ROYALTY (Taelice)

Cap 45

Lisa y Taehyung viajaron días más tarde a Londres, cuando él terminó de afinar detalles del trabajo que tenía que entregar a la revista y ella aprovechó una de sus salidas para ir con Namjoon, el abogado, a ver el local que estaba por comprar para montar su casa de modas, entonces ordenó a Mandervick, a quien había pedido que fuese su administrador, que le hiciese un estimado del dinero que se irían en los muebles con que iban a adornar el lugar, luego de ver un par de catálogos que le enseñó el abogado. Este último, le dijo que tenía que volver mañana para que revisara con detenimiento el contrato de compra y venta, donde solo requería la firma para que el local fuese totalmente suyo y ella pensó en que podría seguir viniendo toda la semana porque su marido estaba ocupado. Después de salir de su local, Lisa con unos hombres peligrosos que le recomendó su antiguo abogado de trabajos sucios, visitó a su antigua costurera  Soyeon a un barrio pobre para exigirle que no volviese a vender sus diseños, sino quería tener problemas. La costurera, al ver a los hombres de seguridad con los que iba, asintió asustada y Lisa luego de salir de aquel lugar, pasó a visitar a su amiga Rosé a su casa, donde vivía sola, ya que parecía Lord park no le gustaba estar con su amiga. Cosa que para Rosé era más factible porque se había casado obligada por su hermano el duque, cuando hizo una indiscreción con un militar. Lisa había visto sufrir a su amiga, pero ahora ella estaba más tranquila en la soledad de un hogar, misma quien al verla la invitó al té en la terraza de la propiedad y luego de preguntarle si estaba bien, ya que en su fiesta de matrimonio Rosé se había preocupado al verla tan decaída como el día que se había casado ella, Lisa empezó a preguntarle que nuevas informaciones le tenía de la sociedad y se sintió con sentimientos de culpa, cuando esta le contó el chisme, que habían visto a Jongin, el marido de Jennie en Londres, con una dama que era su amante, con que tenía hijos en común y que su tío Kyung ho en un club de caballeros, había vuelto a pegarle al enterarse de esto. Rosé iba decirle algo más, cuando entraron al tema de su tío, pero de pronto se detuvo viéndose bastante nerviosa y cambió de tema. Lisa sospechó que era algo importante lo que le iba decir, pero no la presionó porque siguió pensando en que le había destruido la vida a Jennie y en cómo iba hacer para que Taehyung no la obligara a ver a su madre y al doctor, puesto que seguía insistiendo. Ultima petición que al día siguiente no le tocó más remedio que fingir que aceptaba si era a solas, mientras ambos desayunaban en el comedor de su palacio en londres.

—Hablarán a solas, cariño. —Le había respondido Taehyung curvando la boca en una sonrisa. —Pero yo te llevaré y esperaré en una sala de espera, mientras hablan para asegurarme que sí se vieron.

Así pues, que a regañadientes Lisa le tocó ir a ver el doctor, junto a su marido, a la casa # 10 del barrio de Regent Street. Luego de ser recibidos por el anciano, este la hizo pasar a una estancia, mientras pedía a su marido fuera a la sala de espera para que ellos quedaran a solas en la entrevista. Lisa adentro se sintió ahogada y tensa, mientras veía al señor revisar una carpeta de cuero, donde, como le había acabado de explicar, estaban todos los detalles que su marido le había proporcionado sobre ella.

—Bien Princesa Kim ¿explíqueme porque usa láudano? —Fue la pregunta con que abrió el tal doctor, enfocándola con una intimidante mirada como si supiera todos sus secretos.

—A veces me pongo muy nerviosa y lo uso para controlar mis nervios y poder dormir. —Explicó ella con tranquilidad, no mostrándole lo contrariada que estaba de tener que estar respondiéndole cosas a un desconocido.

—¿Y qué es lo que la hace sentir nerviosa?

—No sé, muchas cosas.

—Sea más específica, excelencia y cuénteme cuáles son esas situaciones que la alteran.

—Cosas cotidianas doctor, mi reciente matrimonio, mi cambio de vida, las nuevas obligaciones que tengo en mi hogar como Princesa, ese tipo de cosas. —Contestó Lisa, pareciendo muy sincera para que viese que no había ningún problema con ella.