadie, por eso ella era ahora lo que era. Este monstruo, que le valía un demonio que Jennie estuviese comprometida con el Principe, porque ella se lo iba quitar. Sus planes jamás cambiarían, iba a ser la Princesa de Kim a como diese lugar. Solo tenía que calmarse y reinventar sus jugadas, para quedarse con Kim.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
