ROYALTY (Taelice)

Cap 25

A la mañana siguiente, Lisa llegó al lugar donde la había citado Taehyung, era una pequeña residencia de dos pisos pintada de gris, ubicada en un barrio de bajo perfil. Él mismo le abrió, luego de que ella había estado tocando la puerta y a Lisa el corazón le saltó al encontrárselo desenfadado con la camisa abierta, ya que él siempre vestía pulcro e impoluto.

—No sabía que tenías otra casa en Londres. —Le dijo ella, al tiempo que pasaba al interior de la propiedad y él le pedía que se sentase en uno de los sillones de la pequeña sala.

—Es mi residencia de soltero. —Respondió él y ella torció la boca, imaginando a cuantas mujeres había metido allí. —La tengo desde hace muchos años.

—Sí, ya me imagino para que la usas. —Soltó agria. —No es necesario que me expliques.

—La uso para reuniones con mis colegas que me ayudan en Egipto con las excavaciones. —La corrigió él. —Sí te fijas, esto también está lleno de todo lo que he recolectado en las tumbas mortuorias.

Lisa prestó más atención al mobiliario y era cierto, allí también había esculturas, pinturas y vitrinas con cuanta cosa de Egipto hubiese. La casa no parecía para amoríos, sino era para trabajo.

—Eres bastante celosa, Lisa. —Le hizo la observación él, luego de mirarla largo rato. —Solo por mi forma apasionada de ser contigo, me has catalogado como un libertino que se acuesta con cuanta mujer que se le pone en frente y estas más lejos de la realidad, porque por mi pasión por buscar tesoros en la tierra del Nilo, he tenido pocas relaciones.

Lisa suspiró por estarse comportando así y dijo.

—Discúlpame, Kim. También perdóname lo de ayer, ya mi madre me explicó que solo pides aplazar el anuncio de nuestro compromiso dos semanas y, no es que te estás echando atrás como imaginé.

—Kim, Kim, me estoy cansando de que me digas así. —Se quejó Taehyung molesto. —¡Maldición soy tu hombre!

Ella se impactó por su cólera y dijo.

—Lo siento, Taehyung, si tienes razón.

—¿Sabes? A veces me da la impresión que quisieras mantenerme al margen de ti. —Le susurró él.

Ella soltó una risa nerviosa.

—¿De qué hablas?

—Antenoche, te portaste grosera cuando quise volver a besarte, me di cuenta que tienes miedo a que yo esté muy cerca de ti —le respondió él— por eso evitas llamarme por mi nombre, y no me dices que me amas, ya que eso significaría ser muy cercano y eso no te gusta.

—Que tonterías dices, Taehyung. —Le respondió ella, no gustándole que él estuviese en ese plan analítico, parecido a los que le hacías u madre. —Solo soy poco cariñosa, lo acepto, pero nunca te echaría a un lado para protegerme, es ridículo.

Él no le dijo nada, entonces ella se acercó y lo tomó de las mejillas para embelesarlo y hacerlo olvidar lo que estaba pensando.

—Tu sabes lo que siento por ti, Ki...Taehyung, por eso me puse furiosa de que tengamos que aplazar nuestros planes de matrimonio, me muero por ser tu esposa.

—Sí sé lo que sientes por mí, mi vida, tus ataques de celos son muy reveladores. —Le susurró él cariñoso y a ella no le gustó escuchar eso. —Pero me gustaría oír que me amas. —Pidió él, pegándola a su cuerpo y poniendo su boca muy cerca a la de ella.

Ella para liberarse de hacer lo que él quería lo besó, pero esto no le gustó a Taehyung, quien la soltó y le dijo.

—Vamos a almorzar, porque te apuesto que no has comido nada antes de salir de tu casa.